La sexualidad convencional hace que las relaciones sexuales sean muy superficiales.

Parece que el único objetivo sea perseguir incansablemente el orgasmo y durante el camino a esa búsqueda, nos perdemos muchos matices, los besos, las caricias, los masajes, el susurro de las palabras, las miradas. Lo bello de dos personas que puedan experimentar su sexualidad, sería cómo experimentar un nuevo lugar a recorrer, a descubrir, y que se atrevan a acceder a lugares que se alejen del «mete y saca» de toda la vida.

A diferencia de los hombres que, con unos 5 min, aproximadamente, están listos para la penetración, la mujer requiere de más tiempo. 

Esos minutos de diferencia deben estar dedicados a una apropiada estimulación; besos apasionados, caricias, desnudarse lentamente, lamidas, roces y mucho más.

Y ¡Sí!, hay situaciones donde una mujer desea que le arranquen la ropa y ¡pa´dentro! Pero eso no es todos los días.

Porque un encuentro entre dos personas, si es consciente, te cambia por completo.

Photo by Han-Hsing Tu on Unsplash

Por eso tenemos que seguir apostando por una sexualidad más consciente, donde encontremos matices y no todo esté focalizado en la penetración. Darnos buenos masajes, tomarnos tiempo…¡¡si, tiempo!!, porque consumir el deseo rápido, con prisa, es algo limitado.

Te invito a viajar en las sensaciones.

¡Hay que incluir nuevos hábitos! Y la diversión y el deseo está asegurado. Cuando inicias este viaje, y cambias ese mapa que tienes de referencia, le darás la vuelta a la sexualidad para que sea mucho más amorosa, placentera y consciente.

Conectarse es encontrarse, saber mirarse, tocar con placer y fusionarse.

Prolongar el tiempo para la penetración, con una debida preparación erótica, garantiza orgasmos mucho más profundos, intensos y deliciosos.

¡Feliz conexión al infinito!

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