CONTAR NUESTRA PROPIA HISTORIA

Un día, cuando hacía poco que mi hijo Ernest ya había dejado este mundo físico, caminábamos cerca del Instituto de Tona con Chicho, y me vino el recuerdo de lo que sentimos cuando aún lo estaban construyendo, porque que dos años después Ernest ya iría allí como alumno y sentíamos cosquillas en la barriga de emoción y alegría al pensar que ya sería lo suficientemente  mayor como para estar ahí… Recordaba todo aquel ayer con ilusión hasta que me empezó a llegar una sombra de tristeza. Fue  entonces que, como un relámpago, escuché la voz clara de Ernest dentro de mí diciéndome:

 -“¿Eh que fue bonito, mamá?”

 -Sí, cariño, pero… 

-“¿Eh que fue bonito, mamá?” –me preguntó de nuevo la voz de Ernest.

 -Sí, precioso, mucho, pero…

 -“¿Eh que fué bonito, mamá?” –me cortó por tercera vez la voz vibrante de mi hijo… Y entonces me di cuenta: y le respondí:

 -“¡Sí, Ernest, fue muy bonito, gracias, precioso!”.

Fue muy hermoso, y punto.  Me di cuenta de lo que Ernest me estaba haciendo ver con aquella pregunta, me estaba enseñando a quitar el “pero” de mi vida, de mis recuerdos. Sí, hijo, fue  preciosa  nuestra vivencia, fue preciosa  nuestra vida juntos, son preciosos los recuerdos de lo que vivimos, y punto. El “pero” solamente tapa, solamente reduce, solamente pone una sombra a lo que fue, cuando lo que fue estuvo PRECIOSO.

El presente, el ahora que vivo, es el que me hace poner inconscientemente a veces, el “pero” en mi vida, pero eso es solo creación mía. Mi presente, el sendero que debo caminar ahora sin él físicamente aquí, es mi camino, mi responsabilidad, mi tarea. Si me cuesta, si me duele, si lo hubiera querido diferente es cosa mía, no suya. Su vida fue impecable, divertida, llena, creativa, amorosa y feliz. Mi vida con él fue igual, lo que yo veía en él, él lo veía en mi, fue una felicidad increíble y real. Que ahora lo añore es normal, pero nada me da derecho a tapar lo que fue su existencia con nosotros, solamente por mi posible tristeza o dificultad de ahora  para asumir su partida y caminar hacia adelante, esto nunca. El motor de mi vida,  todo  lo que nos ha mostrado y enseñado y nos ha hecho vivir, esto es lo que brilla y brillará siempre en mí.

Las palabras nos traicionan muchas veces. El corazón, nuestro ser divino nos habla de eternidad, de unión, de ausencia de límites para el amor, de continuidad, de reencuentro, de libertad del ser y de la maravilla que reencontramos cuando dejamos los límites de nuestro cuerpo… Por contra, cuando hablamos terrenalmente, muchas veces no reflejamos esta verdad que llevamos dentro y que nos mueve. Nuestras palabras nos sorprenden y nos  traicionan a veces con matices que hablan de separación, de vacío, de final, de desesperanza… Las palabras tienen un gran poder, ya que crean  nuestra realidad, la vibración que llama a la misma vibración. Hemos de ser conscientes de aquello que expresamos: 

-¿Cuántas veces decimos “NO”, cada día a nosotros mismos y a los demás?

 -¿Qué  creencia dicta nuestras opiniones? ¿Las creencias de miedo o de confianza en la vida?

 -¿Sabemos escuchar sin opinar enseguida sobre lo que nos están diciendo? ¿Escuchar y nada más? ¿Escuchar en silencio sin juzgar nada de lo que estamos oyendo?

 -¿Somos conscientes de que no siempre las palabras que decimos reflejan nuestra verdad? 

-¿Cuántas veces callamos o asentimos para no sentirnos la oveja negra entre las blancas? ¿O la blanca entre las negras?

Todas las emociones y las creencias las llevamos en nuestro interior, están en habitaciones separadas, pero una al lado de la otra. En una habitan las que nos conducen a la rabia, al odio, al juicio, a la negación, a la necesidad de buscar culpables afuera, a descargar nuestro peso contra quien sea, normalmente y  paradójicamente, con los que más amamos y nos aman… 

En la otra habitación, tenemos las emociones y las creencias que nos hacen bien y nos aportan camino y luz, las que nos conducen a la confianza, a creer en nosotros, a amar, a responsabilizarnos de nuestras acciones y pensamientos, a servir a los demás, a mirar más allá de nuestras limitaciones mentales, a reír y a compartir nuestro  júbilo de vivir. 

