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SÍNDROME DEL IMPOSTOR

Pues en verdad, ¡no me lo creo ni ahí!

 ¿Pese a tener éxitos no puedes disfrutarlos a pleno porque sientes no merecerlos? 

¿Descrees de tus propias y manifiestas capacidades?

¿Te dices que tus logros son solo producto de golpes de buena suerte? 

Entonces puede ser que experimentes el llamado síndrome del impostor que atribuye el éxito profesional a factores externos en lugar de a las propias habilidades. 

En 1978 las psicólogas e investigadoras americanas Pauline Clance y Suzanne Imes publicaron el resultado de su trabajo de exploración de 150 mujeres muy triunfadoras que dudaban de su valía. 

En sus inicios se identificó principalmente en mujeres, hoy se sabe afecta a todos los géneros. 

Provoca ansiedad, depresión, estrés y conlleva un importante déficit de amor propio. Quien lo padece experimenta sentimientos de desolación y desasosiego por la persistente sensación de nunca estar a la altura, interfiriendo con su bienestar y disfrute. 

Desmereciendo empeño y esfuerzos bajo la creencia que su triunfo se debe a rachas de buena suerte. 

Siete de cada diez personas destacadas en su campo lo vivencian; tiene diferentes grados y puede aparecer de manera temporal o empeorar con el transcurso del tiempo. 

Este miedo encubierto a no estar a la altura tiene su raíz en diversas causas: 

● Alta exigencia familiar en la niñez de sacar buenas notas o comparaciones constantes con otro integrante destacado. 

● Presiones de las mujeres para conjugar éxito profesional y exigencia social de maternidad. 

● Excesivo nivel de autoexigencia que genera ansiedad y bloqueos mentales 

● Percepción distorsionada del éxito, el fracaso y la competencia. Tienden a hacer esfuerzos desmesurados por objetivos que después no compensan. 

Quien lo experimenta: 

1. Intenta ser un superhéroe, siempre el mejor, Todopoderoso. 

2. Se compara constantemente y duda de sí mismo 

3. Tiene dificultades para disfrutar sus éxitos                                                  

4. No se cree merecedor. 

La Dra. Valerie Young posteriormente en 2011 profundizó los estudios iniciales y tipificó cinco perfiles:

 — Perfeccionista: con metas demasiado altas. Nunca conforme con los resultados.

— La Superwoman/el Superman: trabaja tanto para cubrir sus inseguridades que daña su salud mental y sus relaciones vinculares.

— Genio natural: se frustra si no le sale de una 

— Individualista: hace todo solo por miedo a supuestas incapacidades. 

— Experto: se siente deshonesto. Vive con miedo a; ser descubierto 

Cómo desactivarlo: 

● Reconocerlo y decir; este es el síndrome del impostor

● Aceptación de los logros propios 

● Trabajo de autoestima, límites y falsas creencias 

● Centramiento en agregar valor a las tareas 

● No comparaciones con otros 

Ser consciente que es improbable saber el 100% de aquello que se hace 

● Compartir miedos e inseguridades, esto hace disminuir la vergüenza y la sensación de aislamiento sentido.

 ¡Eres suficiente! Intégralo, hazte, consciente, disfrútalo, agradece. 

Siempre brinda tu mejor versión y acepta, que antes o después el triunfo llega siempre de una buena labor. 

Anímate a brillar, viniste a eso en esta maravillosa aventura llamada Vida. 

¡Nos leemos en! ¡Noviembre, anhelo para ti un octubre con muchas y brillantes sensaciones!

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