En la acera de en frente 6
Cuando la química es más que feromonas, Chemsex
Definir uno de los fenómenos sociales, el que hemos redescubierto en el siglo XXI, ya que drogas y sexo, no es algo nuevo, pero la evolución de los productos químicos que se utilizan, SI.
Hoy lo llamamos Chem (Chemsex). Una cosa que vamos a dejar clara es que no solo pertenece al colectivo LGTB +, pero much@s expertos en la materia, psicólogos, médicos, sociólogos, etc. lo están llamando la pandemia silenciosa.
No soy consumidor de drogas ni adicto a ellas, pero no me son ajenas. Las he probado y para mi suerte no me han gustado o mi experiencia con ellas no han sido gratas, por lo cual el precio a pagar por las sensaciones que aportan para mí física, emocional y económicamente, no me hacen justificar su consumo.
Vamos a entrar a lo teórico: ¿Que el Chemsex?
Según el Ministerio de Sanidad de España y como consta en el DOCUMENTO TÉCNICO ABORDAJE DEL FENÓMENO DEL CHEMSEX. RESUMEN EJECUTIVO
El término chemsex surge de la unión de las palabras chems (chemicals) y sex. En la literatura española, el chemsex ha sido definido como un “uso intencionado de drogas para tener relaciones sexuales por un período largo de tiempo (que puede durar desde varias horas hasta varios días)”
entre GBHSH (gais, bisexuales y otros hombres que tienen sexo con hombres) y cuyo elemento clave es “el tiempo, porque a mayor tiempo puede ocurrir mayor exposición a diversos riesgos o daños”.
No todo consumo de drogas en un contexto sexual es chemsex. Existen otros tipos de consumos de drogas en contextos sexuales, como el de la prostitución femenina y sus clientes, o el de los locales de swingers o intercambio de parejas, etc.
Pero cada uno de estos colectivos tiene características y circunstancias epidemiológicas y culturales distintas, y sus comportamientos sexuales diferentes de los del chemsex.
Este último es un tipo particular de consumo de sustancias con fines sexuales vinculado a la cultura sexual gay.
La práctica del chemsex suele tener lugar en casas particulares, pero también se da en saunas, clubs de sexo, hoteles, zonas de cruising… Puede practicarse en solitario, o entre dos hombres, o en tríos, con frecuencia incluye sexo grupal.
Algunas de las sustancias más frecuentemente asociadas al chemsex son: GHB/GBL, mefedrona u otras catinonas, metanfetamina, poppers, cocaína, ketamina, éxtasis, Viagra, entre otras, siendo habitual el policonsumo.
Las formas de administración son variadas. La vía intravenosa, conocida en este contexto como slamming, implica mayores riesgos para la salud.
El chemsex es más prevalente en grandes ciudades como Barcelona y Madrid, y en destinos turísticos populares entre el público gay (Maspalomas, Torremolinos, Sitges…). Las evidencias apuntan que en España alrededor de 3 de cada 10 pacientes atendidos en las consultas de VIH han practicado chemsex.
En hombres GBHSH con el VIH es elevada la incidencia de la reinfección por el VHC. Las prácticas intensivas y continuadas de chemsex pueden tener implicaciones graves para la salud, incluyendo: alto riesgo tanto para la adquisición y transmisión del VIH y otras ITS, consumo problemático de sustancias, adicción, impactos sobre la salud mental, deterioro físico, hipersexualización del ocio, reducción del rendimiento laboral o el académico, deterioro de las redes de solidaridad primaria, entre otras situaciones descritas.
Los fármacos antirretrovirales para el tratamiento del VIH y algunas drogas usadas en el contexto del chemsex interaccionan entre ellos, tanto aumentando la concentración de las drogas, como produciendo una eliminación más rápida de las mismas. Ya en este punto me quería detener.
No seguir dentro del contexto científico, sino abordarlo desde el punto humano, personal, de la experiencia que me toca. Si estimado lector, hoy otra vez me toca desnudar mis emociones y hablar desde el yo.
¿Cuáles son los motivos que te hacen entrar al Chemsex?
Realmente hay muchos, pero tienen todos que ver, más con los estados psicológicos efectivos del individuo. Vivimos en una sociedad donde el sexo es mercancía, el potencial del atractivo físico es mandatorio.
¿O pensabas que todo el mundo que asiste a un gimnasio es por salud y amor al deporte?
La hipersexualización nos bombardea todos los días y todo el día, esta lleva años en nuestra sociedad y la publicidad la ha hecho su baluarte, el desarrollo de los más media ha volcado esa búsqueda incansable de la imagen perfecta, joven y sexual. Dejándonos claro que la competencia de nuestros atributos físicos está cada día más a la vista, las redes sociales nos han dado esa vitrina de exhibición en las cuales muchas veces no solo es una oda a nuestro ego, sino también un pilar de nuestra seguridad personal.
