En la acera de en frente VI
«Dres as Another Gender” Del Travestismo a Drag
Cada vez que se habla de todo lo que no forma parte de la cultura hetero patriarcal, se tiende a confundir que una persona por el hecho de ser Homosexual tiene la necesidad absoluta de travestirse, síntoma que el binarismo cae dentro de un gran saco de ignorancia y prejuicios que, como es de esperar, no ayudan a contribuir a una sociedad diversa en todo sentido.
Desde los normativos preceptos que se han ajustado al vestuario, perfumes, accesorios e incluso a los juguetes de infancia, a los comportamientos “modismos”, colores, posturas y conductas hemos estado sumergidos durante décadas a paradigmas que ya llevan años deconstruyéndose, pensando en esa igualdad de derechos con los auténtico de tener una identidad propia.
Querides lectores esta vez vamos a sumergirnos o mojarnos un poco en el fantástico mundo del DRAG.
Cosas que definiremos: Drag El debate de este término es que viene del acrónimo inglés Dressed as a girl (vestido como mujer) Pero también se dice que dicho término viene del verbo drag, que en Castellano se traduce como ‘arrastrar’, en referencia a los largos vestidos y faldas que los intérpretes utilizaban en el teatro en los tiempos del Burlesque victoriano o de la forma más inclusiva: «Dres as Another Gender”.
¡Existen Drag King, Drag Queen y Atención!!!
Muches de las personas que interpretan el Drag solo se identifican como Drag ya que no están en un binarismo de hacer algo masculino o femenino. Sus personajes trascienden del uso del artículo de género, humano, etc. Importante es recalcar que no todas las personas Drag son parte del colectivo LGTB+.
Si querides lectores: tenemos muches Drag que son heterosexuales.
Si no me cree como referente tiene la serie We’re Here en HBO o RuPaul Race en Netflix o simplemente vaya a un bar de ambiente, tómese una copa, relájese y pregunte al camarero dónde puede ver un espectáculo Drag.
¿Cómo surge este movimiento o esta cultura? Hagamos un repaso histórico de varios “episodios” y “personajes” que se han travestido, pero siempre desde un punto de vista para ganar ese privilegio que solo tenía los hombres u hombres que al perder su “masculinidad” conseguían algún tipo de beneficio. Dentro del travestismo, así como otras identidades transgéneros (cross-dressing y drag) han estado presentes en diferentes aspectos mitológicos en diferentes culturas antiguas.
Un ejemplo de la cultura griega cuenta la anécdota en la que Tetis, madre de Aquiles, escondió a su hijo vistiéndolo de mujer para evitar que fuese llevado por Odiseo a la Guerra de Troya. También se presenta en diversos relatos folklóricos como Hua Mulan, balada china que cuenta la historia de una joven que se enrola en el ejército haciéndose pasar por hombre (Leyenda muy popularizada por Disney que ha creado ya dos películas de Mulan).
El travestismo se considera una abominación en la percepción bíblica, donde dice que un hombre no debe usar los ropajes que le corresponden a una mujer y viceversa, el discurso hetero patriarcal binario, de manera que se cometa una rebelión o irrespeto contra lo que Dios designó en las personas (se refiere a la percepción discordante del género biológico). Personajes históricos que han transgredido las normas sociales convencionales al recurrir al cross-dressing y al travestismo.
Aquí nos topamos ya con hechos documentados, con personas con nombre y apellido: Heliogábalo, emperador romano, quien algunos historiadores lo consideran el primer “transexual” de la historia, Su gobierno apenas duró cuatro años y sus actitudes sexuales, aborrecidas en el Imperio romano, le costaron la vida, le gustaba travestirse para realizar actos sexuales de lo más extravagantes. Una historia (legendaria y además dentro de una de las instituciones con más rechazo a cualquier manifestación que les quiebre su discurso) cuenta el proceso en el que una mujer, la Papisa Juana, se convierte en el primer pontífice femenino cuando engaña a la iglesia al disfrazarse de hombre para ser electa para el Papado.
En tiempos de la Edad Media y la Edad Moderna existieron otros personajes que recurrieron al travestismo para evadir las normas sociales como Juana de Arco y Catalina de Erauso. Juana de Arco fue la primera líder militar femenina en Francia en la Guerra de los Cien Años y fue ejecutada por una corte católica, que declaró que merecía la hoguera por herejía y por haber tomado un papel exclusivamente masculino (Y luego Jeanne d’Arc fue santificada…) En el caso de Catalina de Euraso, se disfrazó de hombre para escapar de un convento, luego se convirtió en exploradora en América. En “La Guerra de Chile”, un poema épico anónimo de principios del siglo XVII, se relata que una mujer mapuche fue a visitar a su marido, preso de los conquistadores españoles, y que se intercambiaron ropas: él quedó como otro “Aquiles travestido” y de este modo consiguió escapar mientras su mujer quedaba prisionera.
Pero el teatro se permitió algunas licencias… No fue hasta el siglo XVIII los géneros dramáticos prohibieron la actuación femenina por lo que incluían la participación de miembros del elenco masculino disfrazándose de personajes femeninos o viceversa. En la Comedia de la Restauración inglesa lo mismo que en el teatro Kabuki japonés eran frecuentes en el elenco los actores travestidos. Algunos cross-dressers en el siglo XVIII fueron: las piratas Anne Bonny y Mary Read, la militar Ulrika Eleonora Stålhammar y la marina Hannah Snell, Carlos Eduardo Estuardo que huyó de una batalla disfrazada de mujer, el actor de comedia de la Restauración Edward Kynaston y el espía señorita/caballero d’Eon.
