LAS VACACIONES SON PARA DISFRUTAR Y DESCANSAR

LAS VACACIONES SON PARA DISFRUTAR Y DESCANSAR

Las vacaciones son el mejor momento para muchas cosas: para hacer planes porque hay más tiempo libre, para salir más a pasear, al campo, a la playa, a disfrutar de los días largos y las noches cálidas y agradables. Eso lo sabemos todos y, la mayoría, contamos los días para que lleguen. Soñamos con ellas durante el año y planeamos mil cosas para hacer: excursiones, ferias, fiestas del pueblo, salidas, viajes, reencuentros familiares o con amigos, pequeñas obras en casa, ordenar, reorganizar… A veces, las sobrevaloramos, nos ponemos unas expectativas muy altas que luego no podemos cumplir porque en el fondo lo que quizás más necesitamos es desconectar del ajetreo diario y del nivel de estrés que llevamos durante el año.

A menudo, nos empeñamos en hacer muchas actividades, yo soy la primera, no lo puedo evitar. Siempre estoy buscando planes, pensando en qué hacer, me cuesta mucho hacer solo una cosa, no parar. Pero el cuerpo es sabio y nos pide descanso, aunque nuestro cerebro vaya a mil. Es difícil desconectar por completo, bajar las revoluciones, dejar la mente en blanco, fluir, dejarse llevar y sentir y vivir el aquí y el ahora, solo con nosotros mismos, con nuestra esencia. Las vacaciones, cuando paramos, nos ofrecen ese tiempo que tanto necesitamos para desconectar, pero también para re-conectar. 

El descanso es esencial para reactivar nuestro cuerpo y las siestas son prácticas muy beneficiosas para la salud, no solo física sino también mental. Nos ayudan a recargar la energía para poder continuar con ánimo el resto del día. Como yo soy “culo inquieto” he re-aprendido a hacer siestas, como cuando era niña. Muchas veces no consigo dormir, pero mi cuerpo me agradece que le de ese descanso, y ya voy teniendo una edad. Los pequeños también lo necesitan, pero cuando crecen consideran que es una pérdida de tiempo y la gran mayoría ya no quiere dormir. Aún así, es importante que descansen o al menos que no estén tan activos, que puedan hacer actividades más tranquilas, relajadas que les aporten bienestar y calma, les va bien a ellos y a nosotros también.

Pero, ¿y qué hacemos con los pequeños si nos dicen que se aburren? Lo primero de todo, pensar que el aburrimiento es algo positivo ya que cuando alguien se aburre activa la imaginación y la creatividad. Les podemos dar algunas ideas para entretenerse solos o ponernos con ellos, y eso está muy bien, pero también les podemos animar a buscar la manera de entretenerse y pasarlo bien con sus ideas, sin depender de nosotros. Antes que móviles y tabletas hay otras muchas opciones que no deberían perderse o quedar en segundo plano. 

Os propongo algunas actividades a tener en cuenta que podéis hacer mayores y pequeños solos o en compañía:

La lectura es una práctica muy beneficiosa y recomendada en cualquier momento, lugar y época del año. Pero en verano es ideal porque disponemos de más tiempo y podemos estar más tranquilas. Las vacaciones son ideales para ponernos al día con esas lecturas que tenemos en la lista o libros esperando en la estantería a que llegue el momento de ser atendidos. Leer en familia es una de las actividades más bonitas y enriquecedoras. La lectura compartida nos aporta grandes beneficios: además de los propios de la lectura, promueve valores positivos y fortalece el vínculo familiar.

Los juegos de mesa, de los que ya hablé en un artículo hace un tiempo, son ideales para pasar ratos entretenidos en familia o con amigos. Los puzz-les, un gran entretenimiento que no pasa de moda y ayudan a la concentración y a conseguir bajar el nivel de actividad (quizás este tema lo abordaremos en un próximo artículo).

Los paseos al caer el sol, en pareja, con familia, amigos o solos. Pasear sin más, en silencio, sentarnos a contemplar el paisaje, los baños en el mar, jugar con la arena, estirarnos en la hierba, meditar, hacer ejercicio nos ayuda a re-conectarnos. 

No hacer nada sentados en el sofá, o ver la tele: series, películas; escuchar música, tomar algo tranquilamente en una terraza o en el balcón de tu casa, todo esto puede ser un buen plan si es lo que te apetece. Sin presiones, sin agobios, sin prisas, cada cuál a su ritmo, cada uno según sus intereses, porque las vacaciones son para disfrutar y desconectar, porque ¡la vida hay que vivirla, sentirla y disfrutarla cada uno como quiera! 

Felices vacaciones a todas y todos y feliz 50 ediciones a Brillantes Sensaciones.

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