NUESTRO MOMENTO PERFECTO
La guionista y actriz alemana Aylin Tezel, se lanza a la dirección en un drama romántico, algo denso en su metraje (113 minutos), pero firme en cuanto a su resolución y definición de los personajes, en un romance coqueto y lindo.
Nuestro momento perfecto es la historia de Kira (Aylin Tezel) e Ian (Chris Fulton) que se conocen en la isla escocesa de Skye, en un fin de semana que han aprovechado para volver a encontrar la inspiración en su arte, ya que ella es pintora y él es músico, o de huir de ellos mismos.
Los árboles retorcidos, las laderas pantanosas y las montañas cubiertas de nieve aumentan la sensación de lejanía, que a su vez crea una burbuja que distancia a Kiran e Ian de su vida diaria.
A su regreso a Londres, ambos pierden el contacto, y deberán enfrentarse a sus propios demonios antes de estar en cualquier estado de considerar a alguien más, volviendo a sus propios infiernos.
Mientras Ian debe regresar a una casa familiar que preferiría evitar, con un padre enfermo y una hermana misteriosa, Kira debe olvidar la relación fallida con el actor Aidan (Rory Fleck Byrne).
Y aunque la ciudad es inmensa, es inevitable que al final ambos se encuentren…y su encuentro tiene un vértigo marcado por un trabajo de cámara en mano.
Si en la primera parte de la película, el film parece un poema en su montaje, es en la segunda parte donde los personajes muestran su corazón, donde la luz del sol da paso a la oscuridad de los teatros y de los pubs londinenses.
Nuestro momento perfecto es una historia sincera de un amor de treinta y tantos en que la oscuridad predominante conduce hacía la luz.