Una de ellas dice que surgió como un elemento dramático teatral durante la segunda mitad del siglo XIX, destinado a hacer una proyección cómica o sátira de las nociones sobre el comportamiento social, la aristocracia, la organización política, los roles de género, las diferencias de clases sociales y los dogmas de comportamientos “adecuados” socialmente y la moral impuesta según algunas reglas religiosas, principalmente el cristianismo.
Dentro del teatro de variedades dentro siglo XIX el Drag fue apreciado de diferentes formas, en las que era habitual la presentación de sketches o en obras de un solo acto que fueran burlesques de elementos sociales o culturales, frecuentemente con la participación de actores disfrazados de personajes del género opuesto para intensificar la comicidad. Puede decirse que Gran Bretaña es una de las cunas del género, derivado del travesty, la pantomima británica o Estados Unidos en la guerra de Secesión que se hace común en espectáculos de comedia como el Vaudeville y Burlesque. Siglo XX,
La tecnología comienza a cambiar hábitos, pero empiezan a la búsqueda de derechos sociales, los discursos de la igualdad, las dos grandes guerras mundiales y un nuevo orden económico. El teatro de Variedades comienza con una perdida de popularidad en la década de 1920 debido a los avances técnicos que integran la introducción de la radio, el cine en la cultura popular y posteriormente en la década de 1950 la televisión. Por eso la cultura del cabaret de estilo estadounidense en esta época e incluso hasta mediados de 1960 el drag aporta el elemento histriónico.
Ya avanzando dentro de la segunda parte del siglo XX, vemos la revolución sexual y los movimientos de liberación homosexual, los drag shows se volvieron populares en los establecimientos como los bares gay. El año de 1969 siempre deberá ser recordado por la comunidad, pues se podría decir que aquí se encuentra el unto de inflexión en la lucha de los derechos LGTB+. La madrugada del 28 de junio, se llevó a cabo una redada policial en el bar gay Stonewall de Nueva York. Ahí arrestaron a los asistentes del lugar en un acto de represión. Sin embargo, aquella noche fue diferente: la comunidad LGTB+ no se dejó y alzó la voz. Fueron precisamente dos mujeres Trans y Drag Queens: Marcha P. Johnson y su amiga Sylvia Rivera quienes formaron el frente de liberación Gay.
La estética camp comenzó a recurrir al drag para la personificación de la ironía en las artes, valiéndose del vestuario afeminado y abigarrado de figuras masculinas para formular una intención cómica dentro de la cultura masiva y sus medios de comunicación. A mediados de la decada de 1960, junto a la salida del armario o closet social, comienza la migración de muchos, muchas y muches jóvenes de pueblo a ciudades o de sus casas a la calle principalmente entre jóvenes afro y latinos en USA que fueron rechazados por sus familias. En búsqueda de un espacio de expresión no solo de su sexualidad, también de su identidad. Se inician como refugio o familias sustitutas las “Casas” de los Ballroon.
La cultura del Ballroom nació en Nueva York y se convirtió en un espacio de liberación y expresión para la comunidad LGTB+ que en su momento era perseguida y discriminada. Son eventos que unen baile, lip sync, modelaje y performance. Si bien se tienen antecedentes de reuniones con elementos similares desde finales del siglo XIX, se estima que el primer ball ocurrió a comienzos de los 60. Durante los 70 y 80 fue el gran auge de estos espacios. Pronto se hicieron habituales los temas del camp y el drag como un elemento de explotación fílmica, convirtiéndose el drag en un elemento asociado con la cultura gay por su recurrencia en la estética camp. Después de la cultura closet (armario) y la conformación del movimiento social LGBT+, el drag se volvió habitual como una expresión de género totalmente enfocada a la identidad no solo transgénero, formando parte de la expresión en la comunidad LGBT.
En su intención histriónica, actualmente se dedican al canto, baile, playback, participando en Gay Prides, concursos de belleza y drag shows, Divine y RuPaul son de las Drag Queens más conocidas en el espectáculo, teniendo participaciones no solo en el mundo LGBT. Series como Pose de Ryan Murphy han contribuido dentro de la ficción a mostrar el mundo de los Ballrooms (en la cual se agradece la cronología de ciertos eventos que son parte de la cultura LGTB +), documentales como Paris is Burning, How I Do Look entran también en esta temática. Ahora que entramos en fechas de Carnavales, las expresiones del mundo del Drag las tenemos más presentes, tanto para la comunidad LGBT+ como la sociedad entera.
Diversidad es uno de los retos más grande que nos propone este nuevo siglo, Respeto a esta es algo que debemos tener tanto desde fuera de la comunidad LGTB+ como desde dentro de ella. No olvidar que nuestros derechos logrados en el día de hoy (sin pensar en todos los que quedan por alcanzar) fueron justamente la lucha de grandes personas que no cumplían con la heternorma, que no eran racializadas, que fueron marginadas. Gracias de mi parte a la memoria a todes por el día de hoy yo pueda escribir con libertad estos artículos y pueda continuar aportando algo a la lucha de nuestros derechos, por que no pedimos privilegios, sino igualdad.
PD: Con Amor
Miquel Claudì-López
@miquelclaudilopez
1 comentario en «En la acera de en frente VI «Dres as Another Gender” Del Travestismo a Drag»
Enhorabuena por el artículo, está muy bien escrito y documentado históricamente, con un punto reivindicativo. Ya espero el siguiente.