Kayara: La Guerrera del Imperio Inca – Una heroína que conecta con nuestras raíces
Una conversación con César Zelada, director de Kayara
En un escenario cinematográfico donde las historias ancestrales aún luchan por encontrar espacios de representación, Kayara: La Guerrera del Imperio Inca emerge como una propuesta poderosa y refrescante. Esta película animada, dirigida por César Zelada y producida por Tunche Films en coproducción con estudios internacionales, ofrece mucho más que entretenimiento: es una apuesta por rescatar la historia andina, visibilizar el rol de la mujer en tiempos prehispánicos y conectar emocionalmente con la identidad cultural del Perú.
Conversamos con César Zelada, director y productor del filme, para conocer los detalles detrás de esta obra que ha capturado la atención internacional y que promete marcar un hito en el cine de animación latinoamericano.

¿Cómo nació la idea de Kayara y qué te motivó a contar esta historia?
La idea de Kayara nació hace varios años cuando nos dimos cuenta de que muy pocas películas retratan al Imperio Inca desde una perspectiva que conecte con las nuevas generaciones. Queríamos crear un personaje femenino fuerte, con una misión clara, y que además rompiera estereotipos. Kayara es una joven que sueña con ser chasqui, algo reservado históricamente a los hombres. Es una historia de lucha, pero también de redescubrimiento de nuestras raíces.
¿Qué desafíos enfrentaron durante la producción, especialmente en un contexto de pandemia?

La pandemia nos obligó a reinventarnos completamente. Tuvimos que coordinar equipos en diferentes países trabajando de forma remota, lo cual fue un reto logístico enorme. Además, como es una coproducción con Francia y Estados Unidos, también tuvimos que conciliar visiones culturales distintas para mantener la autenticidad del relato andino sin perder el atractivo global.
¿Cómo fue el proceso de investigación para representar de forma fiel al Imperio Inca?
Fue un proceso profundo y riguroso. Trabajamos con historiadores, antropólogos y especialistas en culturas andinas. Queríamos asegurarnos de que los elementos como la arquitectura, la ropa, los idiomas y hasta los valores sociales estuvieran lo más cerca posible de lo que pudo haber sido el Tahuantinsuyo. Pero también nos tomamos ciertas licencias creativas, ya que es una obra de ficción destinada a un público familiar.
El personaje principal, Kayara, es una mujer que desafía los roles tradicionales. ¿Cuál es el mensaje detrás de esta decisión?

Queríamos mostrar que las mujeres siempre han tenido un rol fundamental en nuestra historia, aunque muchas veces haya sido invisibilizado. Kayara representa a todas esas mujeres que desafían lo establecido, que no aceptan los límites impuestos y que luchan por sus sueños. Su viaje es tanto físico como espiritual, y su transformación inspira a mirar el pasado con una nueva perspectiva.
¿Cómo ha sido la recepción internacional de la película hasta ahora?
Muy positiva. Se ha proyectado en varios festivales y ha recibido comentarios muy alentadores. Lo más bonito ha sido ver cómo públicos de otras partes del mundo se sienten fascinados por la historia inca y por la belleza visual de nuestra cultura. Eso nos demuestra que lo local puede ser universal cuando se cuenta con pasión y autenticidad.

Kayara: La Guerrera del Imperio Inca no es solo una producción animada bien lograda: es una declaración de principios. En un momento donde el cine latinoamericano busca nuevas formas de expresarse, esta película se posiciona como un puente entre el pasado ancestral y el presente diverso y desafiante. Kayara, con su valentía y determinación, se convierte en un símbolo de resistencia, identidad y empoderamiento.
Con una historia cautivadora, una animación de alta calidad y un compromiso con la representación cultural, Kayara se alza como un ejemplo de cómo el cine puede educar, emocionar y transformar.