LA MANCHA NEGRA.
Esta semana llega a los cines el nuevo trabajo del director malagueño Enrique García (321 días en Michigan, Resort Paraíso) que lleva por título LA MANCHA NEGRA, un drama rural de época setentera ambientada en la Andalucía más profunda. Un muy buen film que mezcla varios géneros y donde sus protagonistas están realmente brillantes. Protagonizada por Pablo Puyol y Virginia de Morata, hemos hablado con los tres, para que nos expliquen más de la película.
-Comenzamos por Enrique García. El film hace muchas referencias al western, te inspiraste en el western para crear esta historia, o te llegó la inspiración por otro lado.
-Enrique García: ha venido un poco de muchos géneros. Si el western muestra la parte rural americana, nosotros tenemos nuestro propio género y tenemos películas rurales como “La caza”, “Los Santos Inocentes”, “el séptimo día” o “el crimen de los invitados”, pero a la hora de escribir la historia había mucho de la literatura de Agatha Christie, del “¿quién lo hizo?”, el suspense, la codicia, la familia abierta, hay un retrato que evoca a la Sicilia de “El Padrino”, pero también hay muchas pinceladas de “Perros de paja” de Sam Peckinpha, de “Aliens, el octavo pasajero”, hay una malgama de muchas cosas, porque yo lo que quería crear primero era como un drama lorquiano, una especie de “Casa de Bernarda Alba”, que fuera una olla a presión que pudiera explotar en su último momento.
-Es una película muy femenina, donde los personajes femeninos tiene más peso que los masculinos y de todos ellos destaca “Manuela”, al que da vida Virginia de Morata. ¿Cómo te trabajas ese personaje con ese carácter tan fuerte?…porque tendrás carácter, pero no será tan fuerte como el de Manuela.
-Virginia de Morata: bueno, bueno…depende del día (risas). Pues mira, yo me apoyo mucho en el guion. Si el guion está bien escrito, el personaje está ahí. Luego es darle vida con tus herramientas; tu cuerpo, tu voz y tu alma y corazón. Yo hablaba mucho con Enrique y con Isa Sánchez que es la otra guionista de la historia, y hablábamos de ese carácter que tenía el personaje. Que le había llevado a ese lado. Muchas veces es verdad que no puedes contar toda la historia del personaje, pero sí que es verdad que yo como actriz necesito tener la historia completa del personaje que voy a interpretar. Yo me imaginaba a Manuela de pequeña en ese pueblo queriendo ser más, teniendo más libertad pero sin embargo reprimiéndose por el hecho de ser mujer, de alguna manera eso le va agriando el carácter. Luego también dentro de la historia, el peso de coger un rol que no le corresponde, de repente tiene que sustituir a su hermano, el hombre de la familia, que era el que tenía que haber sostenido a esa familia de mujeres y no Manuela, que lleva una carga que no le pertenece y eso es lo que a ella le hace ser una mujer fuera de su época. En eso es en lo que me agarré, a querer tener una libertad y que no te dejen; el estar siempre en tu propia cárcel, a esa condena que tiene Manuela…bueno en realidad en la película todos los personajes tienen su propia condena.
-Pablo, ¿qué te atrajo del papel de Eugenio y de la historia para decidirte a protagonizar la película en el momento que Enrique te lo propone?
-Pablo Puyol: Lo primero es que el personaje estaba muy alejado de todo lo que había hecho hasta ahora. La historia me conmovió, ya que estaba muy bien escrita y trata temas que todos conocemos, pero que pensamos están muy alejados pero que en realidad son muy actuales. Esas cosas de la familia que siempre hay problemas con las herencias, ese trato del poder de aplastar al que siempre está más débil creo que eso sigue estando vigente, ya que eso es parte de la condición humana. En el caso de Eugenio era un personaje con una carga muy fuerte encima, que venía arrastrando de muchos años atrás y que le había agriado su carácter. Es un tipo oscuro que se ha hecho a sí mismo por guardarse ese secreto durante tanto tiempo y todo lo que lleva viviendo. Me apetecía mucho hacerlo y asumir el riesgo de alejarme tanto de todo lo que había hecho antes, pero me apetecía el reto y llevarlo a cabo con toda el alma. En eso Enrique tenía la película en su cabeza e hizo el paripé de ponernos a nosotros, las cámaras, etc…pero él ya la había rodado en su cabeza (risas)…la tenía clarísima. Si ves el Storey Board, es alucinante. Hay ya está contada la película. Cuando ves todo eso lo único que puedes decir es…”voy para allá”, no puedes decir que “no”.
