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LIFE IN PLASTIC, IT´S FANTASTIC

Octubre, se inicia el otoño en el hemisferio norte y la primavera en el sur. Dentro de este mes nuestro colectivo tienes algunas citas. 11 de octubre, “Coming Out Day” (Día de la Salida del Armario) se celebra en USA desde 1988 promoviendo el ánimo de liberación y activismo que supone salir del armario y el vivir libremente, siendo parte del colectivo LGTBIQ+. 13 de octubre, “Día de las Rebeldías Lésbicas” se celebra en Chile y hoy conmemora el primer encuentro lésbico feminista en Latinoamérica. 

26 de octubre, “Día de la Conciencia para la Comunidad Intersexual” conmemora la primera protesta Intersexual en 1996 en la ciudad de Boston, en el estado de Massachusetts. Antepenúltimo sábado de octubre, “Día por la Despatologización de la Transexualidad” para la eliminación de los tratamientos patológicos por parte de la comunidad médica hacia las personas Trans y en contra de los términos patologizantes del “Manual de Trastornos Mentales y la Clasificación Internacional de Enfermedades”. 

Y una vez recordadas nuestras efemérides y con carácter rosa, me pregunto: 

¿Qué hay detrás del fenómeno Barbie? 

Nos centraremos en un tema que no solo ha sido un discurso, fenómeno para el colectivo heterosexual, sino también para el LGTBIQ+. 

El juguete clásico de Mattel salta a la gran pantalla de la mano de la directora Greta Gerwing, con un despliegue de moda, música y marketing impresionante que, claramente, se verá reflejado en la próxima edición de los Oscar, los premios de la academia que este año llegan faltos de estrenos por la reciente huelga de los guionistas y actores. 

Sin embargo, el mensaje de la película abarca mucho más que el arcoíris y los fotogramas en color pastel, y nos invita a la reflexión y al debate. 

No abordaré la película desde el punto cinematográfico sino sociológico. 

Para empezar, Barbie Ken y sus amig@s, no tienen genitales, pero no por ello, dejan de reflejar una construcción patriarcal entre lo que es femenino y masculino. 

En pantalla vemos dos veces la alusión al tema, pero el no tener un género marcado por los gametos no impide que se construya la propia identidad de los personajes, todo lo contrario, se habla de ello irónicamente y de la superficialidad del uso de los atributos femeninos y masculinos, como también de su cosificación. 

El planteamiento de que la vulva hace a una mujer, y el pene a un hombre, queda claro que es de lo más obsoleto, y Greta Gerwing lo refleja claramente en la película, sin contar que la presión “Estética de la Vulva”, genera ya en sí un debate que prefiero que sean las expertas en ello, las mujeres cis y trans, quienes lo debatan públicamente. 

En el largometraje también te encuentras con la instauración irónica del Hetero-patriarcado y claramente todos sus clichés en donde vemos más allá de todo una idolatría al cuerpo perfecto, masculino y que nos hace recordar a la homosexualidad de los soldados de Esparta y al concepto que tenían los equipos de élite de las SS. 

Donde todo el patriarcado tóxico hace gala de cual es simplemente su apogeo y decadencia. 

Pero más allá de los planteamientos de bandos que nos recuerdan a “La Pequeña Lulú” (The Little Lulú) y “El Club de Tobí”, Greta Gerwing, nos entrega en la interpretación de América Ferrara la declaración de principios del ser Mujer que llega más allá de un discurso feminista, cito textualmente y traducido al castellano: 

Es literalmente imposible ser mujer. Eres tan guapa y lista, me revienta que no sepas lo que vales

Siempre tenemos que ser extraordinarias, pero no sé cómo siempre lo hacemos mal. 

Tienes que estar delgada, pero no demasiado y no puedes decir “quiero estar delgada”, tienes que decir “quiero estar sana”, pero también tienes que estar delgada. 

Tienes que tener dinero, pero no puedes pedir dinero porque eso está mal. 

Tienes que ser jefa, pero no mala. 

Tienes que liderar, pero no machacar las ideas del otro. 

Se supone que tiene que encantarte ser madre, pero no puedes hablar todo el día de tus hijos.

Tienes que ser profesional, pero también cuidar siempre de otros. 

Tienes que responder por el mal comportamiento de los hombres y si dices algo te echan en cara que te quejas. 

Tienes que estar guapa para los hombres, pero no demasiado como para tentarles o para amenazar a otras mujeres, porque debes ser parte de la hermandad. 

Pero tienes que destacar y estar siempre agradecida. 

Por otra parte, sin olvidar que el sistema está amañado, así que debes, aun sabiéndolo, estar agradecida. 

No puede envejecer, ni ser maleducada, ni fanfarrona, ni egoísta, ni derrumbarte, ni fracasar, ni mostrar miedo, ni salirte de lo establecido. 

¡Es demasiado difícil! 

Es demasiado contradictorio y nadie te da una medalla ni te da las gracias. 

Y, de hecho, resulta que no solo lo haces todo mal, sino que además todo es culpa tuya. Estoy tan cansada de verme a mí y de ver a cualquier otra mujer hacer lo imposible para gustar a la gente. 

Y si todo también es así para una muñeca que represente a una mujer, entonces apaga y vámonos. 

Cuando ya llegamos a este punto del discurso, ¿no os sentís l@s personas del colectivo LGTBIQ+ identificad@s? La pregunta es fácil, abrir un ratito, alguna red social de ligue y veamos el resultado. 

También socialmente los prejuicios de que los “gays” tenéis dinero, no tenéis responsabilidades ni hijos. El siempre vais bien vestidos o entendéis de moda y un largo etcétera que no solo es un discurso de reivindicación femenina CIS. 

El cliché por el cliché que tanto se ha patentado que much@s han sometido a sus cuerpos, desde tratamientos médicos de cirugía estética, ciclos anabolizantes, dietas, patologías de trastornos alimentarios, etcétera. Barbie es el fiel reflejo de como se ha comercializado la figura ideal, la vida ideal, el status ideal, pero cuando se piensa en temas que son naturales, la fiesta se acaba y eres relegado del grupo social. 

La reflexión nos invita a volver a ese rincón donde nadie nos mira, plantearnos quienes somos y quienes queremos ser. 

El tiempo pasa, el reloj biológico solo se puede eclipsar, pero no ocultar, no siempre podemos ser Peter Pan y vivir en Neverland o Barbieland. Life in Plastic, It’s Fantastic: 

La realidad es que no somos de plástico y no todo es fantástico, pero estamos aquí. 

PD: Con Amor 

Miquel Claudì-López 

@miquelclaudilopez

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