3 Claves Para Comer Mejor en las Fiestas
Cómo elegir sin culpas, sentirte mejor y disfrutar el doble. Pequeños cambios en tu alimentación te ayudan a disfrutar diciembre más que nunca. No temas, no se trata de prohibidos ni de negarte tus platos favoritos de las fiestas, pero sí es importante darnos cuenta de que a esta altura del año tu cuerpo necesita una ayudita extra para funcionar como puede y debe.
Cuando le damos esos nutrientes que necesita ahora, nos lo recompensa con más energía, estabilizando esos valores que te recomendó el médico, dejando atrás problemas digestivos y, sí, bajando esos kilos rebeldes. Seamos honestos, aun cuando soñamos con llegar al verano con unos cuantos kilos menos o aun cuando el médico nos enfatizó la importancia de bajar el colesterol urgente, es muy fácil que diciembre se convierta en un mes de “excepciones”.
El cuerpo puede manejar un exceso aislado, pero no una seguidilla de excepciones. Si a esto le sumamos falta de sueño, el sedentarismo y el estrés de esta altura del año entre fechas finales de proyectos, exámenes y aprontes de fiestas… es una combinación que nos juega en contra a todo nivel. No es sorpresa que para muchos de nosotros diciembre es un mes que nos “pasa por arriba”.
El primer paso es reconocer que diciembre no puede ser una excepción de comienzo a fin. Seamos conscientes de nuestro patrón alimentario en diciembre y enfoquémonos en suavizar las situaciones de excesos y compensar activamente todos los días, aun si no sentimos que comimos tan mal.
Es la seguidilla lo que nos juega más en contra y por eso el esfuerzo de comer mejor también debe ser tarea diaria. Estas tres claves te ayudan a elegir mejor cuando estás en la fiesta y también a lo largo de tu día.
LAS 3 CLAVES 1. Un toque de Mindful Eating
¿Te pasa que comes por inercia? ¿Te agarras bajándote las papitas solo porque las tenías enfrente? ¿O comiendo para “hacer algo” o sacarte la ansiedad cuando no llegaron tus amigos aún? Estar en el momento presente puede ser tu mejor herramienta para no comer de más y que te caiga mejor sea lo que sea que elijas. Está estudiado que el ser humano es un “completador”; cuando tenemos un plato de comida en frente (o una bandeja de sándwiches) vamos a seguir comiendo porque está enfrente nuestro, casi sin querer. Por eso es importante poner atención e intención en lo que hacemos, ¡y comemos!, para no caer en estos automatismos.
El mindful eating es una herramienta para comer atentos y por ende comer mejor. Cuando vayas a comer, tómate un momento para elegir (vs. aceptar lo que nos pasa por enfrente) y concéntrate en lo que estás llevando a tu boca.
Por ejemplo:
- Puedes sentir el aroma, luego la textura de como se siente en la mano y finalmente cómo se siente en boca. Podemos concentrarnos en identificar los sabores, detectar cómo son las combinaciones, etc. Vas a terminar disfrutándolo más y sintiéndote más orgulloso de tus decisiones.
- Menos Sal Lo que comemos incide directamente en nuestra energía, en el humor y por supuesto en la figura. Si te pasa que cada vez que salís la balanza se dispara, es muy probable que sea por retención de líquidos (y ojo no es tan fácil sacártela de arriba). Tiene solución, pero hay que estar especialmente atentos a la sal. No solo a la sal agregada de esa que “ponemos por arriba” sino a la que viene escondida en los alimentos.
Los quesos, los embutidos y el pan son todos muy ricos en sal. Apunta a bajar estos clásicos para sentirte mejor mañana. No tienes por qué dejarlos afuera totalmente, pero cuidar la porción y elegir acorde a si este es tu gran evento de la semana o tienes otros cuatro compromisos con más o menos la misma oferta alimenticia. Tomar más agua también te ayuda contra la retención de líquidos, aunque suene contraintuitivo. Sírvete varios vasos de agua o aguas artesanales, a lo largo de la noche para ayudarte a compensar.
- Suma Jugo Verde. Hablar de “prohibidos” es contraproducente para tus hábitos saludables según la ciencia. Seguro lo has experimentado: justo cuando te decís que no vas a comer harinas, las ves en todos lados y es cuando más antojos te persiguen. En vez de poner toda tu energía en resistirte a alguna comida, proponte compensar durante la fiesta y durante el día con opciones saludables. En la fiesta: busca las opciones con verdes frescos; pedí siempre un vaso de agua o una limonada sin azúcar aun si estás tomando alguna copa; prueba la picada con palitos de verdura y hummus aun si además pruebas los saladitos; dile que sí a la ensalada de frutas. Si tienes la oportunidad, lleva a la fiesta opciones saludables, vas a ver que vuela.
- En casa: prioriza comer a sus horas (es excelente para tu energía, tu quema y evitas llegar famélica a la fiesta); aumenta tu hidratación; si tu médico te lo indicó, acuérdate de ese multivitamínico; prioriza lo natural. Si estás pronto para llevar tu alimentación a otro nivel, hay un hábito que lleva potencia tu diciembre: el jugo verde diario. El jugo verde es una forma fácil y rápida de aumentar tu consumo de verduras, superalimentos y frutas. Tiene numerosos beneficios, desde ayudar a deshincharte, bajar de peso, subir la energía, regularizar el tránsito intestinal y mejorar la piel.
¿Qué es exactamente? Es un jugo sin fibra, rico en clorofila y alcalinizante, a base de verduras, superalimentos y eventualmente algo de frutas. Lo fundamental en toda receta es incluir un par de puñados de hojas verdes oscuras (como espinaca o kale), es fácil ver de dónde vienen los beneficios. Prefiérelo en ayunas, sea apenas te levantas o entre horas. En esta época que estamos rodeados de opciones anti-saludables, priorizar tu alimentación, tu salud y tu bienestar con un pequeño hábito como este te cambia no solo el cuerpo sino tu foco. Cuando empiezas el día con un jugo verde es mucho más probable que prestes atención a lo que vas comiendo en el resto del día y tomes mejores decisiones.
RECETA: Jugo Verde Clásico Espinaca o Kale, 2 puñados Pepino, 1 (pelar si no es orgánico) Manzana o pera, 1 chica (pelar si no es orgánica) Limón, 1 (pelar) Instrucciones: Puedes hacer el jugo verde en juguera o licuadora. Para hacerlo en juguera simplemente introduce cada ingrediente previamente lavado y pelado en la máquina. Para hacerlo en licuadora, agrega 200 ml de agua y licua. Cuando queda listo es fundamental colarlo con un colador fino para remover la fibra, maximizando los beneficios. Se puede hacer doble porción y guardarla en la heladera en una botella de vidrio. Mantiene sus propiedades hasta 48 h.
TanVerde — www.tanverde.com Lic. En nutrición Maren Torheim Autora del libro “Como comer sano para adelgazar”, Maren trabaja desde hace más de 30 años en policlínica y piso en uno de los sanatorios más importantes del país. Se formó en Uruguay y también en el extranjero, profundizando en la dieta cetogénica para el control de epilepsia. Siempre ha priorizado el trabajo en equipo, trabajando desde hace más de dos décadas en un equipo interdisciplinario con un cardiólogo y psicólogas para el cambio de hábitos, y con neurólogos y neuropediatras en la dieta cetogénica. Más recientemente Maren se dedica a un emprendimiento familiar de alimentación detox y saludable, ofreciendo cursos online con coaching nutricional en TanVerde.