PROMESAS DE FIN DE AÑO

El ambiente afuera es festivo, la gente sonríe, música decembrina por los parlantes, grupos de personas bailando, tomando cerveza y quemando pólvora; faltan pocos días para terminar el año. Ese entusiasmo colectivo, tarde o temprano, siempre termina llegando a la cotidianidad de mi consultorio, y este año no sería la excepción. 

—Doctor, siento que este año si es el año, esta vez si podré dejarlo, empezar gimnasio y buscar trabajo, esta vez si es, lo siento en el ambiente, dentro de mí. 

— ¿Qué crees que hace esta vez diferente a otras anteriores? 

—Este año me siento más fuerte, el ambiente de la gente afuera me da esperanzas.  Ya va a ver usted doctor, se acordará de mí. 

Ha pasado poco más de un mes de la última vez que vi a “Andrea”, entre nuestro trabajo terapéutico se ha atravesado las festividades de fin de año y las vacaciones. A un par de horas de volver a verle me pregunto. 

¿Será que aún recuerda con tanto ahínco, como lo hago yo, esa hermosa tarde de diciembre donde se respiraba magia y la posibilidad de un mundo mejor? 

¿Será que aplicó esas palabras a la práctica de su vida durante este tiempo? 

¿Será que fue al gimnasio, o al menos cuidó su alimentación? 

¿Será que le dio un ultimátum a su pareja? o 

¿Será que al menos prendió el computador y revisó y ajustó su hoja de vida? (CV). 

Siempre, en estas épocas del año, pienso en mis pacientes, en mis amigos y familia, en la ilusión colectiva de mejorar la vida cada vez que hay una cuenta regresiva (12 uvas, lentejas en el bolsillo, correr a media noche con maletas, etc.), y un nuevo ciclo simbólico termina para dar paso a uno nuevo. Casi siempre, desafortunadamente, se queda en un impulso que luego es ahogado por el miedo al qué dirán, el miedo a quedar solos, las preocupaciones económicas, y se acostumbran a vivir un año más en condiciones difíciles, soportando situaciones de abuso o miedo, pero al fin de cuentas acompañados. 

A unos pocos minutos de recibir a Andrea siento un poco de nervios, y solo espero que muchas personas usen estas fechas, o cualquier otra, para enfrentar estas situaciones que estancan el alma. 

Al fin de cuentas, lo más lindo de la vida siempre está al otro lado del miedo. 

Carlos Andrés Rojas Z 

angra980@hotmail.com 

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1 comentario en «PROMESAS DE FIN DE AÑO»

  1. Le tenemos tanto miedo al miedo que lo condicionamos con promesas que están basadas en una emoción tras una época de festividad o una eventualidad y como seres humanos en la mayoría de veces fallamos.
    Apenas llevamos un mes de hacer varias promesas y seria bueno reflexionar no sabemos si Andrea logro cumplir sus promesas, pero si sabemos que estamos haciendo para cumplir las nuestras.

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