Uno de los hitos más importantes del desarrollo infantil es el control de esfínteres, es uno de los momentos en que consideramos que el/la bebé pasa a ser niño o niña. Se trata de un proceso madurativo natural en que la persona reconoce la necesidad de hacer pipí o caca y es capaz de retenerlo. Al tratarse de un proceso madurativo cada persona sigue su propio ritmo y aunque la mayoría suele conseguirlo entre los dos y tres años, depende de muchos factores conseguir este objetivo de autonomía.
Existen diferentes puntos de vista y maneras de “enfrentarse” a dicho reto, dependerá mucho del estilo de los tutores, de cómo enfoquen este momento. Hay quien considera que el pañal se quita y hay quien cree que el pañal se deja. Por mucho que los adultos queramos, el momento será cuando la niña o el niño esté preparadx y no solo a nivel motor, también neuronal y sobretodo emocional.
El/La peque no solo tiene que ser capaz, sino que tiene que querer. Todos estos factores deben de funcionar de manera coordinada para que el proceso sea lo más natural y agradable posible. No es algo que se aprenda sino una capacidad que se adquiere cuando se tiene un cierto grado de madurez neurológica, así que si no ha llegado a esa madurez no tiene ningún sentido (es más, puede ser contraproducente) forzar ese proceso con un “entrenamiento” que seguramente acabe frustrando a mayores y pequeñx.
La mayoría de los peques están preparados antes de empezar el colegio, muchxs de ellxs lo han conseguido durante el verano, pero hay quien necesitará un poco más (casos concretos) y no pasa nada. Es muy importante respetar sus ritmos y estar atentos a las señales que nos avisen cuando están preparadxs.
¿Cuáles son estas señales?
La primera y más clara es que el niño o la niña verbalice que ya no quiere el pañal.
Cuando son ellas o ellos quien avisan que tienen pipí o caca o que se lo han hecho.
Cuando el pañal aguanta seco por un largo período de tiempo.
Cuando son capaces de bajarse y subirse la ropa.
Cuando entiende para qué sirve el wc, el orinal y muestra predisposición a sentarse.
Cuando busca un sitio para hacer caca a escondidas.
Como comentaba más arriba no se debe forzar porque podríamos bloquear este proceso natural, pero sí es importante que el adulto o los adultos que le acompañen en este camino sean un referente, una motivación.
No creo que el “truco” esté en premiarles cuando lo consiguen y mucho menos en regañarles o mostrar enfado cuando no es así. Es muy importante animar a que lo intenten si creemos que están preparados.
Sentarlxs cada X tiempo y esperar a que salga no es ayudarlx de manera respetuosa, no es hacerle partícipe de su propio proceso, sino creernos en el derecho de decidir por ellxs. Nuestra ayuda tiene que ser de compañía, de transmitirles la seguridad de que lo van a conseguir y de ayudarles a ser autónomxs o, al menos, intentarlo.
Si un/una peque no es capaz de bajarse la ropa y lo tiene que hacer el adulto, es obvio que aún no está preparadx. Una vez se empieza el proceso es crucial acompañarlos respetando tanto sus necesidades físicas como las emocionales.
¿Cómo acompañarlos?
Siendo conscientes que puede ser un momento complicado y armándose de paciencia. Si nos ven segurxs y confiadxs, estarán más tranquilxs.
Ayudándoles a conocer su propio cuerpo.
Dejándoles estar en el baño mientras lo usamos nosotros y responder si nos hacen preguntas sobre el tema.
Ofreciéndoles diferentes opciones: el wáter, el reductor de wc o un orinal.
No forzando ningún momento, al principio quizás se siente dos segundos o quiera estar mucho rato. Poco a poco se irá autorregulando.
Teniendo en cuenta que, aunque le veamos preparadx y creamos que sea el momento, siempre puede haber escapes.
Y que sí, pasados unos días no hay avance, no pasa nada por volver a poner pañal hasta después de un tiempo.
Una buena manera de conseguir con éxito este reto personal es esperar a quitar el pañal cuando, aun llevándolo, van utilizando cada vez más el wáter y menos el pañal.
Llevando siempre ropa de recambio, protectores para el coche, el cochecito…
Podemos comprar libros sobre el tema que le animen y les sirva de referente. Y como siempre, acabamos el artículo con la recomendación de algunos libros relacionados con el tema.
Esta es mi selección, pero hay ya muchísima literatura sobre ello.
• ¿PUEDO MIRAR TU PAÑAL? / PUEDO MIRAR TU ORINAL?
Los dos son de Guido Van Genechten y editado por Sm
• VOY SOLO AL BAÑO / VOY SOLA AL BAÑO de diversos autores y editorial Timun Mas
• ADIÓS PAÑAL de Patricia Geis y Sergio Folch y editorial Combel.
Los que tengáis hijxs mayores, seguro que os ha recordado aquella experiencia y a lxs que estáis o vais a empezar mucho ánimo.
Y a todxs, un saludo
Laura González
@lecturas_paraelalma_kids
2 comentarios en «¡ADIÓS PAÑAL! ¿Se le quita o lo deja?»
No podría estar más de acuerdo. Gracias por la selección de libros, apuntados quedan!!
Un articulo muy importante y consejos muy buenos tanto para los padres como para los educadores. 👏☺️