Intensa, elegante, sutil e intensa.
En 1922 el alemán F. W. Murnau, llevó al cine la novela de Bram Stoker “Drácula”, pero como no consiguió los derechos, lo que hizo fue cambiar los nombres de los personajes, el país donde transcurre y el título del vampiro, convirtiéndolo en “Nosferatu”, una obra maestra que ha tenido un remake que se ha estrenado recientemente en Apple Tv y que lleva por título “Nosferatu: A symphony of horror” dirigida por David Lee Fisher.
En 1979 el alemán Werner Herzog realizó un notable trabajo en la película “Nosferatu, vampiro de la noche” con Klaus Kinski en la piel del vampiro e Isabelle Adjani en la amada del monstruo.
En el año 2000, Elias E. Merhige dirigió a Willem Dafoe y John Malkovich en una película sobr el rodaje de la mítica película del genial director alemán en 1922. Un film ficticio que no llegó a la altura, o al menos no llegó a ser comprendida en su momento, pero que con el tiempo se ha convertido en una película decente de ser descubierta y que lleva por título “La sombra del vampiro”.
Ahora llega a nuestros cines una nueva versión dirigida por Robert Eggers y que lleva por título el mismo que el original, “Nosferatu”, con una puesta en escena espectacular.
Protagonizada de manera excelente por Lily-Rose Deep, sí es hija de Johnny Deep, Bill Skarsgard en la piel del monstruo Conde Orlok, Nicholas Hoult, Aaron Taylor-Johnson, Emma Corrin y Willem Dafoe.
La locura de sus personajes, ambientados en aquella Alemania del siglo XIX, donde el progreso moderno y la intelectualidad del momento choca contra el muro de ferviente paganismo religioso de la época, traspasa la pantalla para hacer sentir al espectador momentos estelares en el film.
El nuevo Nosferatu es una carta de amor maldito, un cuadro romántico perdido en el tiempo, un grito de desesperación ante la incomprensión. Por momentos es dolor emocional.
Hay momentos que recuerda a la película de Coppola “Drácula de Bram Stoker”, pero el conde Orlok fue el primer vampiro en saltar a la gran pantalla y el comienzo de esta nueva versión ya nos promete un film muy notable que está a punto de alcanzar el sobresaliente, que la convierten en una de las mejores películas del año, gracias a su sensual placer de estremecimiento y a una sed que nada apaga.