En la acera de en frente 7
Una la de las curiosidades que se dan en nuestra vida sexual, es el fetichismo, que para algunos sectores sociales son todo un tabú, pero para otros se han otorgado una cantidad de adjetivos calificativos que más bien tienen que ver con prejuicios.
Hay que denotar que claramente en la cultura LGTB+ han sido más visibles, quizás son tantas las barreras puestas por parte del heteropatriarcado que, entre tanta naturalización de temas, el fetichismo en este conjunto social se ha dado más libertad de expresión a formas de vivir la sexualidad que ojo, no son exclusivas del conjunto LGTB+.
Según la RAE “Fetichismo” Del fr. fétichisme. 1. m. Culto de los fetiches. 2. m. Veneración excesiva de algo o de alguien. 3. m. Psicol. Desviación sexual que consiste en fijar alguna parte del cuerpo humano o alguna prenda relacionada con él como objeto de la excitación y el deseo. Según otras definiciones, Fetichismo (del latín, facticius, ‘artificial; en portugués, feitiço, ‘magia’, ‘manía’; en francés fétiche) Es una parafilia que consiste en la excitación erótica o la facilitación y el logro del orgasmo a través de un objeto fetiche, como una prenda de vestir o una parte del cuerpo en particular, o una acción.
El fetichismo sexual se considera una práctica inofensiva, salvo en el caso de que provoque malestar clínicamente significativo o problemas a la persona que lo padece o a terceros, pudiendo en este caso llegar a considerarse un trastorno patológico propiamente dicho. Los aparatos fabricados con el objetivo de la estimulación o para el juego sexual no se consideran fetiches.
¿Qué es un fetichismo sexual?
El fetichismo es la excitación sexual que sucede como respuesta a un objeto o a una parte del cuerpo atípicamente susceptible de ser sexualizada. En otras palabras, diríamos que el fetichismo sexual consiste en fijar algo atípico como objeto de excitación y deseo. Un ejemplo sería el fetiche de pies, que hace referencia a la excitación que pueden sentir algunas personas teniendo como foco los pies de su pareja sexual. Este es uno de los fetiches más comunes en la actualidad. Lamentablemente, los fetiches sexuales suelen ser vividos con vergüenza, culpa y necesidad de ser escondidos por el estigma que siempre los ha acompañado.
Pero, a decir verdad, hoy hay grupos, asociales que la han visualizado y ciertamente se ha desarrollado toda una industria que va desde juguetes sexuales a vestimentas. Antiguamente, la persona que tenía un fetiche solía ocultarlo por miedo a ser rechazada por ello y el resultado de esto es un sentimiento de frustración, incomprensión e insatisfacción a nivel sexual que puede llegar a afectar a la vida íntima, tanto individual como de pareja, o grupo sexual. Es cosa de observar la incipiente apertura de sex shop, clubes de sexo y premiaciones en el ámbito fetiche. Que abren un gran abanico de subculturas incluidas de juegos, roles, identidades.
Una de las preguntas recurrentes es
¿Los fetiches sexuales son malos?
Los fetiches sexuales no tienen por qué suponer ningún problema psicológico (ni físico) si no son llevados a un extremo. El malestar que pueden ocasionar es el relacionado con la vergüenza, la culpa y la insatisfacción en el área sexual, para lo cual podemos pedir ayuda profesional. El fetichismo no será un problema siempre y cuando no dañe a nadie ni física ni emocionalmente. Si el fetichismo compromete, afecta negativamente y/o pone en riesgo o atenta contra la vida y/o la libertad individual de otra persona, estaríamos hablando de un trastorno parafílico. En este caso, deberíamos acudir a un profesional de la salud mental especializado en sexología clínica para que nos ayudase.