-Pablo a lo mejor acaba de lanzar una idea, y es que cuando acabe su recorrido en cines, sacar un comic con los dibujos de la película.
-Enrique García: Pues fíjate que nosotros, como teníamos un making grabando a todas horas, y es un reparto coral donde se hizo varias entrevistas donde cada personaje habla y salen imágenes de cómo se preparaban y sufrían para el papel en este pueblo inventado de La Aljarria, donde por ejemplo Pablo que hace un papel muy cerrado, muy taciturno pero que luego lo veías por los pasillos cantando ópera, porque Pablo es un tío con mucha energía. Todo el reparto son personas con buen corazón que pusieron toda su energía en este rodaje y eso es una alegría para cualquier director, el saber que todo el equipo pone el 100 x 100 en que salga todo adelante y bien.
-Una pregunta en general: En la película hay momentos que dan mal rollo, pero transmite que durante el rodaje os lo pasasteis de coña. ¿Es así?
-Virginia de Morata: ¿de coña es bueno?….sí la verdad es que hubo momentos muy divertidos. Es verdad que había tanta intensidad en el rodaje, que cuando se acababa necesitamos a este Pablo cantando y metiendo alegría en el cuerpo porque si no aquello hubiera sido insoportable. Hacía mucho calor mientras rodábamos.
-Pablo Puyol: En realidad Enrique sólo me contrató para amenizar los momentos de espera durante el rodaje y entre toma y toma (risas). Fuera bromas, el rodaje fue muy duro por las condiciones, el calor era “absurdo”. Las condiciones siempre encerrados en ese caserón del que salíamos poco, pero que nos vino muy bien para que desde el principio nos ambientáramos en la época y nos metiéramos de lleno en la historia porque esa casa es un personaje más de la película. La casa te atrapaba y ya te daba esa energía para rodar, pero sí que es verdad que con todo eso “en contra” el ambiente dentro del equipo era de hermandad y buenísimo, ya que si no hubiera sido imposible al ser una producción pequeña y con muchas dificultades que entre todos supimos llevarla a cabo en unas circunstancias nada fáciles.
-Enrique García: A ver…yo siempre digo que fue un rodaje muy duro. Muy pocos días. Muchísimo calor, calor “absurdo” -te lo robo Pablo- (risas). Tenía al reparto que yo quería y al que quería, ya que con los que había trabajado en anteriores rodajes los quería y los quiero y con los que no había trabajado me ilusionaba mucho trabajar con ellos como en el caso de Pablo, Natalia Roig o Ignacio Nacho con los que no había trabajado, me hacía mucha ilusión y estimulaba, con el resto los adoro porque ya había trabajado con ellos en otros trabajos en Málaga, pero el hecho de ser familia había momentos que hacía que nos quisiéramos mucho y momentos de “grrr” (aquí Virginia de Morata suelta un: “la confianza da asco” que provoca risas). Juanma Lara llegó en la última semana y nos aportó nuevas energías. Luchamos contra un señor que no para de moverse, que es el “Lorenzo”, que cuando dice que se esconde se paraliza todo el rodaje. Pero pusieron todo de su parte para que saliera bien, que viéndola ahora en la distancia hace que los calores pasado y los infiernos “aljarrianos” se están convirtiendo en momentos muy bonitos.
