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EL FENOMENO BARBIE

A estas alturas de la película, quién no ha visto Barbie, un fenómeno cinematográfico que ha superado todas las expectativas, convirtiéndose en la película más taquillera y la más vista dirigida por una mujer. 

De esto os quiero hablar, de los efectos que está teniendo la película y de los valores que podemos extraer de ella. Todo el mundo sabe quién o qué es Barbie. 

Hay quienes adoran a esta muñeca y todo su mundo y hay quiénes la odian. Yo soy más bien de las segundas. 

Directamente, nunca me han gustado, nunca he jugado con ellas y nunca me he sentido identificada, sino todo lo contrario. 

A pesar de que se diga que la intención de Mattel fue crear una muñeca con la que “las niñas” jugasen a ser lo que quisieran ser y no solo mamás o mujeres en sus roles más asistenciales, físicamente es una muñeca muy estereotipada y sexualizada. 

Mujer blanca, de cabello rubio (sé que actualmente hay diferentes tipos de piel y de pelo), delgada, con curvas perfectas, de belleza irreal y plástica… que no representa a la gran mayoría de mujeres de este planeta. 

Yo era más de bebés y de jugar a lo que yo quisiera ser sin necesidad de hacerlo a través de una muñeca. Era yo misma y directamente la protagonista de mis juegos y aventuras. Explicado esto entenderéis que no me llamaba para nada la atención, no tenía intención esta película y que no tenía ninguna intención de verla. Pero a mi familia le hacía gracia y les creó, cuanto menos, curiosidad. 

Así que después de intentarme convencerme pensé que quizás le podría dar una oportunidad y así valorarla desde mi propia experiencia. 

Acepté y no solo eso, sino que quise formar parte de la revolución y de toda “la movida” que se ha creado en torno a la película en general y a la muñeca en particular. Y como cuando me pongo, me pongo, pues ya que íbamos hacíamos la gracia completa y nos uníamos a la “marea rosa” y al efecto Barbie y nos preparamos para la ocasión con camisetas rosas. 

Camisetas que, por otro lado, contribuían a la suma de acciones consumistas, ya que todo es marketing y forma parte de este consumismo absurdo y desmesurado y que demuestra que somos unas marionetas en manos de quienes mueven los hilos, nos dejamos manipular y lo peor de todo, es que algunas somos conscientes de ello y nos dejamos llevar. 

La película, por divertida y colorida que sea, por muy buen montaje, guion y dirección, no deja de ser un producto comercial muy bien publicitado, muy bien enfocado, que están explotando al máximo. 

Una estrategia de Mattel para “rediseñar” o “resignificar” a una muñeca que estaba perdiendo éxito y que había bajado las ventas. Ahora ha resurgido y se verá claramente en las próximas Navidades. Yo creo, sinceramente, que este era el principal objetivo de Mattel, hacer un super anuncio publicitario y considero también, que lo han conseguido con creces, que ni en sus mejores sueños imaginaban tremendo éxito. Y había que limpiar la imagen de Barbie para que sea más acogida y aceptada en esta sociedad actual, más diversa, más plural y avanzada en términos de igualdad y feminismo que cuando se originó. 

¿Vosotros pensáis que se trata de una película feminista? 

Yo no, es una película comercial, que envía mensajes de los que queremos captar, pero que lo hace de manera superficial y forzada. Entiendo que no se puede pedir mucho más, no se trata de un documental ni de un manifiesto feminista o a favor de la igualdad. Pero lejos de esto, de resaltar el papel de la mujer y empoderarla, se invierten los roles de género en el mundo Barbieland. 

No me gustan los extremos y este es un ejemplo de binariedad extrema, la feminidad y la masculinidad son mucho más. Se caricaturiza el papel de Ken en el mundo Barbieland y también en el mundo real, mostrando una masculinidad ruda, grotesca, desagradable e intolerable. Se intenta representar la diversidad de las mujeres, pero no es así con la de los hombres, pues se sigue reproduciendo un modelo patriarcal. 

El feminismo, al menos como yo lo entiendo, no trata de invertir roles, ni de llevar al machismo al otro extremo, sino de encontrar el equilibrio, el poder y los derechos de manera igualitaria y equitativa. La película acaba siendo una lucha de poder, unos por encima de otros y en el caso de las mujeres, como si de lo que se tratara es de devolver a los hombres su deuda del machismo a lo largo de la historia. 

Me hubiese gustado más que hubiese acabado la película, llegando a ese equilibrio, a convertir esa utopía en realidad. Pero entiendo que es una comedia y la comedia no tiene por qué reflejar una realidad, sino más bien se basa en el humor fácil y en los estereotipos. 

Aun así, no digo que no me gustase nada, hubo partes de la película que me gustaron e incluso me divirtieron, como cuando en el mundo real son las adolescentes quienes hacen ver a Barbie que es un estereotipo. Y esa misma adolescente muestra unos ideales sobre los roles diferentes a los de su madre que jugó con esa muñeca, también me gustó cuando madre e hija se acercan. 

Con todo esto, si vamos con nuestros niños y niñas y adolescentes a ver Barbie, podemos aprovechar para reflexionar sobre la igualdad, el empoderamiento de la mujer, sobre el ser uno mismo o una misma y no depender de los demás, que nos llegue el mensaje de no hacer a los demás lo que no quieras para ti y sobre que todas las personas son igual de válidas y han de tener un lugar en el mundo. 

¡Aunque no dejan de ser los valores que intentamos inculcar desde casa y día tras día, bienvenida seas Barbie! 

Laura González 

@lecturas_paraelalma_kids

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2 comentarios en «EL FENÓMENO BARBIE»

  1. No la he visto , mi hija si , y no le gustó nada. A mi Barbie como muñeca me gusta , nunca me fije si era gorda , delgada …. Solo que le podía cambiar de ropa y se flexionaban sus piernas y brazos 😂😂 . Está claro que casi todo está para manipularnos comercialmente, y desgraciadamente casi todo forma parte de la política aunque a veces ni lo sepamos .
    Peeeeeero si algo me gusta y puedo lo compro . A veces influenciada y a veces creo que no 😂.,
    Me ha gustado mucho leerte 👏🏻👏🏻

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  2. Está bien la diversidad de opiniones y aunque sea un fenómeno de masas no tiene porqué gustar a todxs.

    Está claro que estamos inmersos en una sociedad consumista y todos en mayor o menor medida nos dejamos llevar. Sí al menos somos conscientes ya es algo.

    Gracias por tus palabras 😉

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