Tu mejor condición
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Quiero comenzar este artículo compartiendo un poema de Magdalena S. Blesa, que estimo se amalgama con la teoría que elijo compartirles e intuyo puede obrar como disparador de reflexiones personales.
Te necesitas
No te das la importancia que mereces,
y vas dejando que la vida pase,
y para ti no hay tiempo casi nunca,
y nunca te regalas un detalle.
Y corres, por la prisa de los otros,
y llegas a tu vida siempre tarde,
y va pasando el tiempo,
y va pasando,
y vas envejeciendo en el paisaje.
Y no se te pregunta por tu risa, que se fue diluyendo con la tarde.
Y siempre los demás,
y para cuándo una cita contigo en cualquier parte.
Te necesitas más de lo que piensas
y nunca te detienes a escucharte,
y tienes tantas cosas que decirte,
pero no te pareces importante.
Y siempre tú, después, y siempre luego,
y siempre, para ti, más adelante.
Y siempre tú detrás,
y siempre nunca,
y el tiempo, que se va sin esperarte.
Queda contigo en un lugar hermoso,
lleva una flor para identificarte,
y cuéntate la historia de tu vida,
ya verás como vas a enamorarte.
Porque no hay como tú nadie en el mundo,
porque en el mundo, como tú, no hay nadie.
Y siempre los demás, y siempre luego,
y vas envejeciendo en el paisaje.
Y nunca tus asuntos, lo primero,
y déjalo pasar que no hace falta,
y acaso el mes que viene, si se puede.
Y el tiempo, que te agacha la mirada.
Y tú, cuando los años lo permitan,
y tú, cuando esta crisis un día pase,
y tú cuando se pueda en otra vida,
y tú nunca jamás de los jamases.
Y el tic tac del reloj en tu muñeca,
y vas envejeciendo en el paisaje.
No priorizarse es una pésima decisión vital que acarrea consecuencias posteriores nefastas.
Genera envejecimiento prematuro, resquemores emocionales, piel envejecida prematuramente, cansancio extremo, energía descalabrada, vincularidad insalubre, mal humor, codependencias y una frecuencia personal de vibración baja.
Sí, todo esto es lamentable y puede derivar en un problema orgánico con el paso del tiempo.
La conclusión del tema la enlazo con el poema compartido. Se llama “teoría de las ventanas rotas” que los criminólogos James Q. Wilson y George Kelling desarrollaron. Esta sostiene que el delito aumenta en las zonas donde el descuido, la suciedad y el desorden son mayores.
Cualquier “ventana rota” física o moral emite un mensaje: “está permitido destrozarme”.
El psicólogo Philip Zimbardo en 1969 realizó en la Universidad de Stanford un experimento de psicología social.
Él usó dos autos idénticos en marca y modelo. Uno lo ubicó en una calle del Bronx, barrio pobre, peligroso, conflictivo, con alto índice de delincuencia. Lo dejó con las patentes arrancadas y las puertas abiertas.
En 10 minutos el coche fue desvalijado y en 3 días no quedaba nada de valor en él.
El otro lo puso en Palo Alto, California. Un barrio de clase alta, rico y tranquilo. En un mes no le hicieron nada.
Entonces Zimbardo rompió la luneta trasera. Fue desvalijado inmediatamente y quedó en iguales condiciones que el del Bronx.
La conclusión que extrajo es que no se trataba de pobres robando a ricos, sino que era algo que tenía que ver con las relaciones sociales.
Algo que transmite una idea de deterioro, desinterés o despreocupación va rompiendo los códigos de convivencia, reafirma la idea del “todo vale”.
Una ventana rota, algo que es evidente que no va, pero si no se repara, está emitiendo el mensaje “puedes meter mano, podéis seguir destrozando”. Un niño descuidado, un vínculo de maltrato conmigo o con un otro, un cliente mal atendido, una persona que reste en un equipo de trabajo indican que la impunidad se permite. En conclusión, hay que arreglar “la ventana rota” lo antes posible para evitar males mayores.
La lectura que nos da esta teoría puede extrapolarse a múltiples ámbitos de nuestra cotidianeidad. Si alguien pintara un grafitti en la fachada de tu casa y no lo limpiases pronto, probablemente en unas semanas, tu casa parecería un museo de arte urbano. Si descuidas alguna faceta de tu vida personal como pueden ser los hábitos alimenticios, actividades placenteras, las quedadas con amistades, el descanso nocturno, etc., estás imprimiendo la norma que en tu vida se permiten estas faltas y, según Zimbardo, probablemente vayan en aumento.
Como resumen; la bola de nieve del abandono, el maltrato, la pereza tiende a crecer rápidamente si hay signos externos que lo muestran y no son reparados con celeridad.
Si queremos evitarlo, deberíamos plantearnos arreglar esa ventana rota cuanto antes. A veces somos nosotros mismos quienes rompemos las ventanas físicas o emocionales de otras personas y, del mismo modo, también podemos ser responsables de la expansión del daño, propio y ajeno. Así como también es posible actuar como agentes de reparación y dedicar parte de nuestro tiempo a su arreglo y reconstrucción.
De tal modo que nos acabemos formulando varias preguntas:
¿Es la Teoría de las Ventanas Rotas aplicable a nuestra vida personal?
¿Cuál es la tuya?
¿En tu vida diaria existe alguna ventana rota que pueda estar influyendo negativamente en tu propio bienestar físico y/o emocional?
En caso afirmativo,
¿Cuándo se rompió esa ventana?
¿Podemos repararla?
¿Cuándo planeamos comenzar la reparación y cómo?
Post Pandemia es un tiempo ideal para rediseñar, embellecer, colocar nuevos vidrios donde sea necesario. Priorízate siempre. De esto depende que seas capaz de irradiar y ofrecer al mundo tu mejor vos unido a tu don. Date para ser capaz de un dar con calidad en tu entorno.
En mi país, una famosa conductora televisiva proclama al final de su programa donde almuerza con figuras de renombre:
“Cómo te ven, te tratan. Si te ven mal te maltratan. Si te ven bien, te contratan”.
Y así es. Vamos por la forma del mejor contrato que seas capaz en cada momento.
De vos depende afianzarte en el autorrespeto. Está en tus manos y a una decisión de distancia ¡Nos vemos en diciembre!
Brillantes experiencias, anhelo para tu noviembre y el mío.
Carpe Diem.
1 comentario en «Tu mejor condición»
He realizado una sesión de memoria celular con Viviana, maravillosa experiencia e increíble momento de sanación. Un ser muy especial a la que lo único que le interesa es ayudarte con sus tantas herramientas de trabajo. Mil gracias por tu ayuda y apoyo.