De la autoestima al éxtasis

La relación que tenemos con nosotras mismas es la base de todo lo que experimentamos en la vida. «Te conviertes en lo que crees que eres», dijo Oprah Winfrey (una mujer a la que admiro)… y no puedo estar más de acuerdo.

Lo que creemos sobre nosotras mismas, sobre nuestro cuerpo y sobre nuestro deseo, marca la diferencia entre vivir una vida de plenitud y una vida de limitaciones. Ahora bien, la cuestión es, ¿qué pasa cuando nuestra autoestima está quebrantada o simplemente olvidada? ¿Cómo podemos llegar al éxtasis si no nos reconocemos como seres dignos de placer y disfrute?

La autoestima es una energía poderosa. Es la base desde la cual construimos nuestras relaciones, nuestros logros y, especialmente, nuestra conexión con nuestra propia sexualidad. Sin una autoestima sólida, es difícil sentirte plena en tu cuerpo, en tu deseo y, en última instancia, en tu capacidad de experimentar el éxtasis. Es como si nos hubieran dicho que nuestro placer no es importante, que nuestras necesidades sexuales son secundarias o que la sexualidad es algo más para los demás que para nosotras mismas.

«Solo cuando nos amamos a nosotras mismas somos capaces de experimentar lo mejor de los demás» Rumi.

¿Y qué significa amarse a una misma? No se trata solo de decir “me quiero” en el espejo por obligación, ni de hacer yoga o meditar para cumplir con la lista de tareas de bienestar. Amarse a una misma es un acto de transformación interna, es una reconexión con la esencia femenina, esa energía sagrada y poderosa que todas llevamos dentro. Si no nos amamos, si no nos damos permiso para recibir, entonces ¿cómo podemos esperar vivir experiencias profundas de placer o éxtasis?

La conexión con nuestro cuerpo es esencial para llegar al éxtasis. Una cosa importante: el cuerpo no se trata solo de los genitales, de los músculos o de la piel. El cuerpo es la casa de nuestra energía, de nuestra esencia femenina, de nuestro poder. Cuando tienes autoestima, aprendes a reconocer el valor de cada rincón de tu cuerpo, a sentirlo como sagrado. Entonces, el éxtasis no es solo una experiencia física, es una experiencia de conexión profunda con cada célula de tu ser.

Sin embargo, a muchas mujeres les cuesta reconocer la importancia del éxtasis, ya que hemos sido educadas en una cultura que minimiza el placer femenino.

Desde pequeñas, muchas veces se nos enseña a restarle importancia a nuestra sensualidad, a nuestro deseo. La educación sexual tradicional rara vez habla sobre la importancia del placer en sí mismo y menos aún, sobre la conexión espiritual que puede generar. Sin embargo, lo cierto es que la autoestima y el éxtasis están profundamente relacionados. Cuando una mujer se siente merecedora de placer, cuando se reconoce como digna de recibir, se abre la puerta a experiencias mucho más allá de lo físico.

“Solo cuando permitimos que nuestra sexualidad sea un acto de amor y no de  deber, alcanzamos la verdadera plenitud”.

Esta es una de las claves. La sexualidad no es solo una obligación en la pareja, ni un medio para complacer a los demás. La sexualidad es una herramienta sagrada para conectar con nuestra propia esencia, para recordar lo que realmente somos: seres completos, plenos y capaces de experimentar la vida en su máxima expresión.

Entonces, ¿cómo llegamos del simple acto de “aceptarnos” al éxtasis verdadero? La clave está en permitirnos el espacio para explorar nuestra sensualidad sin miedo ni vergüenza. Ya sé que para muchas esto no es tan fácil. Por eso, el primer paso es sentirte digna, porque el éxtasis no es solo para algunas, es para todas (sin excepción). Con esto quiero decir que no importa la edad, el tamaño de tu cuerpo o las experiencias pasadas. El éxtasis es una posibilidad universal y la puerta de entrada es la aceptación profunda de ti misma.

Te invito a que te permitas experimentar el placer por ti misma. No es necesario esperar a que llegue una pareja, ni esperar a que todo esté perfecto. El éxtasis se encuentra en el instante presente, en cada pequeño momento de conexión contigo misma. La sensualidad no es un lujo, es una necesidad. Tu cuerpo es sabio y cada toque, cada caricia, cada suspiro, movimiento y respiración tienen el poder de elevarte.

El proceso de pasar de la autoestima al éxtasis no es algo que suceda de la noche a la mañana. Es un camino que requiere paciencia, amor propio y disposición a liberarte de las creencias limitantes. Si consigo animarte a que lo emprendas y eso me encantaría,  te aseguro que el viaje vale la pena o como me gusta decir a mí “vale la alegría”. No hay nada más poderoso que una mujer que se reconoce a sí misma como digna de todo lo que la vida tiene para ofrecerle, incluyendo el placer más sublime. ¿Sabes por qué digo esto? Porque el éxtasis comienza en el momento en que te das cuenta de que mereces todo lo bueno que la vida tiene para ti… y más. Es la aceptación profunda de tu ser, sin importar lo que la sociedad te haya dicho que deberías ser. Es la libertad de ser tú misma, sin máscaras ni filtros, viviendo desde tu autenticidad.

Así que, te invito a que empieces ahora, sin excusas, sin miedos. Cada paso que des hacia tu autoestima y hacia el reconocimiento de tu placer es un paso hacia una vida más rica, más plena y, sobre todo, más conectada contigo misma. La próxima vez que mires al espejo, recuerda que el éxtasis no es solo una fantasía. Es tu derecho, es tu poder, es tu naturaleza. Está dentro de ti, esperando ser descubierto. Y cuando te reconectas con tu ser, cuando te amas sin reservas, tu vida se convierte en una celebración constante de todo lo que eres capaz de experimentar.

La clave está en permitirte vivir con plena conciencia de tu cuerpo, tus deseos y tu potencial. Al hacerlo, tu experiencia de vida se transforma y ​​tu autoestima se eleva, llevándote al éxtasis no solo en lo físico, sino también en lo emocional, mental y espiritual. Eres digna de vivir una vida de disfrute y plenitud.

Así que ¿por qué no comenzar ahora, sin miedo y sin barreras?. Date el permiso de experimentar tu propio éxtasis, sin culpas, sin presiones externas, solo con el poder que reside en ti. Reconocer tu potencial es el primer paso para vivir una vida extraordinaria, llena de gozo, autenticidad y amor propio.

¿Sabes? Al final, el verdadero éxtasis comienza cuando dejas de dudar de ti misma y comienzas a abrazar todo lo que eres, con todas tus imperfecciones y tu magnificencia. Es en ese abrazo de ti misma donde reside el poder de transformar tu vida, tu sexualidad y tu bienestar, abriéndote a nuevas experiencias de placer y plenitud. Solo cuando te reconoces como un ser completo y digno de todo lo que deseas, es cuando realmente puedes experimentar el éxtasis.

Y no olvides: “El poder está dentro de ti, solo debes permitirte verlo”.

Celebro esa mujer extática que vive en ti y en mí.

Abhaya Fdez. de Castro 

@laviadeltantra.abhaya

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