¿Dónde estoy? ¿Quién soy?
¿Qué pasa aquí?
Sindrome confusional agudo
En Argentina estamos viviendo un crudo invierno que trajo múltiples afecciones respiratorias a sus habitantes. En un hogar de adultos mayores, el marido siente tener dificultad para respirar, la esposa llama a emergencias y lo trasladan a un sanatorio de la zona. Él acepta a regañadientes y bajo protesta aduciendo que se le pasará pronto y nada mejor que su casa.
Se le diagnostica neumonía y debe quedarse ingresado para tratamiento. Ya desde que entra en la habitación la esposa lo nota extraño más lo justifica por el enojo de tener que quedarse allí. Con el correr de las horas su lenguaje se torna incoherente, está agitado, se niega a tomar la medicación, pretende huir. Posteriormente, comienza a tener actitudes impropias de su educación y se torna agresivo con su esposa. El equipo médico sin comunicar que ocurre indica contenerlo.
Ella se niega a que lo aten a la cama para restringir su accionar más en un momento considera es lo más conveniente, ya que su marido, que pareciera haberse transformado en otro ser, se convierte en un peligro para él y su entorno. Ese infierno se prolonga por tres noches con intermitencias, ya que de día su ánimo es de letargia y apatía. La angustia de no saber qué pasó con él que enloqueció de golpe es grande.
Los partes médicos se enfocan en su cuadro clínico. Esto que le ocurre a este buen y bien educado caballero, caso real vivido, se lo denomina SÍNDROME CONFUSIONAL AGUDO o delirium. Y si bien tiene un sinnúmero de ocurrencias, no se habla mucho de él, porque en muchos casos solo dura corto tiempo y en otros pasa desapercibido para profesionales.
En caso de internación nosocomial normalmente el paciente se normaliza al regresar a su casa. Si bien existen casos en que se prolonga más allá de la externación.
La duración media normal es de una semana con tratamiento, más en ancianos puede tardar un mes o más en retirarse. Las causas no se circunscriben a una internación como en esta experiencia relatada. Puede aparecer con infecciones orgánicas, estrés, intoxicaciones, falta de sueño, etc. Si bien es un desorden cognitivo por sus características aparenta ser demencia por la marcada alteración del nivel de conciencia y capacidad atencional.
Es muy frecuente en personas mayores después de los 60 y se caracteriza por ser un estado mental que se produce en forma aguda más es reversible.
Influye sobre el estado de ánimo: enlentecimiento, agresividad, alternancia entre agitación y apatía, impedimento de realizar actividades básicas como vestirse, inquietud, ansiedad y depresión.
Lo cognitivo – lenguaje confuso e incoherente sin idea de directriz, razonamiento desorganizado y presencia de delirios y alucinaciones.
La máxima alteración del pensamiento está representada por el delirio con ideas falsas, delirantes de tipo paranoide con contenido persecutorio y pobremente organizadas. Y también sobre la conducta que no coincide con el normal accionar de la persona.
Cuando este cuadro se presenta es común confundirlo con deterioro cognitivo o demencia más existen claras diferencias entre estos. El SCA aparece de forma abrupta y finaliza. La demencia no tiene un inicio claro y es irreversible, no remite. Antes se lo consideraba una patología psiquiátrica, hoy se sabe es una condición médica alterada cuyo tratamiento resuelve el cuadro.
Marcador de vulnerabilidad, ya que representa la incapacidad del organismo para desarrollar una respuesta satisfactoria ante un evento adverso. Se produce como resultado de una disfunción global de la corteza cerebral.
Es solo una emergencia médica. En el 34% de los casos no son detectados ni diagnosticados.
Los síntomas en general empeoran durante la noche, fenómeno de sundown o caída del sol.
Existen tres subtipos de SCA o Delirium
1.— HIPOACTIVO, que es el más frecuente pasa muchas veces desapercibido. Se caracteriza porque la persona está hipoactiva, letárgica, apática.
2.— HIPERACTIVO, predomina la agitación, excitación psicomotriz, desorientación, delirios, alucinaciones, ilusiones. Es bueno considerarlo emergencia psiquiátrica y medicar, ya que su accionar puede ser un peligro para sí mismo y el entorno.
3.— MIXTO, combinación de los dos anteriores. Es muy importante crear un ambiente familiar propicio de cuidado y amorosidad amén del tratamiento farmacológico si amerita para controlar los síntomas. El entorno debe acompañar con ternura y tacto ofreciendo apoyo emocional compasivo y solidario, trayendo a la persona con firmeza a la realidad tanto como le sea posible.
“Siempre que llovió paró”, y esto es así en este síndrome donde con el correr de los días la persona vuelve a su eje. Normalmente, no tienen recuerdos de su accionar. Así es que en mi visión es preferible no relatarlos y dejar el trabajo a su tipito-inconsciente para que lo procese en su propio tiempo y cuando sea oportuno hacerlo.
esto porque “metí la pata” varias veces e infligí dolores innecesarios al relatar a quienes lo habían padecido sus actitudes penosas. Como siempre y en especial en estos casos, más allá de la labor médica, dosis altas de amor son la mejor medicina dados en caricias y palabras de valoración y esperanza. Que la persona se sienta aceptada en su humanidad total que incluye también este síndrome si tiene el infortunio de transitarlo.
A BRILLAR a pleno que en este convulsionado mundo oscurecido ofrecer Luz es la fórmula del cambio. Nos encontraremos en septiembre.
Tendré un año más, ya que cumplo en agosto y me invito y te invito a una fiesta de Ser y experienciar tantas brillantes sensaciones como seamos capaces.
Porque como dice un filósofo sabio “sufrimos mucho por lo poco que nos falta y gozamos poco por lo mucho que tenemos”.
Buen mes para ti.
Gratitud y respeto.