Metacognición
Valiosa herramienta en duelos
En algún tramo de nuestro viaje heroico nos vemos obligados a ese difícil tiempo introspectivo donde nos acompañamos por la pérdida de un ser querido.
La metacognición se define como la capacidad de reflexionar y tomar consciencia de nuestros procesos mentales, “pensar sobre el pensamiento”.
Esto implica tres aspectos:
- Autoconocimiento cognitivo: La comprensión de nuestras propias capacidades y limitaciones
- Autorregulación: La habilidad de controlar y ajustar nuestros estados emocionales y pensamientos
- Monitoreo mental: La capacidad de observar y evaluar nuestros pensamientos mientras ocurren
Desde lo práctico nos facilita:
- Reconocer patrones en nuestro pensar
- Identificar sesgos y creencias limitantes
- Desarrollar estrategias más efectivas para el crecimiento y aprendizaje personal
- Mayor conciencia de nuestros estados mentales y emocionales

Así observar y comprender nuestros procesos mentales se convierte en un pilar que permite ofrecernos transformar el dolor en una oportunidad de crecimiento espiritual, situándonos como observadores conscientes de ese tránsito. Creando un espacio sagrado entre el dolor y nuestra experiencia de él.
No para distanciar o desconectarnos, sino para permitir relacionarnos con nosotros mismos y ese duro sentir de una manera más consciente y compasiva.
Algo así como sentarnos junto a nuestro dolor reconociendo su presencia, sin permitir que consuma toda nuestra energía.
Simplemente observando el proceso de recuerdos que desencadenan oleadas de tristeza, descubrir las sutiles formas de la negación o las inesperadas apariciones de la ira sin motivo aparente.
Así llegamos a comprender que no somos nuestros pensamientos ni nuestras emociones sino ese espacio consciente que contiene a ambas. Esto resulta profundamente liberador a quien se encuentra duélando.
En duelo la metacognición no busca “superar” la pérdida, sino integrarla en nuestra vasta experiencia vital de forma integradora.

Nos permite:
- Reconocer la transitoriedad de nuestros estados emocionales
- Desarrollar más autocompasión
- Encontrar significado en medio del dolor
- Construir una nueva relación con lo perdido
Mirado desde esta perspectiva nos invita a relacionarnos con el dolor desde un lugar más sabio, con mayor apertura y aceptación.
Elizabeth Kübler Ross, psiquiatra suizo-estadounidense, fue una de las mayores expertas en la muerte. Ponía énfasis en la esperanza para sostener a personas que perdieron un ser amado y de darle un sentido a la situación que están viviendo.
Ella convirtió la mariposa en el emblema de su trabajo porque sostenía que la muerte era un renacimiento a un estado de vida superior para quien parte.
Y para quienes continuamos en este plano aprendiendo sobre el amor, que a eso vinimos, la metacognición puede colaborar para reinterpretar y encontrar nuevos significados en nuestras vidas.
Un portal que nos abre hacia una mejor humanidad con mayor conciencia.

El 17 de diciembre inesperadamente pasó de plano mi maestro y querido compañero en este tramo de vida. Fueron casi tres años a puro aprendizaje intenso sobre el amor maduro.
Cada mes le pedía ayuda con el tema y título del artículo y dialogábamos largo rato nutriendo enfoques. Después era una lucha que lo leyera, je,je…
Una mente brillante. Repetía Je suis genial, palabras que alguien muy querido había grabado en su llavero.Y lo era! Gratitud y respeto por su vida y nuestro intenso caminar juntos pese al corto tiempo.
Escribía en diciembre algo sobre metacognición y hoy encuentro de gran ayuda esta práctica.
Nos reencontramos en marzo. Honrar la vida tan plenamente como podamos es la mejor ofrenda a quienes nos preceden. ¡Así que… A brillar y vivir brillantes sensaciones cada día!