Piel cuidados básicos diarios

La primera vez que…

Nervios, ansiedad, incertidumbre, expectativa fueron algunas de las emociones que sentí al recibir mi primer paciente.

Han pasado varios años de aquella experiencia que pudo confirmar que estaba en el camino correcto; fue una Higiene de Piel.

Hoy prefiero hablar de” Tratamiento facial” porque involucra varios pasos que se adaptan al tipo de piel y sus necesidades. Desde una piel con acné a una piel involutiva.

La piel es el órgano más grande del cuerpo humano. En un adulto promedio posee una superficie aproximada de 2 metros cuadrados y pesa alrededor de 4 a 5 kg.

Está en relación con otros órganos y sistemas del cuerpo y es a través de ella que nos revelan malestares, enfermedades, emociones.  Por ejemplo, transpiramos si estamos nerviosos, nos ponemos colorados si algo nos da vergüenza y otras veces se nos pone “piel de gallina”.

Continuamente se regenera, es impermeable, resistente, flexible, respira y funciona como barrera protectora frente al exterior filtrando lo que es beneficioso para nuestro organismo eliminando sustancias nocivas.

A través de terminales nerviosas recibe los estímulos que nos separan y relacionan con el medio externo. En un centímetro cuadrado hay más de 500 receptores sensitivos que envían información al cerebro.  

Sintetiza vitamina D, al exponernos al sol  es capaz de absorber lo necesario para generarla y mantener saludables huesos y tejidos.

La piel consta de dos capas principales: epidermis y dermis. Por debajo de la dermis de encuentra la hipodermis que contiene cantidades variables de tejido adiposo.

La epidermis es la capa más superficial de la piel, se encuentra en actividad constante, se renueva continuamente y carece de flujo sanguíneo. En esta capa trabajamos las COSMETÓLOGAS.

La dermis es un sistema integrado de fibras y células de origen conectivo que contiene una red vascular y nerviosa, apéndices cutáneos (pelos y uñas) y glándulas (sudoríparas y sebáceas)

Hipodermis, tejido subcutáneo. Su función es almacenar grasas y también colaborar en mantener la temperatura corporal.

Hay características cutáneas que permiten clasificar la piel del rostro.

PIEL GRASA

PIEL ALÍPICA 

PIEL MIXTA

PIEL NORMAL

El diagnóstico del biotipo cutáneo es muy importante para los cuidados cosméticos adecuados de uso diario y la prevención de patologías como por ejemplo acné, rosácea o melasma entre otras. También se observa la hidratación, pigmentación, reactividad, sensibilidad y grado de involución que presenta la piel.

Es importante por todo lo dicho conocer el tipo de piel que se tiene y sus características para mantener su equilibrio y por ende su salud. 

Es un tema muy amplio y son muchas las sugerencias que podría dar. –

Comparto una guía de cuidados diarios básicos que no deberían faltar.

1-Limpieza. Primer paso y fundamental todos los días de mañana y a la noche. Hay variedad de opciones, desde aguas micelares, geles, leches, cremas y jabones. Si no conocemos la piel lo mejor es optar por un gel de PH neutro.

 2-Tonificar para completar el primer paso y equilibrar el PH de la piel.

3-Aplicar Sérum, aquí priorizar la principal necesidad.

4-Contorno de ojos. Aplicarlo respetando la forma orbicular del músculo y realizar suaves masajes, siempre terminar hacia sienes y en sentido ascendente.

5-Aplicar emulsión o crema según el biotipo, edad y características del clima y de la piel.

Las pieles en tratamiento de acné u otra patología deben seguir las indicaciones específicas.

6- Pantalla solar no menor a SPF 30. Solo se aplica de día, en la mañana y en la tarde.

La protección solar se usa todo el año porque nos cuida la piel de la radiación solar y también de la emitida por las pantallas de monitores, celulares, etc.  Radiación electromagnética que favorece la deshidratación, hiperpigmentación y formación de radicales libres. Hay presentaciones con color que ya hacen un efecto de maquillaje.

¡¡¡¡A CUIDARSE!!!!  Porque vernos bien, nos hace sentir mejor.

Facebook
Twitter
LinkedIn

Deja un comentario