DEPORTE DE ALTO RENDIMIENTO vs DEPORTE PROFESIONAL
Fotografía de rinke-dohmen-6tsFCDEHF8c-unsplash
Como autora de esta nota, me permitiré el hecho de iniciarla desde un punto de vista muy personal sobre el tema. Soy entrenadora de natación de un equipo de jóvenes nadadores/as (de 12 a 21 años) de un club de nivel nacional, pudiéndose decir que, con un nivel de rendimiento elevado, pero sin llegar al deporte profesional.
En este club, los nadadores de este equipo dedican 11 sesiones semanales de entrenamiento (9 sesiones de agua distribuidas en 3 sesiones de mañana de 06:00 am a 07:30 am, 5 sesiones de tarde de 15:30 pm a 17:30 pm, 1 sesión de mañana de 07:30 am a 9:30 am, más dos sesiones de físico de 17:45 pm a 19:00 pm) que han de compaginar con sus estudios y con su vida personal, social y familiar.
También soy madre de dos adolescentes, un chico de 15 años y una chica de 13 años, que también son nadadores en este mismo equipo; pero que no desarrollan sus entrenamientos con el grupo.
Ellos están internos en el CENTRO DE ALTO RENDIMIENTO (CAR) de Sant Cugat del Vallès, con una beca completa de entrenamientos, estudio y alojamiento por parte de la Federación Catalana de Natació, con lo que están fuera de su núcleo familiar desde el domingo a la noche hasta el sábado mediodía. Son dos jóvenes nadadores que dedican su vida completa al deporte de alto rendimiento, entrenando diariamente y compaginando sus estudios en dicho centro, persiguiendo sus objetivos a medio – largo plazo para llegar a ser DEPORTISTAS DE ALTO RENDIMIENTO (con objetivos de acudir a campeonatos de nivel internacional), pero no son deportistas profesionales.

Esa convivencia fuera de su casa, en un entorno ideal para poder entrenar y estudiar como es el CAR de Sant Cugat, con todos los medios a su alcance (entrenadores, biomecánicos, psicólogos, nutricionistas, tutores de residencia) les permiten no solo crecer desde el punto de vista deportivo, sino, que les ayuda a formarse como personas, a ganar en autonomía, a ser mejores deportistas y personas; siempre teniendo presente y en mente los objetivos que se han propuesto alcanzar; pero lejos de su familia y experimentando el desarrollo de una etapa personal muy intensa y complicada como es la adolescencia-.
Como madre, es duro que tus hijos de 15 y 13 años no estén en casa, no convivan con sus padres; pero es una oportunidad que se les ha presentado y que quieren y están aprovechando para formarse personal y deportivamente.
Tanto yo, como su padre, no somos quienes para impedirles que disfruten de esta vivencia única, al contrario, les apoyamos y acompañamos en esta vida que han elegido. La pena es que nunca llegarán a ser deportistas profesionales, no vivirán de la natación, porque estamos en un país donde hay falta de cultura deportiva y de falta de recursos y oportunidades para que, jóvenes como ellos, puedan dedicarse al completo a lo que ellos consideran su pasión: ¡dedicarse al deporte!
Pero pueden decir bien alto, que se están convirtiendo en deportistas de alto rendimiento, viviendo de una forma diferente a la de muchos adolescentes, dedicándose a entrenar y a estudiar para alcanzar su sueño deportivo.
Como madre, y entrenadora de su club, estoy muy orgullosa de la decisión tomada por ellos, de dejar su familia para, con trabajo, constancia y dedicación, centrarse en conseguir su objetivo deportivo, a través de una vida dedicada al deporte de alto rendimiento.
No recibirán ningún pago económico por desarrollar su deporte, pero las vivencias, experiencias que viven y vivirán a lo largo de su carrera deportiva, es infinitamente más satisfactoria, que recibir una cuantía económica.

Entonces, ¿qué entendemos por deporte profesional?
Se considera deporte profesional cuando, al contrario de lo que ocurre en el deporte aficionado, los atletas reciben un pago por su actividad.
El deporte amateur o aficionado es aquel que se realiza en el tiempo de ocio, individualmente o en grupo, por satisfacción personal o por relaciones sociales de carácter esporádico. Su diferencia con el que se practica a nivel profesional radica en las recompensas que cada grupo recibe.
¿Pero cuál es la posibilidad de ser deportista profesional?
Hay una estadística que 1 de cada, 16000 deportistas llegan a vivir profesionalmente del deporte. Entre los deportes practicados a nivel profesional figuran fútbol, tenis, básquet, automovilismo, natación, balonmano, entre otros. Los deportistas profesionales invierten mucho tiempo entrenando y practicando su destreza en el deporte escogido. Este entrenamiento de habilidades se combina con entrenamiento físico para contribuir a mejorar su rendimiento.
El entrenamiento incluye jugar partidos o participar en competiciones. Los competidores que ganan pueden tener que jugar varias veces en un periodo de días o semanas.
Muchos deportistas profesionales invierten una cantidad considerable de tiempo viajando durante las competiciones. Para ser un deportista profesional es necesario ser bueno en la práctica deportiva elegida, tener buen estado físico, tener confianza en uno mismo, estar preparado para entrenamientos largos y agotadores, lo que conlleva a poca vida social, soportar la presión, ser autodisciplinado.
Como dice Mahatma Gandhi:
“La fortaleza no llega de la capacidad física. Llega de una voluntad indomable”