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Calidad de vida vs. Fibromialgia

Calidad de vida vs. Fibromialgia

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Me gustaría en este artículo, intentar dejar caer la etiqueta y creencia que se le ha impuesto a esta dolencia que sufren cada vez más y más personas, “de enfermedad crónica y no hay curación” … En este artículo voy a intentar dar esperanza a ese gran número de personas que la sufren y trasmitirle el mensaje a pesar de lo que nos dicen los diagnósticos médicos, si se puede mejorar la calidad de vida incluso curar.

Un gran número de personas cada vez mayor, seguramente debido al estilo de vida al que estamos sometidos, presiones económicas, reglas establecidas socialmente, un sinfín de quehaceres diarios, haciendo que cada vez nos olvidemos más y más de nuestra verdadera esencia, actuando a modo de piloto automático y rutinario desconectándonos por completo de nosotros mismos.

Esta forma de vivir durante largos periodos de tiempo crea conflictos muchas veces de forma inconsciente los cuales no atendemos y acaban somatizándose a nivel físico pudiendo desarrollar una fibromialgia entre otras enfermedades.

Nuestro cuerpo es muy sabio y cuando la enfermedad física aparece no es más que una señal de alarma que algo en nuestro interior necesita de nuestra atención. Cuando aparecen los primeros síntomas de esta dolencia muchas veces no los percibimos como tal, pues estamos acostumbrados a convivir con ellos o simplemente no les prestamos atención, pero cuando aparece el primer brote es cuando comienza ese peregrinar por los médicos, pruebas y más pruebas, y por descarte después de un largo periodo de tiempo por fin llega el diagnóstico, Fibromialgia.

Ahí es cuando se tiene la primera decepción al escuchar que es crónico y además no hay cura, recetando un sinfín de medicamentos que en realidad cada vez se necesita más dosis y perjudican más que ayudan, cabiendo la posibilidad de entrar en círculo vicioso del cual cuesta mucho salir, pues caemos en la trampa de creer que nunca más tendremos calidad de vida. Tras experimentar e investigar puedo asegurar que, si se puede mitigar síntomas e incluso reducir hasta desaparecer, si se puede recuperar la calidad de vida, si se puede ganar salud.

De todas las teorías que hay al respecto, teorías porque no se pueden probar en laboratorios clínicos, y por ello muchos facultativos no les dan credibilidad, la que según mi experiencia tiene más sentido pues ella da credibilidad en el por qué todas las herramientas empleadas funcionan es la del doctor John E. Sarno, especialista en rehabilitación del hospital de nueva york, en los años 70 ya empezó a indagar en este conjunto de dolencias que presentaban muchos de sus pacientes, investigo similitudes entre ellos, realizo varios estudios llegando a la conclusión, que un estado de tensión sostenido en el tiempo provoca alteración en el sistema nervioso autónomo (el cual nosotros no tenemos control, ya que es el que se encarga de realizar todas las funciones de nuestro organismo como el latir del corazón, la digestión, respirar…)provocando la constricción de los vasos sanguíneos provocando que no llegue la suficiente sangre a los tejidos, y en consecuencia ausencia de oxígeno en ellos, provocando la crisis de dolor, así como la imposibilidad de eliminar toxinas de los mismos.

Esta teoría tiene mucho sentido pues cuando uno está sometido a tensión permanente o lo que es lo mismo estrés crónico, probado científicamente como nos afecta físicamente estar sometidos a este estado por largos periodos de tiempo, es fácil de entender que un de las consecuencias sea deficiencia en el sistema nervioso autónomo. También podemos estar en tensión constante no solo por todas las actividades que tenemos que llevar a cabo a lo largo del día, sino a nivel emocional por situaciones no resueltas, máxima desconexión con nosotros mismos creando una completa discordancia entre lo que pensamos, sentimos y hacemos.

Para poder recuperarnos y mejorar mucho nuestra calidad de vida, nuestro cuerpo nos está pidiendo que le prestemos atención y nos pongamos manos a la obra efectuando los pasitos pertinentes hacia nuestro propio proceso de curación. Debemos realizar una profunda revisión de nuestras vidas, y empezar a ser conscientes y coger las riendas de ella, averiguando que patrones de conducta acostumbramos a utilizar, nuestras creencias, hábitos de nuestra vida diaria, averiguar si se ha pasado por alguna situación traumática que no ha sido superada o sanada, averiguar cuál es la actitud frente la vida, empezar a preocuparse por uno mismo.

Uno de los rasgos más característicos de las personas que sufren esta enfermedad es que necesitan la aprobación de los demás, son muy exigentes consigo mismos, necesitas ser valorados por otros, carecen de autoestima, anteponen las necesidades ajenas a las suyas propias, no saben decir No… Provocando un gran conflicto interior reprimiendo y acumulando emociones que desembocara en esa tensión interna constante.

Actualmente, esta teoría está avalada por la neurociencia que cada vez tiene más pruebas de que fibromialgia es una dolencia neurología en la que interviene el sistema endocrino e inmunológico, afectando al sistema nervioso central avalando la teoría mencionada anteriormente, Es por ello muy importante controlar los niveles de estrés ayudando a recuperar el equilibrio con ese sistema nervioso central.

Todo esto va a requerir de un viaje interior de autodescubrimiento a la vez que un gran trabajo para evolucionar y crecer llegando a conocer quien realmente eres y viviendo la vida que realmente quieres vivir.

Uno de los grandes pilares en el proceso de curación es la alimentación,

“QUE EL ALIMENTO SEA TU MEDICINA” una conocida frase muy real que debemos de integrar en nuestras vidas desde el primer día.

Como hemos comentado en la teoría de John E. Sarno, se acumulaban toxinas en los tejidos provocando dolor… Muchas de estas toxinas provienen de la alimentación que en occidente se ha establecido, alimentos procesados, multitud de conservante, elementos químicos que introducen para su conservación o mejorar el sabor, el azúcar, enemigo número 1, en fin, la alimentación industrial.

Tenemos que empezar a introducir en nuestros hábitos alimenticios productos de máxima calidad, lo más ecológicos posible y combinarlos de manera que saquemos el mayor beneficio y consigamos esta frase convertirla en un hecho, gracias a que no solo nos alimentaremos, sino que nos nutriremos correctamente.

Miriam Martínez

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2 comentarios en «Calidad de vida vs. Fibromialgia»

  1. Me habría encantado leerte hace mucho justo cuando tuve esas crisis, si es que fui diagnosticada correctamente. Lo que me sorprende es esa conexión con el Endocrino. Gracias por el artículo. Ocuparse de uno mismo es la primera tarea.

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  2. En mi experiencia – personal y profesional- se liberan muchas tensiones al enfocar. Al hacerlo, la totalidad recompone hacia el bienestar. El trabajo es desde el Focusing.
    Soy Counselor y Profesional Certificada en Focusing. @tt.focusing

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