Vender con el Alma….
Gracias Martha De Armas por animarme a compartir con todos vuestros lectores mis experiencias, es un honor para mí dejar un pedacito de mí en esta maravillosa revista, que con tanto cariño te he visto dedicarle estos casi cinco años a tu lado amiga.
Me gustaría, ya que me has dado la oportunidad, de desmitificar mi profesión, ya que en nuestro país, al contrario que en otros lugares en los que trabajo y puedo compararlos, en EEUU, a los asesores inmobiliarios nos tienen en muchísima más consideración y respeto, aunque ya os podéis imaginar que no se puede generalizar y siempre hay personas haciendo las cosas bien.
Llevo más de 30 años dedicada al sector inmobiliario y cuando empecé, a pesar de que esta profesión ya arrastraba mala fama, yo elegí otro camino: el de vender con alma. Más de 1000 operaciones después, puedo decir con orgullo que sigo sintiendo mariposas cada vez que ayudo a una familia a encontrar su hogar ideal o a un propietario a cerrar un capítulo importante de su vida de la mejor manera posible.
Mi estilo de venta se basa en la empatía, la escucha activa y el compromiso real. Ponerme en los zapatos de cada uno de los que forman esa familia me ayuda a imaginar qué necesidades tendrá en los próximos 20 años, pasado ese tiempo la vida seguro que habrá cambiado para todos, así que máximo intento pensar en cómo será su vida en estos años, necesidades como colegios, institutos, centros médicos, transporte… y sentarme a escucharles es primordial.
La venta es confianza, eso lo tengo claro y a estas alturas de mi carrera profesional ya no vendo propiedades, acompaño sueños.
Para muchas personas, será la operación económica más importante de su vida y tendrán que elegir cómo será parte de ese futuro en pocos días.
Detrás de cada operación hay historias, emociones, decisiones importantes… y mi labor consiste en hacer ese proceso más humano, transparente y respetuoso.
No creo en las prisas, aunque sí hay una parte del proceso como puede ser una reserva que interesa hacerla con rapidez si te enamoraste de la propiedad, luego ya condicionamos esa reserva a tus intereses.
Tampoco soy amiga de las estrategias agresivas porque no se puede forzar a los compradores, se decidirán por la casa que les enamore, es algo que sentirán cuando la visiten algo inexplicable, siempre y cuando se permitan hacer una inversión con calma si su situación lo permite en ese momento.
Hace años, cuando decidí traspasar fronteras, descubrí que los españoles somos más desconfiados que otras nacionalidades, y el miedo a invertir en el extranjero con seguridad paraliza muchas operaciones, así que me decanté por países de habla hispana en los que había vivido y conocía para ir de la mano de mis clientes. Ofrecer mi experiencia personal y profesional para controlar leyes, contratos y todo el proceso con claridad para todas las partes hizo que hoy pueda decir que soy especialista en ayudar a particulares e inversores a comprar en República Dominicana, México y Miami, Fl.
Creo en conectar, asesorar con honestidad y trabajar con el corazón. Para mí, no hay mayor satisfacción que recibir una llamada años después de una operación, solo para decirme: “Gracias, Raquel, tomamos la mejor decisión contigo” o “Sin ti nunca habría cumplido mi sueño de tener una casa en el Caribe” estos son algunos testimonios de operaciones realizadas en España y Punta Cana.
Eso es lo que me motiva a seguir, la satisfacción y el orgullo vienen del cliente, no de ti.
Y tú, ¿cómo es tu forma de vender? Me encantará leerte.