¿SI TE PUDIESE ESCUCHAR DE NUEVO?
Hace unos días, escuchaba unas palabras dulces y maravillosas para definirlo:
Era soñador, imposible de superarlo como padre, protector, permisivo, muy trabajador, amor incondicional, me tenía mimado, los juegos infantiles de mi querida.
¿Han llegado las golondrinas a la granja?
Tenía que poner bien la oreja, eran tantas las emociones que os brotaban del corazón y tantos los sentimientos por expresar, que creo que ni con la grabadora hubiera podido captar tanto Amor.
Qué legado, cuánta fuerza, cuando por aprender, cómo añorabas a tu amada y ahora ya estáis juntos.
¿Cómo lo has hecho para ser tanto en todo?
¿Y si hacemos un acto de gratitud, confianza, paz y mucho amor, que nos conecte con sus almas y así poder despedirlas en hermandad, mucho respeto y cómo se merecían?
Nos atrevemos y ponernos las manos en nuestros corazones, cerramos los ojos y escuchemos lo que tienen que decir:
Con vuestro permiso:
“Qué gozada, veros a todos juntos, si os vierais como nosotros os vemos ahora, unidos, llenos de amor, honrándonos como nunca hubiésemos imaginado, con los niños en primera fila, sabiendo cómo nos desvivíamos por ellos, en mi granja, lugar mágico donde las almas se curan gracias a la bondad de los animales, sabríais que estamos bien, en paz, velando de ustedes, de todos y cada uno, porque todos habéis llenado, forjado, agrandado y cultivado nuestros Corazones, mi CORAZÓN.
Estoy orgulloso, cuando os decía “no podemos estar enfadados con la gente, no nos lleva a nada”
Os hablaba de la enfermedad, del rencor, y hoy veo que sí habéis aprendido la lección, que me habéis hecho caso, y estoy feliz.
Claro que os echaré de menos, hijos, hijas, nietos, familia, COMPAÑEROS TODOS, pero no sufráis, aquí me guardaban un sitio privilegiado y me siento muy querido y cuidado.
Mis padres, y mis hermanos, cuidaban de mi querida y ahora todos tratamos de recordar cada minuto vivido y agradecemos haber formado parte de todas y cada una de vuestras vidas.
¿Sabéis de qué hablamos?
Pues mirad, bromeamos y nos reímos de mí, de cuando iba a repartir nata en bici, la mejor nata de la comarca, de la pastelería donde mis padres pusieron tanta pasión y horas.
Recordamos mi infancia en el chalet, mis estudios, mis travesuras de joven, y cuando apenas llegué de la mili, me embarqué en la aventura larga y pesada de la Confección.
Cierto, una aventura larga y pesada, empezando en aquel pequeño pueblo hasta cubrir comarca y rincones, una aventura de la que disfruté mucho mientras duro.
Nos permitió tener una vida que cualquiera soñaría y también nos la robó, como nadie desearía. Aprendí a valorar y amar lo que era de verdad, y quizás sí que soy un SOÑADOR, pero siempre ha sido para ayudar, curar y amar todo lo que me rodeaba.
¿Sabéis de qué hablamos?
De ti. Aprovecho para decirte que gracias a ti y tu pasión, empezó mi segunda aventura, nuestra segunda aventura, la de todos, la granja y todo lo que le da vida a la misma.
Aquella caravana y nuestros animalitos que han hecho felices a miles de niños, nada me llenaba más que el dibujo de esas risas en las caras de los más pequeños en toda España, las ferias medievales, romanas, el Segar y el Batre, Galicia, Betanzos.
Ah, sí, cómo no, a aquel pueblo perdido de la mano de Dios, donde tú y tu hermano os encarcelasteis dentro del Castillo. Sé que quizás fui frío, distante, muy protector y permisivo.
¿Recuerdas aquellos cromos que os compraba en todo momento para compensar las horas que no os pude disfrutar?
Disfrutaba mucho sintiéndote jugar a pelota o haciéndote franfurts americanos para tus compañeras, cuántas cosas por agradecerte y ahora solo me sale decirte, GRACIAS, PERDÓN, TE AMO.
¿Sabéis de qué hablamos?
De ti. Aprovecho para decirte gracias por todos tus esfuerzos puestos en la granja. Gracias por respetarme siempre tal y como he sido. Sabías que moría por ayudar a todo el mundo, quería que todo el mundo se sintiera a gusto, los niños eran mi vida, sé que daba más de lo que tenía, mi AMOR era incondicional, y me encantaba que me ayudaras.
Todo lo que tenía de trabajador, como tú decías, lo eres tú ahora, y por eso solo me sale decirte,
GRACIAS, PERDÓN, TE AMO.
¿Sabéis de qué hablamos?
Recordamos con mi amada, cuando nos conocimos, soltamos la imaginación y repasamos nuestros 15 años de amor PURO INCONDICIONAL, donde los nietos han sido nuestros guías, nuestra fuerza, nuestro camino.
Ahora puedo agradecerle de nuevo lo mucho que me ha amado, la paciencia que ha tenido, y como me ha mimado, en casa yo era el REY y ¡hay de quién no me respetara!
Recordamos cómo os he amado, como verdaderos hijos e hijas y goza viendo los belenes que los niños hacen en su honor.
Juntos solo podemos deciros GRACIAS, PERDÓN, OS QUEREMOS.
Y como no, hablamos de todos LOS COMPAÑEROS que he conocido a lo largo de mi VIDA, de las cenas de los viernes en la granja con número de asistentes indeterminado, siempre era una sorpresa y yo era feliz.
Agradecer de todo corazón a mi médica, que ha estado en los últimos momentos conmigo, de forma incondicional y a todo el equipo médico de mi querido pueblo. GRACIAS POR TODO.
Y AHORA SÍ, solo nos queda despedirnos de todos, daros de nuevo infinitas gracias por amarnos tanto y de verdad. Quedaos tranquilos, estamos bien, descansamos en paz y con la conciencia tranquila que hemos hecho en esta vida lo que volveríamos a hacer si empezáramos en otra.
HASTA SIEMPRE.