También otro punto en cuestión es el sentido de pertenencia, Barcelona, como muchas ciudades europeas, son puntos de migración permanentes y muchas veces el querer encajar en un grupo social te hace entrar a algunos hábitos que se dan en el entorno. El espejo frente a la pantalla
¿Qué pasa con lo que vemos reflejado y cuándo nos vemos?
Bueno, no siempre la imagen es satisfactoria.
Aquí es el punto que nos llegan todas nuestras inseguridades, ya que queremos gustar a quien o quienes nos gustan. Las expectativas están muy altas, el querer cumplir a todos y a todas nos llega, con esa imagen distópica que nos da la pornografía, en la cual queremos vivir esa fantasía que muchas veces, sea por timidez o complejos, no nos desatamos a tener y llega aquí el polvo, pastilla, líquido o la forma que adopte el pasaje a Neverland y, saltamos al vacío afirmando nuestra emocionalidad a este seguro de personalidad.
“Aquí abajo todos flotan” diría IT: Aquí soy el rey del mundo, conquisto a todos y todas, mi capacidad para el sexo es lo más y el tiempo ya no es un problema.
Y pasamos del miedo al sueño, del no puedo al no tengo límites.
¿Pero cuándo el efecto se va, que nos queda?
Bienvenida Realidad, pero ser bello, deseado y tener una capacidad de mantener el ritmo es necesaria nuevamente, por ello me vuelvo a meter. Así vamos viendo que la mezcla de factores hace que el día de hoy, los sentimientos no sean más que las sensaciones. Daños Colaterales
¿Qué pasa con quién no consume y no es adicto, pero justamente se engancha de alguien que está dentro de este círculo de placer sin límites?
Alternativa uno:
Entra al círculo por sentirse parte de este club, poniendo sus emociones a costa de sus sensaciones.
Alternativa dos:
Rechaza de cuajo
Alternativa tres:
Se va… pero con el dolor de que quizás vivir algo que sus emociones reconocieron como afecto y amor.
Pero la realidad solo tocó el estado químico de alguien que estaba en su mejor colocón.
Inevitablemente, todas las alternativas van a ser dolorosas. Si te unes al círculo, eres consciente que las emociones son fruto de alteraciones químicas mezcladas con sentimientos, pero al igual que hay «subidones» habrá «bajones» y estos suelen ser más perjudiciales. Si rechazas del todo, te va a quedar el dolor de no poder hacer nada para que esa persona que quieres salga de ese círculo. Pero salir de ese círculo no es tu decisión, sino la que esa otra persona debe tomar. A medida que la persona lleva más tiempo consumiendo, su carácter se va alterando también.
Sus inseguridades, miedos y agresividad van en aumento. Hasta que empieza la falta de control, y el momento «sexual» pasa factura, se funde con el día a día… y el coste es muy elevado. Los “daños colaterales” no solo los sufre él, la, ele, individuo en cuestión, sino también el entorno, las personas que sentimos algo por quienes han tomado este camino.
Cuando hablo desde dentro, no es solo yo quien ha pasado por esta experiencia de conocer a alguien que se ha enganchado y te dice que controla. Esta experiencia la hemos vivido muchas personas en mi entorno. No es cómodo hablar de ella, ya que las emociones y sentimientos están. Como sociedad nos hace falta, mucha, pero mucha educación emocional, no solo para entender nuestras emociones y sentimientos, sino también para poder dar un apoyo a otras personas de forma asertiva, constructiva.
Si conoces a alguien que está enganchado y quiere salir de esta o quieres buscar apoyo, aquí te puedo dejar algún contacto: Barcelona +34 934 52 24 35 chemsex@stopsida.com
Madrid +34 629 447 325 psicosocial3@apoyopositivo.org Málaga +34 670 51 81 30 malaga@apoyopositivo.org
Un documental que trata muy seriamente el tema lo encuentras en Filmin es Chemsex, dirigida y producida por William Fairman y Max Gogarty
El tema no es fácil querid@ lector adentrarme, es este tema, os juro que no me ha sido fácil, ya que más de una lágrima he dejado entre los párrafos, tratando de encontrar como explicar este tema que invito honestamente a la discusión, poniendo siempre foco en el respeto, apoyo de quienes lidian con esta situación día a día.
Es sencillo mirar para el otro lado y hacer que no vemos o, dejar a nuestr@s amig@s, parejas, etc. a un lado del camino, pero esta sociedad la construimos tod@s. Aún no termina la pandemia de la Covid, la guerra de Ucrania con una bala mal puesta puede cambiar el curso de todo el mundo, ya lo está haciendo económicamente.
El último tiempo, nuestra salud mental, está muy afectada, seamos empáticos.
PD: Con Amor Miquel Claudì-López
@miquelclaud31
1 comentario en «En la acera de en frente 6. Chemsex»
Artículos como este son necesarios. Sobre todo para un público más joven que se deja llevar y no sabe cuándo echar el freno.
Además que está muy bien enfocado desde el punto humano del escritor y con eso mucha gente se puede sentir identificad@
Mis felicitaciones