¿Qué es un aceite esencial?

¿Qué es un aceite esencial?

 Son muchas las personas que piensan que un aceite esencial es algo que huele bien y que ponemos en un quemador o difusor para ambientar un espacio, pues bien, un aceite esencial va mucho más allá que un mero producto perfumado.

Según la definición de la RAE, el aceite esencial (a partir de ahora AE) es: Líquido muy oloroso de algunos vegetales.

Realmente es una definición muy escueta, si os parece la ampliamos un poquito.

Un AE es el líquido aromático, volátil que yace dentro de las plantas, flores, árboles, matorrales, raíces, arbustos y semillas y que, normalmente, se extrae a través de un proceso de destilación, más adelante ya explicaré los diversos tipos de extracción de estos aceites.

Los AE son sustancias que el ser humano ha usado desde la antigüedad para tratar todo tipo de enfermedades, curar heridas, como tratamientos de cosmética, incluso para cocinar y, por supuesto, para equilibrar estados de ánimo, disipar emociones negativas o crear ambientes románticos con sus exquisitas fragancias.

No son sustancias simples, están compuestos por varios biocomponentes que combinados entre sí crean moléculas que tienen diferentes funciones: anti fúngicas, antiinflamatorias, antibacterianas, antihistamínicas y así un largo etcétera que ayudan a restaurar el equilibrio homeostático del cuerpo.

¿Por qué son tan especiales?

Las plantas y los seres humanos formamos parte de la NATURALEZA y nos sustenta la misma fuerza vital, ambos vibramos y esta vibración no se puede obtener de forma sintética.

Si los AE son de buena calidad son muy potentes y actúan a nivel físico, emocional, energético y espiritual. Al fin y al cabo, las propias plantas utilizan esas moléculas para autoprotegerse de plagas externas, sanar sus propias heridas y para comunicarse entre ellas, sobre esta interacción existen múltiples estudios científicos.

Con tanto potencial, es natural tener en consideración que las personas que utilizamos los AE debemos hacerlo de una manera CONSCIENTE  y con un conocimiento básico de las propiedades y las interacciones.

Podemos afirmar que existen diferentes tipos de AE:

• Los de grado terapéutico, son ecológicos, sin adulterar, íntegros, 100% puros.

• Los de uso alimentario, se permite hasta un 70% de pureza, el otro 30% pueden ser pesticidas, alcoholes, herbicidas.

• Para cosmética y perfumería, suelen ser de origen sintético.

• Agua floral, es un subproducto de la destilación, también conocido como hidrolato.

En el mercado existen diversas calidades de AE, una guía para saber que estamos frente a un buen producto suele ser el precio, se entiende que no puede valer lo mismo un AE de lavanda que uno de rosas, por ejemplo.

¿Cómo se obtiene un AE?

Básicamente existen tres tipos de extracción:

El más conocido es la destilación por vapor, un proceso que separa los materiales que son sensibles a la temperatura, todos, todas conocemos los famosos alambiques, la mayoría de los AE se extraen con esta técnica.

Otro tipo de extracción es el prensado en frío, habitualmente usado en los cítricos a los que se presiona la corteza para que libere las moléculas, técnicamente no son AE, pero son muy apreciados por sus propiedades, por eso deben provenir solamente de cultivos ecológicos libres de pesticidas y otros residuos.

También tenemos la extracción con solventes, técnica conocida como «enflorage”, podemos recordar la famosa escena de la película “El Perfume” donde el protagonista unta a su víctima con una grasa que posteriormente es retirada.

Existen otros métodos de extracción, pero estos son los más conocidos.

También me gustaría hablarte de los diferentes tipos de aplicación que existen, de las propiedades y de qué uso darle a cada aceite, pero nos daría para otro reportaje o todo un libro.

Resumiendo, pon aceites esenciales en tu vida, no te vas a arrepentir, eso sí, apoyándote siempre de un buen asesoramiento.

Anna Palacin Recort Terapeuta holística y asesora en aromaterapia