Basadas en hechos reales.
De los doce estrenos que llegan a nuestros cines este fin de semana, quiero recomendar dos que están basados en hechos reales y que sin duda son de lo mejor de la semana.
El primero que quiero recomendar es un documental británico del año 2023, pero que gracias a la distribuidora Festival Films, llega a nuestros cines con el título de “Wilding, el regreso de la naturaleza”.

Dirigida por David Allen y protagonizada por Rhiannon Neads, Matthew Collyer e Isabella Tree que además es la autora del libro en el que se basa el documental de 75 minutos.
La experiencia de una joven pareja que heredan un castillo británico, la finca de Knepp en West Sussex rodeada de 14.000 hectáreas de terreno de cultivo, dañado por tanto abono industrial y pesticidas.

Una revolución de la joven pareja, introduciendo otra vez especies salvajes libres, harán que el terreno vuelva a sus orígenes, antes de la industrialización, de vida y verdor de la campiña británica, aunque se tengan que enfrentar a sus vecinos y a los políticos de dicho país.
Un documental que es una oda a la naturaleza y que una vez visto, no volverás a ver un pasto verde y agradable de la misma manera que lo has visto hasta ahora.
La segunda que quiero recomendar, no es una película agradable para según que paladares cinéfilos o para según que espectador. Desde Dinamarca y dirigida por Magnus von Horn nos llega “La chica de la aguja”.

De la mano de una actriz descomunal, Victoria Carmen Sonne, y una fotografía en blanco y negro de Michal Dymek, la película camina por la particular parada de los monstruos, en difícil equilibrio entre la belleza académica de cada plano y la enorme monstruosidad de lo que describe.
Con homenajes a “Salida de la fábrica” de los hermanos Lumière, o incluso a “Peter Pan” en ese plano de los tejados de la localidad danesa donde sucede la historia.

Los horrores y los traumas que dejaron en un país, que no fue participe directamente de la Gran Guerra a principio del pasado siglo XX, pero que dejó huella en los que participaron voluntariamente.

Cuando un país está en guerra, está claro que el pueblo sufre, pero algunos saben sacar provecho de ello, con técnicas poco éticas. Esta es una de las cosas que plantea la película, una película tan dura como bellísima en su composición.