LA ESPERA
LLEGASTE…
Te esquivé mientras pude,
te soñé una vida detrás de la ventana interior de mis sentimientos.
Por momentos eres dulce, sofisticada e hipnótica.
El peligro no es cuando la buscas y la invitas a bailar al ritmo de tu melodía,
ella es letal cuando te encuentra vulnerable, y se te mete entre las tripas.
¿Será que nos podemos entender?
Llegaste, pero ya te esperaba,
casi fuerte, casi atenta al mensaje que me dabas.
Soledad…, hoy mi cabeza se amiga y deja que me acompañes un rato, poco rato.
Caminemos juntas lo que queda,
en silencio, sin locura, convencidas que juntas, llegaremos.