UN CINEASTA MEMORABLE. Wolfgang Petersen

Como comenté en unos de mis artículos semanales, en concreto en el titulado “Agosto negro”, se nos fueron una serie de personajes del mundo cultural y cinematográfico. Uno de esos personajes que nos dejaron en este agosto del 2022, es el director, guionista y productor de cine alemán Wolfgang Petersen, uno de los últimos directores que veían el cine de una manera diferente a como se ve en este siglo.

Comenzó su carrera a finales de los años sesenta codirigiendo cortometrajes y series para la televisión alemana.

En 1971, dirige su primer largometraje de 60 minutos de duración y poco conocido en nuestro país, titulado “Ich werde dich töten, Wolf” que narra el viaje que realiza una mujer desde su localidad hasta Berlín, para ir a matar a su amigo Wolf, un conocido actor de teatro.

Su segundo largometraje es del año 1974 titulado “Einer von uns beiden”, un film que nos habla sobre las decisiones que tomamos y las amistades. Este segundo trabajo, aún no le daría nombre a nivel internacional, pero ya empezaba a vislumbrar una manera de hacer en el nuevo cine alemán y a nivel de Alemania le aportaría el premio a mejor nuevo director que otorga la academia de cine de su país.

En 1977, dirige “La consecuencia” un film polémico para la época, que habla de homosexualidad y etiquetas que nos pone la sociedad.

Esta película junto con la siguiente, concebida para la televisión pero estrenadas en cines, titulada “El jugador de ajedrez”, le abre puertas para encontrar apoyos en otras productoras más potentes y poder escribir el guion y dirigir la película “El submarino” en 1981.

Esta película es una de sus obras cumbres y es nominado al Óscar como mejor guion adaptado (El submarino es una novela de Lothar-Günter Buchheim) y mejor director en el año 1983; la película llega a EEUU a mediados de 1982.

Estas nominaciones le abren la puerta de Hollywood, pero antes decide rodar en su país un sueño que tiene desde muy joven,  llevar la novela de Michael Ende titulada “La historia interminable” al cine. La película se estrena en 1984 y en 1985 viaja a Los Angeles para filmar un clásico titulado “Enemigo mío”, un film que le hizo vivir en el anonimato durante un lustro para regresar con otra gran película que se estrenará en 1991, me refiero a “La noche de los cristales rotos”, que le volvió a la primera línea de directores.

En 1993 estrena “En la línea de fuego” con Clint Eastwood, Rene Russo y John Malkovich de protagonistas.

Como vemos, Wolfgang Petersen es un director que tiene títulos muy reconocidos y comerciales como serán los próximos trabajos que estrenará. “Estallido” en 1995  y “Air Force One” en el año 1997.

Estallido, en concreto, habla de una epidemia de Ébola, que curiosamente coincidió con una epidemia real que hubo en aquellos años de esa enfermedad.

En medio de estas dos, produce “El laberinto rojo” con Richard Gere y Bai Ling.

En el año 2000 dirige la que para algunos, me incluyo, es la última gran película que se ha realizado hasta ahora, titulada “La tormenta perfecta”.

Sus últimas películas son “Troya” en el 2004, “Poseidón” en el 2006 y “Cuatro contra el banco” en el 2016.

Con Wolfgang Petersen se ha ido uno de los últimos grandes realizadores que veían y vivían el cine de manera especial.

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