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EL RUIDO VISUAL

El ruido visual no solo influye en la imagen de la estancia o de nuestro hogar, sino también en nuestro propio bienestar. Si como bien decimos somos sensibles a los estímulos visuales, el ruido visual afecta a nuestro equilibrio interior, pudiendo generar (según los expertos) estrés, dolores de cabeza, mal humor y trastornos de atención.

Por eso hoy os propongo hablar del “orden visual”. El ruido visual suele estar relacionado con el desorden, pero también es posible que pueda darse en el caso opuesto: podemos tener una casa muy ordenada y organizada, pero que se vea saturada de elementos.

Cuadros, objetos decorativos en exceso y otros elementos a la vista hacen que una estancia se vea abigarrada y esa saturación es la que genera el ruido visual.

Cuando a simple vista la cocina, las estanterías o los armarios están ordenados, pero no mantienen una armonía, distintos colores, medidas o alturas, cuando nos duele la vista por ver un cuadro torcido o en un espacio pequeño hay algo grande, cuando algo no encaja en el espacio a esto se le llama ruido visual.

¿Por qué ruido visual?

Porque como en la música cuando una nota no encaja en una sintonía eso se convierte en ruido, pues en nuestro hogar y en nuestra vida cuando algo no encaja en su lugar se forma ruido, ya sea una cocina mal organizada o un salón con muebles o cuadros desencajados, por decir algunos ejemplos.

Perchero abarrotado.

Nada más ruidoso visualmente que un perchero abarrotado de cosas al entrar en casa. Despéjalo de las chaquetas y complementos que no te pongas durante esa semana. En él solo debe haber el bolso, el fular y el abrigo en uso.

¡Verás qué descanso!

Zapatos en la entrada.

Otra de las cosas más molestas que se pueden encontrar al entrar en casa es tropezar con los zapatos que están por ahí tirados, esperando a su Cenicienta. Habiendo tantos trucos para mantener en orden tus zapatos. Busca un zapatero que encaje, un banquito o algún lugar para que se queden ordenados.

Trapos de cocina descoordinados.

Si tienes los trapos colgados a la vista, coordina tus trapos y otros accesorios textiles de cocina escogiendo como máximo una combinación de dos colores. ¿Te gustan los estampados? No mezcles tampoco más de dos distintos y, el resto, en tonos lisos dentro de la misma gama de color.

Estantes de cocina llenos y desordenados.

El almacenaje a la vista está de moda, siempre y cuando se mantenga el orden. Si los estantes de tu cocina acumulan tarros y utensilios hasta la saciedad, tus ojos no descansarán y tu trabajo se complicará, ya que será difícil acceder a lo que necesitas.

Así pues, aplica esta regla: un estante, una fila de productos. Llénalo solo al 80% de su capacidad máximo y, a poder ser, que todo lo que exhibas pertenezca a una misma gama de tonalidades.

Geles de ducha a raya.

Si tu bañera o ducha está rodeada por botes y más botes de geles y productos para el pelo, el ruido visual está asegurado.

Primer paso:

seleccionar. Quédate únicamente con lo que uses en tu higiene diaria; el resto, al armario del baño. Y si apuestas por botellas iguales ya rozaras la perfección, compra botellas vacías iguales y rellénalas con los distintos productos que utilices habitualmente etiquetando cada bote para saber que hay en él.

Encimera del lavabo sin ton ni son.

Entras al baño y ¡chas! La encimera de tu lavabo parece un expositor de supermercado, con millones de productos acumulando polvo.

Arrasa con todo, pasa un paño húmedo por la encimera y seca.

Después, coloca solamente lo que emplees a diario, clasificando por bandejas. El resto, a los cajones del mueble bajo lavabo. La jabonera puede ser igual a los botes que habrás puesto en la ducha.

Escritorio a tope.

Si cuando echas un vistazo a tu escritorio te entran ganas de salir corriendo es que ha llegado el momento de eliminar todo aquello que produzca ruido visual. Haz lo mismo que con la encimera del lavabo.

Saca todo lo que hay sobre la mesa y estantes, tira lo que esté en mal estado, dona lo que no utilices y coloca lo que sí utilices. Sobre todo: la bandeja llena de papeles sin revisar y clasificar es lo que más chirría en una zona de trabajo.

Cables por un tubo.

Los malditos cables… En casa cada vez se acumula más tecnología y con ella llegan también los cables.

Si tu salón parece la nave Interprise, pon remedio con sujeta-cables o tubos por los que unificarlos y pasarlos, para que queden disimulados. Puedes encontrarlos en tiendas especializadas.

Otra opción es esconder el enchufe-ladrón dentro del mueble y pasar los cables por su interior.

Mandos a mano.

Otra de las cosas que pueden ocasionar ruido visual son los diferentes mandos que tenemos para los distintos aparatos electrónicos de casa. Di adiós a la frase «¡¿alguien ha visto el mando de la tele?!», con un clasificador. Una bandeja sobre el mueble, una funda-bolsillo en el lado del sofá, hay distintas opciones. Los mandos de dispositivos que no uses habitualmente, guardados en el mueble del televisor.

Carpetas de un mismo color.

Puedes tener tus documentos perfectamente clasificados y ordenados, que si los guardas en diferentes carpetas de muy distintos colores o decoraciones, el efecto será nefasto.

Unifica el color de tus carpetas, archivadores y cajas, en un tono craft, por ejemplo, y la serenidad visual será total. Librerías sobrecargadas /Mesa de centro desordenada.

En cuanto a librerías y almacenaje en muebles, los libros los podemos organizar por temas, medidas, colores, forma de encuadernación, etc. lo importante es que visualmente se vea un orden. Si vas a colgar cuadros intenta estructurar un orden que quede armónico con el hueco que deseas cubrir, no sería lógico colocar un cuadro grande en un espacio pequeño, una alfombra pequeña frente a un sofá, libros pequeños en huecos grandes, etc. No se trata de tener el sobre de la mesa de centro sin nada de nada, pero si el debate está entre eso o tenerlo repleto de cosas en pleno desorden, mejor vacío.

Mantener la mesa de centro bien decorada te aportará una gran paz visual.

Camas sin hacer y ropa por medio.

No nos digas que una cama sin hacer durante el día no te resulta molesta a la vista. Pues eso, haz las camas antes de marcharte de casa y guarda la ropa que no te hayas puesto porque, sin duda, esto hará que tu casa se vea más organizada. Igualmente, nos pasa en los armarios y cajones, los métodos de almacenaje ya lo tenemos claro, la ropa doblada y separada, pero si además incluimos en el orden el tamaño, los colores e incluso si tienes cajas guardadas, le ponemos etiquetas o dibujos para ayudar a identificarlo, ganaremos en orden visual.

En resumen: Si te has fijado, todos estos pequeños trucos contra el ruido visual van en la misma línea de lo que ya has hecho con el orden en los armarios, la cocina y la casa en general.

Simplificar, eliminar excesos y buscar equilibrio. Hay muchas más cosas para tener en cuenta, claro está, pero vamos paso a paso.

Estos tips son un buen punto de partida que puede traer un cambio muy notable en tu casa.

Elimina aquello que no cumpla un propósito. Haz limpieza y no reubiques si no hay lugar para ello Intenta mantener una temática (tono-textura)

Utiliza elementos ligeros y prácticos Evita estampados difíciles de coordinar Intenta mantener espacios libres, despejados, abiertos

No acumules objetos, quédate con los que te aporten algo.

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