“JUSTICIA ARTIFICIAL” Para debatir y formar
La inteligencia artificial ya está formando parte de nuestras vidas a través de los móviles y en casa con ese artilugio al que llamas Alexia y que te pone en marcha el equipo de música, la lavadora o el aire acondicionado a una hora que tú le hayas ordenado. Vive entre nosotros.
Pero esta semana se estrena en los cines el segundo largometraje de Simón Casal, que tiene una trayectoria como director de series y de documental, que lleva por título “Justicia Artificial” donde nos plantea a través de un thriller judicial, el plantearnos si la inteligencia artificial es buena en todos los ámbitos de nuestra sociedad.
Protagonizada por Verónica Echegui, que da vida a la jueza Carmen Costa, el film denuncia, crítica y hace reflexionar sobre el papel de la justicia en un país, así cómo puede las nuevas tecnologías ayudar a la justicia a bajar la presión laboral que tiene esta administración y la rapidez de los juicios con un programa que, estudiando la cara del culpable, puede dictar sentencia, o marcar la posibilidad que tienen de volver a delinquir.
El largometraje de 98 minutos, también es bueno para debatir la fuerza y el poder que tienen las grandes corporaciones empresariales para presionar a la administración, gobiernos y personalidades para hacerles partícipe de sus acciones si compran sus programas. En este apartado, los actores Tamar Novas, Alberto Ammann, Elea Petit y Alba Galocha, son los responsables de la empresa que vende al ministerio de justicia el programa informático y que aprietan, sacando trapos sucios e incluso quitándose de en medio a quién ose poner palos entre las ruedas del progreso, a los responsables de un propio país.
La película tiene varios aciertos, como que esté rodada íntegramente en La Coruña, que la presidenta del Gobierno Español sea una mujer y que la protagonista sea una jueza, que en su pasado ya ganó un juicio mediático a una gran multinacional energética.
También tiene de acierto que plantee un referéndum para ver si los ciudadanos de este país aceptarían que se implantara la inteligencia artificial para cuestiones tan importantes como el juzgar a una persona.
La película, que tiene un corte político, es un film que en momentos da terror de lo que puede venir en un futuro, en una película donde la ciencia ficción, ya no es tan ficción.
Es una película que puede abrir grandes debates y que en un tiempo sería muy interesante que se pudiera pasar por los institutos, donde los adolescentes podrían debatir sobre algo que ya tienen en su día a día, pero que si no se usa con precaución puede destruir vidas…muchas vidas, ya que la indiferencia social y la impasibilidad personal, es de por sí un gran peligro.