NUESTRO SEGUNDO CEREBRO

Nuestro cuerpo está lleno de química y de bichos, que están regulados por nuestros pensamientos, nuestras emociones y por hábitos, cómo puede ser la actividad física, las horas de sueño y el tipo de alimentación.

Nuestra micro- biota, conocida como flora intestinal, denominada por muchos científicos cómo nuestro segundo cerebro, y que hasta algunos catalogan como un primer cerebro.

 Tenemos una conexión desde el cerebro hasta el intestino a través de un eje de redes nerviosas, que permiten que estén totalmente comunicados, según los expertos lo denominan el sistema nervioso entérico.

Nuestro tracto digestivo está cubierto por más de 100 millones de células nerviosas qué hacen que haya una estrecha conexión entre el sistema digestivo y nuestras emociones, y viceversa, es bidireccional, es decir tanto afectan nuestras emociones al digestivo, cómo lo que ocurre en nuestro sistema digestivo a nuestras emociones.

De ahí la denominación de nuestra micro-biota cómo segundo cerebro. Con esto vemos que nuestras bacterias pueden alterar nuestro comportamiento, y nuestra percepción del mundo.

¿QUÉ HACE LA MICRO BIOTA POR NOSOTROS?

Hace unos años se pensaba que la serotonina se sintetizaba en el cerebro, pero se ha visto que el 90% de su síntesis se produce en el intestino.

La serotonina es un neurotransmisor (sustancia que transmite información) comúnmente conocida como la “hormona de la felicidad”, cuando está en niveles adecuados nos hace capaces de gestionar la ira, rabia… y nos da la capacidad de estar más tranquilos y felices.

Desde nuestro intestino también se nos genera el 50% de la dopamina qué es otro neurotransmisor conocido como la “hormona del placer y de la motivación”, cuando tenemos altos niveles de dopamina somos capaces de tener más foco cognitivo, más capacidad para concentrarnos, mejorar nuestra memoria, además de estimular nuestra creatividad.

Otra de las funciones de nuestra flora intestinal es que genera el 80% de nuestras defensas, ayuda al sistema inmune a mantener a raya a los patógenos y contrarrestar la inflamación crónica, luego cuando tomemos algún antibiótico para combatir alguna infección, al no ser selectivo del patógeno respecto de nuestra micro biota y destruir está también, se debe tomar un probiótico para volver a repoblar la flora intestinal, y mantener todas sus importantes funciones.

Otra función muy importante de nuestra flora intestinal es que mejoran la digestión y la biodisponibilidad de nutrientes para mejor absorción de todos estos: aminoácidos que provienen de las proteínas, grasas esenciales, vitaminas, minerales, antioxidantes, etc.

Y de esta manera funcionen todos nuestros órganos correctamente. Además también reduce los niveles de colesterol, combate las alergias, incrementa la energía por la producción de vitamina B12, aumenta la salud respiratoria, mejora la piel, ayuda a perder peso, lucha contra la depresión.

Se ha comprobado como la alimentación influye en la calidad de nuestra flora intestinal.

Un artículo publicado en la revista de la Facultad de Medicina de Harvard, afirma que se ganaría en calidad de vida aumentando la ingesta de probióticos.

ALIMENTOS PROBIÓTICOS QUE MEJORAN NUESTRA FLORA INTESTINAL.

Los alimentos probióticos son alimentos naturales que, una vez fermentados, contienen bacterias vivas y levaduras beneficiosas para nuestro sistema digestivo, y su consumo regular contribuye a mejorar la micro-biota, que nosotros conocemos como flora intestinal.

LÁCTEOS FERMENTADOS: Kéfir, yogures con bífidus

CHUCRUT: Col fermentada

KOMBUCHA: Té fermentado

ENCURTIDOS: Pepinillos, cebolletas… muy importante que no esté en pasteurizados (para que no mueran estás bacterias beneficiosas)

ACEITUNAS: sin pasteurizar y ecológicas

MICROALGAS: espirulina, Chlorella…

VINAGRE DE MANZANA: sin filtrar ni pasteurizar

ALIMENTOS PREBIOTICOS Son aquellos que estimulan el crecimiento o la actividad de las bacterias sanas de la flora intestinal.

Prebióticos naturales que contienen inulina: achicoria, alcachofas, avena, banana.

Legumbres, patata, boniato.

Prebióticos que contienen fructooligosacaridos: Ajo, cebolla y puerro.

¿Y tú cómo vas a cuidar tu segundo cerebro…?

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2 comentarios en «NUESTRO SEGUNDO CEREBRO»

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