Tenemos las dos habitaciones en nosotros, muy juntas la una de la otra. Abrir una puerta o abrir la otra nos lleva a vibraciones totalmente diferentes. Podemos ser conscientes de ello y  cultivar la que nos da alas para conectar con el amor y con nuestra esencia, o bien podemos continuar abriendo, inconscientemente y  de forma impulsiva muchas veces, la que nos conecta con el miedo y el juicio permanente. Es una opción nuestra y  no depende de nadie más, solamente de nuestra intención y de nuestra consciencia. 

Todas las personas vamos dejando atrás muchas cosas a lo largo de la vida, muchas son increíblemente importantes para nosotras, tanto, que pensamos que sin ellas no podremos ser ya las mismas personas ni podremos ser nunca  más felices. Y algo  de esta afirmación es  cierta, ya  que cada persona, situación o vivencia que se va, que tenía que ser para “siempre” y no lo ha sido, tiene precisamente  el objetivo de hacernos diferentes, de cambiarnos, de darnos la vuelta para que podamos crear nuevas versiones de nosotros mismas a partir de lo que ahora  ya  no tenemos pero que hemos tenido el privilegio de vivir, de disfrutar mientras estaba, que nos ha  hecho felices, que nos ha hecho crecer y que deberíamos agradecer para siempre.

¿Qué palabras utilizamos para contar nuestra historia personal de amor? ¿Cómo nos la contamos a nosotros mismos y a los demás? ¿La historia de aquel hijo o hija, la de aquella pareja, la de aquel trabajo, o la de aquel estatus económico que vivíamos y que ahora ya no está en nuestro presente?

¿Somos capaces de encontrar nuevas palabras que salen de nuestro interior para hacerlo?  ¿O nos limitamos a utilizar las que la sociedad nos ha dado desde siempre, a pesar que no reflejan nuestra verdad más profunda?

Las palabras que encontramos para definir una  vivencia que se aparta de lo que  la  sociedad nos ha enseñado, por ejemplo, de la muerte, nos puede ayudar mucho a cambiar estas semillas gastadas de nuestra mente, y a crear semillas nuevas que nos acerquen cada vez más a expresar lo que nuestro corazón y  nuestra experiencia de vida siente y está aprendiendo. 

Seamos capaces de encontrar aquello que nos ayude a evolucionar y hagamos caso de nuestro sentir y vivir, en todos los aspectos, para poder encontrar nuestra propia y genuina voz y expresar al mundo con todo el amor que nutre nuestra vida. 

Maria Dolors Beltran Boixadera

mamasocaquí.com

Facebook
Twitter
LinkedIn

11 comentarios en «CONTAR NUESTRA PROPIA HISTORIA»

  1. Dolors y Ernest
    Preciados seres amados, gracias por este nuevos mensaje sencillamente profundo, como la alegria de existir que tenia entre las manos.
    Dejemos que la causalidad nos sorprenda de vez en cuando, para aligerar y aceptar cada experiència que se nos presenta, porque en el fondo son regalos de amor que nos damos constantemente.
    Gracias a los dos, por seguir compartiéndonos su amor gran eterno.
    Les llevo en mi corazón.
    Gilbert

    Responder
  2. Que facil es coger la puerta equivocada pero sin embargo, sois un ejemplo a seguir y día tras día, nos ayudais a coger la puerta correcta.
    Gracias por formar parte de mi vida, os quiero.

    Responder
  3. RESIGNIFICAR nuestra existencia, a cada paso, con cada tropiezo o acierto. Tener el valor de poner atención en nuestro cotidiano. Respirar en Presente, profundizar para no traspasar tantas veces ese pensamiento que nos lleva a polarizarlo todo alrededor.
    Somos humanos y conectamos con todas esas emociones pero a la vez, tomemos las riendas de recuperar la mirada en positivo.
    Gracias Familia por vuestro testimonio de AMOR interestelar.

