Bienvenido Mayo, Mes de la Madre
Mayo es un mes que florece en gratitud y amor. La naturaleza parece rendir homenaje a quienes, con su existencia, representan el amor más puro y desinteresado: las madres.
Ser madre es abrazar, silenciosa y llena de sacrificios invisibles., ser refugio en la tormenta y guía en los días soleados. Cada caricia, cada palabra de aliento, cada desvelo, forma parte de un legado de amor que trasciende generaciones. Una madre no sólo da vida: la alimenta con ternura, la fortalece con su ejemplo y la impulsa con su fe inquebrantable en nosotros.
Este mes, más que un simple homenaje, es una invitación a detenernos y reflexionar sobre todo lo que una madre significa. Es recordar los abrazos que curaron heridas, las miradas que transmitieron confianza cuando el miedo amenazaba con detenernos, las palabras que nos enseñaron a creer en nosotros mismos, incluso cuando dudábamos.
Honrar la paciencia de quien nos enseñó con amor a andar, comer, lavarnos los dientes, vestirnos, y un sin fin de cosas que ahora nos parecen tan sencillas, fueron muchísimas horas , días y años de dedicación.
La sabiduría de quien nos guió aun sin palabras. Es reconocer la entrega diaria, a veces desapercibida, pero siempre esencial, que construye los cimientos de quienes somos.
Mayo es también un recordatorio para abrazar a aquellas madres que nos acompañan con su presencia y a aquellas que viven en el recuerdo, eternas en nuestro corazón. Es momento de decir «gracias» a quienes, con su amor incondicional, nos enseñaron que la verdadera grandeza no se mide en logros materiales, sino en la capacidad de amar, perdonar y acompañar.
Que este mes de mayo, cada gesto, cada palabra, cada pensamiento hacia ellas esté lleno de la calidez y el respeto que merecen. Que sepamos valorar no sólo lo que hicieron por nosotros, sino también lo que aún continúan enseñándonos con su ejemplo.
A todas las madres, presentes o ausentes, visibles o silenciosas, mis más profundas gracias, gracias, mil gracias.
¡Feliz mes de la madre!