Más allá de lo mencionado, otra de las dificultades con las que podemos encontrarnos en las parafílias es con que la persona no consigue excitarse y tener relaciones sexuales placenteras si no es mediante ese fetichismo, afectando seriamente a su vida sexual y viéndose esta totalmente condicionada por ello. Como siempre queremos atribuir de donde viene estos gustos o esta filosofía de vida, entraremos a una pregunta que se hacen personas, psicólogos y sociólogos:
¿Cuáles son sus causas?
Algunos expertos apuntan que los fetichismos pueden ser originados por comportamientos sexuales inadecuados durante la etapa infantil (trauma y/o abusos sexuales).
Sin embargo, no existe un consenso sobre las verdaderas causas por las que se originan. En lo que sí existe consenso es en asegurar que inician y son observables en las primeras etapas vitales. Otros lo atribuyen a Modas, simplemente un tema de estética, un quiero ser o parecerme a … Si tengo un fetiche…
¿Se lo debo contar a mí(s) pareja(s)?
La decisión de contar o no información personal es totalmente propia. Condicionar a hablar con alguien sobre algunos temas no se recomienda, pero si estás en un tema donde la comunicación es básica o porque simplemente esta o estas parejas se han conocido en un contexto donde el fetiche a sido parte del juego, hablarlo puede ser una forma de buscar una complicidad y es abrir una puerta a la fantasía. Nada debe obligarnos a hacerlo si no queremos. Sin embargo, contarle a nuestra pareja nuestras preferencias sexuales puede ayudar a que las relaciones íntimas sean más plenas y placenteras.
Incluso podemos sorprendernos por descubrir que nuestro/a compañero/a también tiene fetichismos sexuales que no se habría atrevido a confesarnos de no habernos abierto nosotrxs en primer lugar. Las relaciones sexuales o el sexo siempre serán mejores sobre una base de comunicación, es importante saber pedir y comunicar lo que nos gusta, pero recordemos que somos libres de contar o no aquello que forma parte de nuestra intimidad.
A continuación, entraré en lo que en mi modo de ver son algunos de los fetichismos sexuales más frecuentes:
• Fetiche de pies: personas que se excitan con la visualización o el contacto con los pies. Pueden querer olerlos, chuparlos, tocarlos o masajearlos. Se busca la interacción con los pies de la pareja sexual para experimentar el orgasmo o la satisfacción sexual.
• Tatuajes
• Piercings: este fetiche es muy frecuente y va desde personas que se excitan con perforaciones en el ombligo, hasta perforaciones en las zonas íntimas.
• Tacones: se trata de normalmente hombres o mujeres que se excitan besando, lamiendo o visualizando los zapatos de tacón. En muchas ocasiones tienen preferencia por determinadas texturas, colores y tipos de tacón.
• Uniformes: personas que se excitan cuando su pareja sexual se disfraza con un uniforme en particular. Unos ejemplos serían el uniforme de doctor/a, policía, bombero/a…
• Ropa ajustada y brillante: personas que se excitan cuando su pareja sexual viste con ropa apretada y brillante. Muchos/as se excitan con tan solo oler o tocar determinados tipos de telas.
• Dominación y sumisión
• Ropa deportiva: desde el olor hasta el vestirse o ver vestido a alguien.
• Leather : Es uno de los grupos más visibles dentro del mundo fetiche y se distingue de las culturas sexuales convencionales, es mediante el uso de indumentos de color negro y artículos de cuero.
• Puppy Play: El perro humano.
• Dildos, consoladores y masturbadores: Simplemente juguetes. Hay quienes consideran que el visionado de pornografía llega a ser un fetiche o tener sexo en lugares públicos, la práctica de crussing o el uso de redes sociales llega a ser un fetiche.
La cuestión es disfrutar de nuestra sexualidad sin dañar(nos) ni perjudicar directa o indirectamente a un tercero
¡Bienvenidos sean los fetiches sexuales que nos hacen innovar y disfrutar más de nuestra vida sexual!
PD: Con Amor Miquel Claudì-López
@miquelclaudilopez
1 comentario en «En la acera de en frente 7»
Excelente lectura , para entender el mundo a la perfección de cada uno mismo .