-Os quiero lanzar otra pregunta general para los tres. Una pregunta algo complicada. La película está ambientada en el año 1971, donde Franco está aún gobernando el país y donde se comienza una serie de especulaciones y corrupción (que dais una pincelada en el film). Mi pregunta es ¿si opináis que en pleno siglo XXI, España ha evolucionado o sigue teniendo cosas oscuras?
-Enrique García: Yo lo tengo claro, somos iguales. Lo único que ha cambiado es que tenemos teléfonos móviles en los bolsillos, pero somos iguales. Los males son eternos, pero no de ahora…esto ya se ve en la literatura de Shakespeare y de la época de las tragedias griegas y las cromañonicas. El ser humano se mueve por dos conceptos o motores, “Eros” y “Tanatos”, el amor y la muerte, el deseo y el miedo a “espicharla” con perdón de la expresión, lo que ahora somos más sofisticados y tecnológicos, pero nos mueve los mismos motores de pasión y cabreos. Coger un periódico de ahora y coger un periódico de hace 50 años lo único que ha cambiado es que antes había dos tintas y ahora tenemos cuatricromías, pero esta historia se podía haber contado en el 2022 y la única diferencia es que hubiese tenido que crear una secuencia en al que los personajes llevasen móvil y no tuvieran cobertura al llegar a la casa; el resto hubiese sido igual. Lo básico no cambia.
-Virginia de Morata: Estoy con lo que dice Enrique; el ser humano se mueve al final por las emociones y miedos. Los deseos y el interior de las personas no cambia, sólo cambia lo externo.
-Pablo Puyol: Poco tengo que añadir…Lo único que cambia de una tragedia griega a nuestro siglo, es el decorado…el resto es exactamente lo mismo. Al final lo que mueve a los personajes es siempre lo mismo…el amor, el odio, los deseos, la codicia, las ganas de poder…por eso las historias siguen estando vigentes y puedes hacer una tragedia griega ambientándola un poco, te la crees en el momento actual que estamos viviendo. El ser humano tiene una condición muy concreta y sigue siendo exactamente igual aunque vayamos a viajar a Marte.
-Vamos a ir acabando. Habláis de la casa como un personaje más, pero la madre también está presente en toda la película, a pesar de que le sucede lo que le sucede.
-Enrique García: yo necesitaba que la madre aunque apareciera poco, fuera un personaje en el que se viviera la rivalidad que ha tenido con Don Andrés; en el que se viviera el carácter que ha tenido y que tienen sus tres hijas; en el que se viera el dolor de ese hijo expulsado por su madre que manchó el nombre de la familia y el poder que tenía sobre el propio Eugenio y Modesta. María Alfonsa Rosso, que da vida a la madre, estuvo pocos días pero fue una experiencia única y maravillosa. Ella es una gran dama del teatro en Andalucía y una secundaria de lujo en cualquier producción, ya que trabaja desde la verdad y el corazón y yo necesitaba que Doña Matilde fuera un tótem, como si fuera uno de esos personajes que hay en los cuadros de El Vaticano, donde vayas donde vayas el cuadro te sigue mirando, fuera ese personaje presente.
-Muy bien. Ya para finalizar. ¿Dónde se os podrá ver en los siguientes proyectos? Si es que podéis hablar de ellos.
-Virginia de Morata: bueno yo estoy ahora con un proyecto de teatro en el que estamos todavía con los ensayos que se llama “La Herejía de las beguinas” que estreno ahora en Marzo, así que a ver qué tal va. Estrenamos en Tarifa (Cádiz) el próximo 11 de marzo.
-Pablo Puyol: yo sigo con la serie “Servir y proteger” en la uno de TVE y aparte estoy en dos funciones; una que estrené la semana pasada que es un musical de pequeño formato que se llama “Like” y luego una comedia muy divertida que hago con dos de las actrices de la película, que son Noemí Ruiz y Natalia Roig junto a Miguel Ángel Martín que se llama “Un secreto a voces” que estamos de gira por toda España…así que no puedo más, necesito una cama (Risas).
-Gracias por atender a Brillantes Sensaciones.