Recuerdo un día como hoy, cuando con el sol naciente, Estrella mi perrita y yo nos poníamos en la cima de una loma a dar la bienvenida al sol, contemplar su luz y disfrutar de sus caricias en nuestros rostros.
Quince años juntas, hicieron que tengamos un ritual que nos uniría para siempre sin importar el tiempo, el espacio e incluso la vida.
El ritual de contemplar la vida de los bosques y de encontrar en ellos nuestra esencia.
Después de ser bañadas por la energía de los rayos del sol, íbamos a caminar por la naturaleza y paseábamos observando los cambios minúsculos que mostraba la naturaleza de un día a otro.
A ella y a mÍ nos encantaba ya sea de pie, sentadas o acostadas ponernos en las lomas
más altas para sentir el abrazo de Dios en nuestro corazón.
Allí sentíamos el viento acariciar nuestras mejillas y mi pelo, Estrella no podía despeinarse porque era una perrita de pelo corto.
Mientras ella se acomodaba con el porte de una Reina erguida en su trono del bosque, yo me regalaba unas poesías y versos que nacían del alma.
O dejaba fluir los primeros pensamientos que pasasen por mi cabeza en aquella libreta roja que me acompaña todavía a los paseos de bosque.
Sin importar si era invierno, el sol calmaba nuestros fríos cuerpos y las dos seguíamos concentradas en despertar a nuestros sentidos.
Estrella tardó varios años en usar el olfato. Cuando Lola llegó, una Yorkshire de 12 años con ceguera y sordera, Estrella se permitió aprender a oler con consciencia los aromas de la vida.
Lola nos enseñó a ir despacio, con paciencia y actitud frente a la vida.
Un árbol puede ser la sombra para calmar nuestra tristeza y la sombra para dar calor a nuestro corazón.
Estrella, Lola y yo íbamos a nuestro árbol favorito, ellas dos se sentaban a observar, olfatear o incluso se relajaban y yo me acostaba en la paja calentita
El árbol mágico en el que los sonidos de los pájaros eran dulces melodías y el silencio de la mañana era la paz en medio de los fríos vientos.
Allí disfrutaba de escribir, de meditar, reflexionar e incluso de quedarme dormida.
Estrella fue una amante de los bosques en ellos paso los mejores momentos de su vida, fuimos por montañas y divisamos desde la cima el milagro de la vida.
Estrella en sus últimos instantes de vida nos pidió ir a los bosques, las montañas y todo lo que a ella le gustaba.
Era como si el hilo de su vida se uniese para siempre, dónde se encontraba la Estrella naciente que aprendió nadar en los ríos, a saltar de lugares altos y a correr como una cabra en los caminos.
En ese instante se detuvo el tiempo y contemplamos desde la cima de la montaña más alta todo lo que había a nuestro alrededor y más allá de lo que vimos, fue lo que sentimos.
Sentimos que la naturaleza nos ama, nos abraza y que siempre nos cuida y protege.
Sentimos que es el legado que permanecerá en constante cambio y que mantendrá su esencia, la de florecer con la vida y de dar un adiós para ser el regalo de un nuevo nacimiento.
Y en ese último adiós se fundió el amor, el respeto, la humildad, la paz, el silencio, la soledad, el poder de la familia y el abrazo de los bosques.
Una emoción tan intensa junto al desafío de aprender a soltar, confiar y adaptarnos a los cambios y saber que nada sería igual sin ella.
Aprender a realizar mis paseos de naturaleza sola es mi gran reto, confieso que en todos los árboles que veo, en las yerbas verdes y en los rayos de sol de los amaneceres, siento la esencia de Estrella.
La naturaleza nos dio tanto que este mes de marzo quiero rendir homenaje a la naturaleza, los bosques, la poesía, y los pequeños detalles, un mes bautizado con M de mujer y de esencia femenina.
La fuerza florece en cada mujer y se conmemora cada 08 de marzo el recuerdo incesante del corazón, en el que las mujeres somos vida, somos fuego, somos raíz, somos cielo.
En este día internacional de la Mujer, honramos cada paso dado, cada voz alzada, cada semilla sembrada en la historia.
Un día para mirarnos con reconocimiento, amor, abrazar nuestra esencia, aceptarnos con nuestras heridas y sanarlas, disfrutar de nuestro poder creador, ser el amor, la libertad y el grito del alma viva en cada paso dado.
Y así con la fuerza del 8 de marzo aún latiendo en nuestro pecho, llegamos al 21 de marzo, el día en que la vida entera nos llama a renacer.
¿Qué se celebra a nivel mundial el 21 de marzo?
21 de marzo: El día en que el alma despierta
Hoy es un día poderoso. Un día donde la vida renace, la poesía nos susurra al oído y la tierra nos recuerda que estamos vivos.
Día Mundial de la Poesía – Hoy la poesía eres tú. Cada latido, cada suspiro, cada palabra que nace de tu alma. Escríbete, háblate bonito, conviértete en el verso más hermoso de tu historia.
Día Internacional de los Bosques – Los árboles respiran por nosotros. ¿Cuándo fue la última vez que abrazaste uno? Hoy recuerda que eres raíz, eres rama, eres viento.
Día Mundial del Síndrome de Down – La diversidad es un regalo. Hoy, más que nunca, mira con los ojos del amor y abraza la pureza de cada ser.
Nowruz – Año Nuevo Persa – El renacer. Hoy deja atrás lo viejo, suelta, limpia, abre las ventanas de tu alma. Es un nuevo comienzo.
Día Mundial de la Marioneta – El arte nos salva, nos transforma. Hoy, deja que tu niño interior tome el escenario y juegue sin miedo.
Día Internacional del Color – Los colores vibran, sanan, nos elevan. ¿De qué color sientes tu alma hoy?
Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial – El amor no entiende de colores. Hoy, borremos barreras, tejamos puentes, recordemos que todos somos uno.
Hoy no es un día cualquiera. Hoy es un día para despertar. ¿Qué semilla vas a sembrar en tu corazón y en tu vida?
En @evelynsiembra.coach, mi canal de instagram podrás descubrir lo que estamos sembrando para el mes de marzo.
Aquí te comparto algunos regalos que traigo:
Desde enero de este año ya puedes disfrutar del canal Charlas con Alma en youtube, charlas con escritores y escritoras referentes en mentalidad de alto rendimiento y hambre de crecimiento personal y empresarial.
Además, los días 3,4 y 5 de marzo vas a tener la oportunidad de aprender a invertir en negocios sólidos. Tenemos plazas limitadas que solo algunas personas se lo permitirán.
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