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La incertidumbre que provoca la Fibromialgia

La incertidumbre que provoca la Fibromialgia

Vivir una vida con certezas conociendo en todo momento que va a pasar y tenerlo todo bajo control puede generar tranquilidad en muchas personas, pero la vida nos demuestra que esto no es así, que todo está en constante cambio y debemos aprender adaptarnos a ellos. Sobre todo, cuando la Fibromialgia aparece en nuestra vida, todo lo conocido hasta entonces, incluida la persona que eras, se tambalea y aparece un periodo de máxima incertidumbre que debemos aprender a gestionar.

Vivir en lo que llamamos nuestra zona de confort puede hacernos creer seguros, pero no confiados, ya que estos son dos términos muy diferentes. Sentirse seguro es material y vivir confiado es sentirse arropado por la vida y las experiencias que nos tocan vivir. La clave es encontrar equilibrio entre certidumbre e incertidumbre, puesto que la primera durante mucho tiempo podemos llegar a aburrirnos y la segunda sostenida en el tiempo nos puede generar estrés, ansiedad, angustia, incluso alguna emoción más desequilibrante.

Cuando se presenta alguna incertidumbre en nuestras vidas, al no saber a qué nos enfrentamos, nos sentimos inseguros y creemos que todo lo aprendido hasta ahora no nos servirá para afrontar este nuevo reto. Debemos tener claro que esto no significa que sea peligroso, ya que si lo hacemos quedamos atrapados en el miedo y automáticamente pondremos en marcha mecanismos de defensa para evitar sufrir o afrontar ese miedo, levantando muros para protegernos, impidiendo el avance por ese territorio lleno de oportunidades de mejora y crecimiento. Es importante aceptar la incertidumbre como una señal que nos están indicando que nuestros conocimientos y experiencias tal y como los conocemos no nos sirven para enfrentar el nuevo reto que se nos ha presentado, nos está avisando que es preciso cambiar e innovar para la nueva ecuación que la vida nos ha presentado.

MAYOR IMPEDIMENTO PARA AVANZAR EN LA INCERTIDUMBRE

Uno de los problemas ante la incertidumbre es la indecisión. Cuando se nos presentan varios caminos y debemos escoger solo uno y renunciar al resto, tenemos que enfrentar las perdidas que supone esta renuncia. El miedo de elegir correctamente hace que la mente pueda bloquear cualquier acción, quedando atrapado en no saber qué decidir. Cuando esto sucede más que nunca se debe escuchar al corazón, es por ello tan relevante estar conectados lo máximo posible con nosotros mismos y los más alineados posible con nuestros valores, que sin lugar a duda únicamente se consigue con el auto conocimiento.

Cuando quedamos atrapados en este bloqueo, la mente nos recuerda constantemente certezas para justificar esa falta de movimiento tipo:

“No te van a aceptar si haces esto o lo otro”

“Esto no es posible”

“No lo vas a lograr” …

Blindándose así a todo lo que no encaja con el modelo racional que se ha construido a lo largo de la vida según las experiencias vividas.

CONSEJOS PARA TRANSITAR LA INCERTIDUMBRE. Solamente las personas que demuestran valentía, fuerza de voluntad y creatividad podrán vencer los miedos que la mente está tratando de imponer. Tener un buen capital emocional (recursos y herramientas adquiridas para gestionar las emociones a lo largo de la vida) nos ayudará a enfrentar y protegernos frente momentos de incertidumbre. Tener una buena dosis de confianza en este capital emocional es uno de los ingredientes clave que necesitaremos para ello. La confianza es adquirida a lo largo de las experiencias que nos permite afirmar que, aunque no sepamos como es ese momento, que encontraremos la forma de dar respuesta a esa situación de la misma manera que lo hemos hecho en otras ocasiones. La valentía es otro de los ingredientes necesarios, esto no significa que no tengamos miedo, sino ser capaces de hacer lo que sea necesario a pesar de sentir miedo.

Este nos ayudará a conectar con la prudencia para no ser temerarios, pero nunca debe paralizarnos. Para poder obtener grandes dosis de estos ingredientes debemos hacer un trabajo de revisión en nuestro interior. Revisar las creencias que gobiernan nuestra vida, si son válidas o no en estos momentos que nos encontramos. A veces seguimos anclados a ellas cuando están más que obsoletas en el día de hoy.

¿Son nuestras o de otras personas que nosotros las hemos adoptado como nuestras?

Debemos entender que la vida no es para estar tranquilo sin tener nunca momentos de incertidumbre, ya que entonces nos estaríamos privando de crecimiento interior y evolución. Deberíamos plantearnos la vida como una escuela de aprendizajes y con caminos a explorar desconocidos que nos pueden generar ansia, angustia o miedo, pero que también nos regalan oportunidad de evolución y expansión de nuestros propios territorios, invitándonos a movernos.

Movilizar toda nuestra energía creativa para dar respuesta, incluso creando sinergias con otras personas para trabajar en equipo y juntos superar ese reto que la vida nos ha planteado

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