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Tuve la suerte de trabajar casi 20 años con personas de la tercera edad realizando actividades de educación física.

Lamentablemente por diferentes circunstancias tuve que dejar de hacerlo, pero mantengo un grandísimo recuerdo y muchísimas amistades.

Puedo afirmar que es un público muy pero muy agradecido, con un interés muy importante en lo que realizan y con un carácter, en general, en el que demuestran estar abiertos de forma natural y espontánea a querer y dejarse querer.

Si me preguntasen ahora si volvería a estar con ellos, respondería con un SÍ rotundo y realmente nunca he cerrado las puertas a que ello pueda suceder.

Recuerdo mis años de trabajo con ellos disfrutando lo que hacía con tanto gusto que para mí era un placer mimarlos, abrazarlos, acariciarlos, hacerles chistes y verlos reír, darles un beso, etc.

A partir de toda esta experiencia, lógicamente con momentos de aprendizaje continuos y diversas capacitaciones, pude transmitir mis conocimientos a los alumnos del Ciclo Superior de Deportes del “Institut Josep Tapiró” para que pudiesen ejercer con este gran público y así realizar las clases de la mejor manera posible llevándolo a la práctica. Lo que más aún me enorgullece es que algunos ya lo están haciendo y muy bien.

Ahora les voy a explicar de forma más puntual como son los alumnos de la 3ra edad, siempre desde la experiencia muy positiva que tuve.

Envejecer, es un proceso que forma parte de nuestras vidas.

Se constituye de modificaciones tanto orgánicas como psicológicas que condicionan nuestra manera de vivir en la sociedad. Es de vital importancia aceptarlo y aprender a vivir con ello.

La actividad física es primordial 

ya que es una fuente de salud 

y de bienestar para toda persona.

Photo by Joshua Earle on Unsplash

Obviamente, la práctica del deporte no frena ni retrasa el proceso desde el punto de vista cronológico, pero está demostrado que sí refuerza la autonomía de las personas, manteniéndolos activos y contribuyendo a mejorar su calidad de vida.

Dicho todo esto, entonces, porqué es importante la actividad física en la tercera edad?

– ayuda a prevenir problemas y deficiencias tanto físicas como psíquicasSiempre que se realice periódicamente y adaptando la actividad a cada persona.

– cuanto antes comiencen a realizar la actividad manteniendo la constancia, mayores serán los beneficios.

– no se trata de rejuvenecer sino de envejecer de la mejor manera posible.

– permite mantener joven tanto al cuerpo como al espíritu de cada persona.

– el objetivo principal de la actividad física, además del mantenimiento del cuerpo, es divertirse y pasarla bien.

Por lo tanto, las personas mayores, pueden realizar actividades físicas teniendo en cuenta, los problemas físicos, lesiones, etc. Por ello es muy importante seguir las instrucciones del profesional que da la sesión y sobre todo respetar si hay prescripción médica.

– la actividad física previene el sedentarismo, aumenta la autoestima y la sociabilización (la comunicación con los demás, la potencia).

– se mantienen vivos los reflejos, la atención y la concentración así mismo como la orientación en el espacio.

– mejora el riego sanguíneo y contribuye a mejorar la hipertensión.

– mejora la capacidad respiratoria, la elasticidad y la movilidad articular, además fortalece los músculos trabajados.

En conclusión, es de vital trascendencia entender, respetar y acercar al colectivo de la 3ra edad a cualquier actividad física (las hay de todo tipo con un abanico de infinidad de posibilidades para elegir y adaptarlas a cada persona en función de sus necesidades y limitaciones).

Ellas/os se lo merecen, mejorar o mantener su calidad de vida es su derecho.

Como dice la atleta estadounidense Jackie Joyner-Kersee:

“La edad no es una barrera, 

sino una limitación que le pones a tu mente”

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