“EL TRONO” EL CORTOMETRAJE QUE DESNUDA EL PODER. ENTREVISTAMOS A SU PRODUCTOR FÉLIX TUSELL.
«El Trono», el primer cortometraje dirigido por Lucía Jiménez, transcurre en el lugar más democrático que cualquier ciudadano, sin distinción de clase o condición, puede encontrar: un lavabo público. Un espacio de encuentro donde las confidencias, los secretos, las decisiones, el voyeurismo, el cotilleo y los pecados inconfesables tienen cabida. Un escenario recurrente en el cine, que ha servido de marco para innumerables historias: desde la mirada inocente del niño amish en Único Testigo, hasta el lugar donde Michael Corleone encuentra el arma para cometer su primer homicidio; pasando por icónicas peleas como la de Misión Imposible 6, la puerta secreta que conduce a la alucinación en Trainspotting o las apariciones inquietantes en El Resplandor.
En este espacio tan kubrickiano se desarrolla una historia vitriólica sobre el poder, con una impronta shakesperiana: un presidente del gobierno queda atrapado en un baño público y descubre, poco a poco, que camina desnudo ante los ojos de sus súbditos, mientras su corte de aduladores le oculta la realidad. Sentado en un «trono» por el que se evacuan las impurezas del reino, escucha sin ser visto, en una sátira mordaz sobre el poder y su fragilidad.
«El Trono» brilla con un guión sólido, estructurado con maestría, y una puesta en escena, fotografía y música que construyen la atmósfera perfecta para sumergirnos en un viaje hacia la verdad oculta a todo hombre con poder. Lo hace con ironía, un ritmo digno de la mejor comedia y una interpretación sobresaliente de Manu Baqueiro.
Hablamos con su productor, Félix Tusell, socio director de Estela Films, la productora cinematográfica en activo más antigua de España. Un auténtico cineasta de raza: abuelo productor, padre productor, madre directora de vestuario, una hermana montadora y otra escenógrafa. Un profesional comprometido con las nuevas miradas, sin olvidar a los grandes maestros del cine español. Ganador del Goya al mejor cortometraje en 2022 con Tótem Loba, y premiado con la Biznaga de Plata por El Trono, ha sido pieza clave en la recuperación de figuras como Juan Luis Cuerda, Fernando Méndez-Leite y Fernando Fernán Gómez.

¿Feliz con El Trono?
Bueno, claro, estamos encantados. Ha sido un cortometraje que nos ha dado muchas alegrías y que, además, ya tiene un recorrido muy avanzado en festivales. Empezó en el Festival de Huelva en el otoño de 2023 y, desde entonces, certámenes como Medina del Campo o Málaga han sido grandes impulsores de nuestro corto.
¿Os esperabais el recorrido del cortometraje antes del estreno en Málaga donde ganasteis la Biznaga?
Uno nunca puede depender de los festivales para valorar su propia obra. Nosotros ya estábamos muy contentos con el resultado cuando lo grabamos y lo vimos terminado. Pero, por supuesto, selecciones y premios como estos animan mucho a seguir adelante.
Y estar nominada a los Goya.
El Trono también dará de qué hablar. Estamos muy contentos porque los cortos que apoyamos tienen algo especial. Es un corto arriesgado porque transcurre en un solo escenario, pero la cámara nos lleva a distintos lugares dentro de ese espacio.
Ese es uno de los mayores aciertos del corto.
Exactamente. Creo que es una de las grandes fortalezas del corto. Mantenerse en ese espacio reducido sin salir en ningún momento era un reto técnico exigente, pero el resultado ha sido muy bueno. Es, sin duda, uno de los grandes aciertos de Lucía.
El espacio está dentro del estadio Cívitas Metropolitano, que el Atlético de Madrid tuvo la generosidad de cedernos para la grabación, ayudó mucho en ese sentido.
Las simetrías juegan un papel fundamental. Es una narración visual muy potente.
Fue una planificación muy cuidada por parte de Lucía. Ella es más conocida como actriz que como directora, pero aquí debuta tras la cámara y se nota que se lo ha trabajado muchísimo. Antes de que se incorporara el equipo técnico, ella ya lo tenía todo muy pensado y esquematizado.
Se puede decir que ha dirigido un corto de primera.

