Aprender a soltar: un acto de liberación consciente

Libera emociones retenidas y recupera tu paz emocional

¿Sientes que llevas un peso dentro de ti que no sabes cómo liberar?
Ese peso son emociones como la rabia, la frustración, la tristeza o la ira, que se quedan atrapadas en tu cuerpo y mente, afectando tu energía y tu equilibrio emocional.

En el artículo anterior hablamos sobre la diferencia entre soltar, dejar ir y abandonar. Hoy damos un paso más profundo: aprender a soltar de verdad, sintiendo el alivio y la claridad que surgen cuando liberamos lo que nos lastima.

Lo que comparto aquí son prácticas que aplico tanto en mis sesiones como en mi propia vida, y siempre ocurre lo mismo: después de soltar, llega una sensación de alivio, ligereza y paz emocional.
Porque aprender a soltar es un acto de salud y de amor propio. Es decirle a nuestro cuerpo: “ya no necesito seguir sosteniendo esto”.

Haz una pausa y pregúntate
• ¿Te ha pasado que guardas lo que sientes para evitar un conflicto?
• ¿A quién te gustaría decirle lo que no has podido?
• ¿Qué pasaría si hoy dijeras lo que realmente sientes?

 A veces, soltar empieza simplemente con atrevernos a mirar lo que evitamos.

Liberar el enfado, la rabia o la ira acumulada

Escena cotidiana:
Al final de un día largo, tu pareja, un amigo o un familiar te reprocha algo pequeño, o alguien cercano te hace sentir que no es suficiente. Te invade la frustración, pero callas por miedo al conflicto. Esa rabia se queda dentro, creciendo con cada silencio.

Ejercicio práctico:

  1. Busca un lugar tranquilo y seguro, donde estés a solas. Puedes poner música que te ayude a sentir libertad para expresarte.
  2. Conecta con la emoción: visualiza a la persona o situación que te genera enojo. Observa dónde se tensa tu cuerpo.
  3. Exprésalo sin filtros:
    • Grita lo que sientes.
    • Golpea un cojín o almohada para liberar tensión física.
    • Habla en voz alta, di todo lo que venga sin censurarte.
    • Permítete dejar salir cada palabra y emoción.

Preguntas para reflexionar:
• ¿Cómo te sientes después de desahogarte un poco?
• ¿Notas tu cuerpo o tu mente más livianos?

Soltar la tristeza o la decepción

Después de liberar la rabia, puede aparecer tristeza o decepción. Permite que estas emociones fluyan, aligera tu cuerpo y tu mente.

Ejercicio práctico:

  • Permítete llorar sin censura.
  • Escucha música que acompañe tu estado emocional.
  • Habla contigo mismo/a o escribe lo que sientes.

Preguntas sencillas para reflexionar:

  • ¿Dónde sientes esta tristeza en tu cuerpo?
  • ¿Qué pasaría si la dejaras salir ahora mismo?

Muchos notan que, tras hacerlo, sus hombros se relajan, la mente se aclara y aparece una calma profunda, incluso después de llorar.

Recomendaciones para soltar emociones de forma segura

  • No juzgues lo que sientes: todas las emociones son válidas.
  • Elige un espacio donde puedas estar tranquilo/a y sin interrupciones.
  • Acompaña la expresión con respiraciones profundas para liberar tensión.
  • Observa los pequeños cambios: a veces soltar no es un grito, también es un suspiro.

Reflexión final: soltar para cuidar tu bienestar

Soltar no significa olvidar ni actuar desde la rabia. Soltar es cuidarte a ti mismo/a.
Cada vez que te permites soltar, tu cuerpo y tu mente se alivian. Lo he visto muchas veces: el cuerpo se suaviza, el rostro se ilumina y la mente recupera su claridad.
Lo más valioso: puedes liberar emociones intensas como la ira, la frustración o la tristeza sin lastimar a nadie, sin generar conflictos y sin arrepentimientos. Y si luego necesitas hablar con alguien, lo harás desde un lugar más calmado y consciente, no desde la emoción acumulada.
Hoy puedes dar el primer paso: soltar una emoción, liberar una palabra no dicha o permitirte sentir sin miedo..Descubre más en yudithtechera.com y acompáñate a liberar lo que pesa, reconectar con tu equilibrio emocional y vivir con más ligereza.
Cada paso que das hacia ti mismo/a es un acto de amor y cuidado personal, una manera de recordarte que mereces vivir con paz interior.

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