    Responder
  4. me gusta lo que transmites Dolors. veo un reflejo de sentimientos profundos desde el corazón. tengo mis días oscuros , días de pensamientos de lo que podría haber sido nuestra vida si aún siguiese aquí mi hijo. debo seguir y honrarlo lo sé pero hay días que abrimos esa puerta.pero si sé que mientras el estuvo aquí fue maravilloso y eso nos ayuda a seguir y abrir la otra puerta , es así . te entiendo te admiro y me encanta lo que transmites. ❤️🫂

    Responder
  5. Gracias de nuevo, Dolors, por estas palabras que nos recuerdan como, sin darnos cuenta llevados por nuestras experiencias de vida, salimos de ese centro de Amor que somos.
    El mantra que me acompaña y me ayuda a volver a lo que soy es
    SI a la VIDA, tal y como es

    Responder
  6. L’univers és l’escenari del desenvolupament de la consciència divina, que es reflecteix a si mateixa per mitjà de la humanitat.
    Per tant, podríem dir que nosaltres som col·laboradors necessaris de Déu
    perquè es contempli a si mateix.
    Aquest objectiu s’ha de tenir ben clar i s’ha d’anar repetint: Déu va crear el món per fer.
    I aquí entra la paraula, aquesta eina de creació tan important de què disposem i de la qual som responsables, els únics responsables. La paraula porta el pensament i el pensament, si és pur, si és net, si surt de la consciència, si està influït pels centres superiors… porta a l’acció, una acció exempta de judici i de prejudici, una acció de servei, una acció dirigida per l’amor que ens aporta harmonia, pau, equilibri, intuïció i clarividència.
    Observem des de quin àmbit observem el món. Què hi veiem? Què en diem? Des d’on parlem: des de la por, des de la ignorància, des de la desesperança, des de la crítica i la burla, des de la superioritat de les meves idees…
    Observem-nos, observem quines paraules utilitzem, quin diàleg mantenim amb nosaltres i amb els altres, quina posició adoptem quan parlem: vull convèncer, vull tenir raó, vull que el meu criteri acabi guanyant; dialogo per imposar les meves idees, que en el fons, sé que són les millors, les més correctes i assenyades; dialogo per crear-ne una imatge o per mantenir-la…
    Parlem des de l’agraïment, des de la compassió, des de la humilitat de saber que no sabem, des de l’amor a tot i a tots, perquè entre aquest arbre i jo, hi ha Déu, entre els teus ulls i els meus, hi ha Déu, entre el teu pensament i el meu, hi ha Deu.

    Responder
  7. Sàbies reflexions qué ens deixes aquí que no queden oblidades sinò que et fan reaccionar i unir-se a la creença de que el pas per la vida, la vida des de que néixem fins al moment que morirem és una preparación per la vida espiritual que ens espera. I vull unir-me a d’aquesta manera que has de viure-la ara. I és que jo vull unir-me a ma filla que ens ha deixat. I sí, hem de viure el present allunyat-nos del “però” que cites perquè si mires cap enrera notant els bons moments viscuts podem allunyat-nos d’un posit positiu que ens ha marcat i que ara ens fa ser tal vom som.
    I ha dies negres plens d”anyorança i tristesa i és quan reacciono pensant i recordant l’objectiu que ella tenia i que compartía amb sa germana: “Que els pares no pateixin.” I me l’imagino envías y-me un somriure dolç com si volgués dir:”¿Què fas, papà?,. No vull veure’t així. Anima’t.” I li faig cas, pensó en ella, quan em feia pessigollre i en deia ríen “gruny-gruny”. M’aixeco, miro la seva cara plasmada en tantes fotografíes que hi ha enganxades a les parets de la casa. I ella em fa reaccionar, aixecar-me, I en Donaforces per viur el present i planificar el futur amb ganes.
    Y sí, aprofitar el don de la paraula utilitzar-la per fer el bé, ser permisiu i allunyar-te dé qye allò què pensó és corrected i inamobibibke. Saber escolar, donar él teu punt dé vista sin intentar canviar él dé l’altre. Qye coincidim, bé; que no, ès igual però sense perdre l’amistad.

    Responder
  8. Dolors, cada vegada que llegeixo un escrit teu, se m’obren portals. Les teves paraules i com les encaixes en les oracions faciliten la comunicació amb la part més essencial; no són paraules buides que sonin bé. Per a mi, són paraules que transmeten una veritat que arrela al mes profund i, així, sent aquesta veritat teva com a meva.
    Que n’és d’important que les generacions més joves aprenguin a sentir el llenguatge y la comunicació com a part essencial d’ells mateixos i de la vida. Que percebin que la paraula és l’únic «lloc» on el món diví i el món humà poden establir un contacte vertader. Una manera de fer això possible és, Dolors, que es llegeixin els teus escrits.
    Record que als meus alumnes els «prohibia» dues paraules en el seu llenguatge: NO i PERÒ. Crec que varen tenir bons resultats.
    Gràcies per fer-me recordar i per poder-te llegir.

    Responder

Deja un comentario