¿Cómo convenció Lucía al equipo para sacar adelante este proyecto?
Bueno, por un lado, el guión ya nos sedujo desde el principio. Pero, además, en la reunión previa vimos lo bien preparado que lo tenía todo, lo trabajadora, entusiasta y tenaz que es. Así que no lo dudamos. Además, el tema que trata es de rigurosa actualidad. No se alude directamente a ningún partido o político en concreto, pero a todos nos evocará ciertas situaciones del presente.
Y el corto toca varios temas: el egocentrismo, la ambición, el poder, la envidia, la traición… Refleja el recorrido de una persona desde la autocomplacencia hasta el momento en que empieza a escuchar los «cuchillos afilados» a su alrededor. Es casi un Juego de Tronos en sí mismo.
Exacto. Ese cambio en la percepción del personaje es clave.
¿Cómo fue trabajar con Manu Baqueiro como protagonista?
Manu es un gran actor y entiende muy bien a Lucía. Ella, al ser actriz con tanta experiencia, sabe exactamente cómo dirigir a los intérpretes. Entre ellos hubo una gran compenetración para que su personaje estuviera bien equilibrado y no se convirtiera en una caricatura.
El baño, como escenario, resulta muy interesante porque es un espacio igualitario
Posiblemente el lavabo es el lugar más democrático.
Es un recurso que surgió de la decisión de mantener la historia dentro del cubículo. Los zapatos adquirieron un valor expresivo que normalmente no tendrían. El vestuario, a cargo de Paco Ros, acentuó esto con los tacones rojos de Marta Belenguer, que aportan un simbolismo muy fuerte relacionado con la sexualidad de su personaje.
¿El rodaje fue complicado? No me refiero al presupuesto, sino a los problemas de planificación del rodaje.
Como en cualquier rodaje, hubo dificultades, tomas que hubo que repetir y retos técnicos. Pero en general fue un rodaje amable, corto en tiempo y con un equipo muy profesional y entusiasmado.
Habéis apostado por directoras interesantes: primero Tótem Loba con Verónica Echegui y ahora El Trono con Lucía Jiménez.
Sí, también hemos producido Nulíparas con Fabiá Castro.
Es muy interesante esta dupla que formaís como productores Arturo Valls (Pólvora films) y tu Felix (Estela Films) ¿Cómo os entendéis?
Bueno, pues muy bien. La verdad es que Arturo es conocido en toda España y en gran parte del mundo por su faceta de actor y presentador, pero también ha demostrado ser un gran productor. Es una persona muy entusiasta y cinéfila, con un gusto especial por las comedias y por películas singulares. Ahí conectamos muy bien, a día de hoy seguimos formando un tándem muy complementario. Nos ayudamos, nos entendemos y nos impulsamos mutuamente. La verdad es que estoy muy contento con nuestra asociación.
Conocí a Arturo en la grabación de mi primer cortometraje “Epitafios», y curiosamente fue gracias a otra persona, María Ballesteros.

“La Memoria del cine, una película sobre Fernandez-Leite”, “Viaje a ninguna parte”, “Tiempo después” de Jose Luis Cuerda, en tus producciones hay una búsqueda de recuperar a los grandes maestros de la cinematografía española.
Si de alguna forma me gustaría distinguirme profesionalmente, sería por prestar atención a los grandes maestros del cine español. Yo creo que son los que nos constituyen a día de hoy como industria y como personas. Fernando Fernández Gómez, a quien le dedicamos Viaje a alguna parte; Emma, o José Luis Cuerda, con quien tuvimos el gusto de hacer su última película tiempo después; o Fernando Méndez Leite, que es, bueno, el cine español hecho persona, lo ha hecho todo. Fue profesor de muchos de nosotros a través de la televisión, además de la ECAM, la escuela de cine de la Comunidad de Madrid, que él dirigió durante muchos años. Allí vio nacer y crecer a los grandes talentos de hoy. Es una persona que sabe mucho de cine, más que nadie que conozco. No ha perdido esa sana curiosidad por todo lo que se sigue haciendo, y esa es la clave de su juventud mental, que sigue manifestando hoy en día.
Es un documental que disfruté mucho haciendo, del que aprendí, y que me acercó todavía más a mi buen amigo Fernando Méndez Leite. También cumple la función de darlo a conocer y reivindicar, algo que me parece fundamental.
Hablando de tu carrera, Tiempo después, El túnel y Cámera Café me parecen comedias muy enraizadas a la historia de nuestro cine.
Es el cine que he mamado toda mi vida, así que es normal que tire por ahí. Como productor, intento hacer las películas que a mí, como espectador, me gustaría ver.
También has producido a otros directores interesantes como Luis Parés “Los Conspiradores»
El Espectro Político y Los Conspiradores dirigidos por Luis Parés forman un díptico que habla de una generación, de los hijos de esa generación, del aspecto político, de las implicaciones políticas, de las ilusiones de la juventud y lo que luego impone la realidad. son cortos que me gustan muchísimo. Creo que Luis Parés tiene muchísimo talento, y lo despliega a tope en estos dos cortos.
Estela Films es una productora con mucha historia. ¿Sientes la responsabilidad de continuar con su legado?
Sí, pero también es un placer. Es la productora más antigua en activo de España. Mi labor es preservar el catálogo de mi abuelo, mi padre y mi madre, pero también producir nuevas películas que prolongan ese legado. La verdad es que no sé muy bien de dónde viene el nombre Estela Films, pero me gusta pensar que se refiere a la estela que deja un barco en su travesía: un camino con historia, pero que sigue avanzando.