6 MANERAS DE FORTALECER TU SISTEMA INMUNE PARA UN MEJOR BIENESTAR
Photo : dane-wetton-zdLdgGbi9Ow-unsplash
Hay una cantidad de factores que afectan nuestro sistema inmunológico. El cambio de estaciones, nuestras ajetreadas rutinas y la contaminación son solo algunos ejemplos de factores que conducen a una menor inmunidad, resfriados, gripe y alergias.
Cuando se combina con las malas decisiones que tomamos en términos en nuestra dieta, nivel de actividad y priorización de nuestra salud, el sufrimiento de enfermedades e infecciones virales es inevitable.
Sin embargo, hay muchas formas en las que podemos estimular nuestro sistema inmunológico para mantener a raya las enfermedades y dolencias. Estas maneras son fáciles de adoptar y pueden ayudarte mucho a fortalecer tu sistema inmunológico y mantenerte más saludable por más tiempo.
El mejor enfoque para conseguir y mantener un sistema inmunológico fuerte es tomar pequeñas acciones diarias para tu cuerpo y mente.
- AGREGA VERDURAS VERDES A TUS COMIDAS A DIARIO

Los vegetales verdes son la fuente de proteínas; clorofila; muchos minerales esenciales como magnesio, hierro, calcio y potasio; vitaminas C, K, E y muchas de las vitaminas B; y están llenas de antioxidantes. Estos nutrientes hacen que las verduras de hoja verde sean increíbles para la desintoxicación, la purificación de la sangre y el refuerzo de la inmunidad. Trate de agregar tantas verduras como sea posible en tu dieta diaria. Algunas de las verduras verdes más beneficiosas incluyen las siguientes: Berro, Espinacas, Col rizada, Lechuga, Radicchio, Hojas de remolacha, Rúcula, Endibia, Coles, Acelga, Hojas de mostaza, Hierbas frescas como perejil, menta, cilantro, y albahaca. Hay muchas formas de incorporar verduras verdes a tu dieta, las más efectivas son en ensaladas, en smoothies, o cocidas al vapor.
- EVITA EL AZÚCAR REFINADA Y LOS ALIMENTOS PROCESADOS
El azúcar refinada y los alimentos procesados pueden ser realmente perjudiciales para la salud, ya que se han relacionado con muchas enfermedades graves como el cáncer y las enfermedades cardíacas. El azúcar además es increíblemente adictiva. Estas son algunas de las formas en las que puedes eliminar el azúcar: Motívate a dejar el mal hábito, evita tomar cualquier forma de soda y bebidas endulzadas, no comer alimentos procesados, e incorpora más grasas y proteína a tu dieta.
- AGREGA TÉS DE SETAS MEDICINALES QUE AUMENTAN LA INMUNIDAD
Los tés de hongos son el nuevo superalimento que ayuda a mejorar el sistema inmunológico. Se pueden utilizar como champiñones secos, enteros o en polvo, y se pueden preparar en agua caliente. No hay nada nuevo en el uso de hongos para mejorar la salud, ya que se han usado por miles de años. Los tipos de setas que más se emplean para apoyar el sistema inmune son: el Reishi y el Chaga. Es fundamental mantener un sistema inmunológico sano para mantener un cuerpo sano. Los hongos, también conocidos como «hongos medicinales», son «adaptógenos». Los adaptógenos son inmunomoduladores porque son las únicas plantas que tienen la capacidad de equilibrar el sistema inmunológico y mejorar la salud.
Al elegir tu té de hongos, busca hongos orgánicos, ya que los hongos cultivados tienen una tendencia a absorber plaguicidas y metales pesados del medio ambiente.

- RESPIRAR
El sistema inmunológico se ve afectado tanto por los procesos de pensamiento negativos como por el estrés. Nuestras vidas comienzan y terminan con la respiración y, entre estos dos momentos de nacimiento y muerte, la mayoría de nosotros respiramos incontables veces, pero rara vez lo notamos. Estamos bajo el asedio constante de problemas emocionales y de salud recurrentes que obstruyen constantemente la calidad de vida. Traumas como el abandono emocional, el abuso violento o las lesiones físicas nos han hecho olvidar nuestro yo instintivo. Por lo general, la respiración es la primera respuesta fisiológica al verse afectado por un trauma, pero el cambio en los patrones de respiración rara vez se nota. La respiración profunda tiene la capacidad de calmar la mente y el cuerpo al brindar una sensación de paz y tranquilidad a lo que sea que estés enfrentando. Tómate un tiempo en tu rutina diaria para respirar profundamente y hazlo en un ambiente fresco y natural para permitir la inhalación de aire fresco y maximizar los beneficios.
- DUERME Y DESCANSA
Nuestro cuerpo necesita dormir y descansar con regularidad para poder desempeñarse de la mejor manera y defenderse de cualquier enfermedad y síntoma que se le presente. El objetivo debe ser dormir al menos siete horas cada noche con un patrón de sueño regular. Esto ayuda a crear un ciclo regular en el cuerpo para ayudar a restaurar, rejuvenecer y mejorar el sistema inmunológico y fortalecerlo. Tomar una siesta breve durante el día también es importante y ayuda a desconectar la mente y relajarse, lo que conduce al fortalecimiento y equilibrio del sistema inmunológico. La investigación ha demostrado que existe un vínculo directo entre el sueño y el sistema inmunológico. Una de las consecuencias de la falta de sueño es un debilitamiento del sistema inmunológico que nos deja desprotegidos cuando llega el próximo virus al ataque y somos más propensos a enfermar. Dormir lo suficiente es la clave para mantenerse saludable y fortalecer el sistema inmunológico.
- EJERCITARTE DIARIAMENTE
La última, pero ciertamente no menos valiosa, forma efectiva de estimular el sistema inmunológico es realizar ejercicio o actividad física con regularidad. El esfuerzo físico ayuda a disminuir las posibilidades de desarrollar una enfermedad cardíaca. También mantiene los huesos sanos y fuertes. La actividad física ayuda a eliminar las bacterias de los pulmones y las vías respiratorias, lo que reduce en gran medida las posibilidades de contraer resfriado, gripe u otras enfermedades virales. El ligero aumento de la temperatura corporal durante y después del ejercicio ayuda a prevenir el crecimiento de bacterias y ayuda al cuerpo a defenderse mejor de las infecciones. El ejercicio también resulta útil para ralentizar la liberación de hormonas del estrés. Muchas enfermedades atacan cuando estamos estresados y vulnerables, por lo que las hormonas del estrés más bajas protegen de muchas enfermedades de esta manera.