POSTALES TURISTICAS

“Me he acordado de ti en mis vacaciones y por eso te envío esta postal” 

En cualquier tienda de souvenirs del mundo podemos encontrar las típicas postales turísticas, de imágenes del lugar. Y ¿quién no las mira, compara con sus fotos, se anima a descubrir esos paisajes, esos sitios e incluso copia la idea para fotografiar? 

Pero parece que, ante tanta tecnología y tanta inmediatez: cámaras instantáneas, móviles que hacen fotos de cine, las postales son algo ya “vintage” que solo unos pocos compran y muchos menos envían. 

A mí me produce nostalgia, me trae muy buenos recuerdos de mi infancia y es por eso por lo que, este verano, he querido compartirlo con mis hijas que, para ellas, es toda una novedad. 

Recuerdo la ilusión que me hacía escribir y mandar postales de mis viajes a mi familia y amigxs, pero recuerdo con más ilusión y emoción, recibirlas. 

Con el tiempo se ha ido perdiendo esta buena y bonita costumbre. 

Las redes sociales nos permiten esa inmediatez en la que ya estamos totalmente inmersos, esa ventana abierta al mundo, esa exposición pública de nuestras vidas. Mostramos nuestro día a día, nuestros viajes, actividades… y no está mal si así lo decidimos. 

Pero las postales son algo personalizado que “quiero compartir contigo», es un tiempo y un espacio que he dedicado a esa/s persona/s. 

Es el recuerdo de mi viaje que quiero dedicarte. 

Me parece algo precioso que no debería perderse con el tiempo y por eso he propuesto y animado a mis hijas a probar la experiencia. 

Ha sido toda una aventura, parece ser que las postales, sean para coleccionar, guardar de recuerdo o entregar en mano porque los sellos nos costaron muchísimo encontrarlos y buzones tampoco es que haya tantos. 

Seguramente este año ellas no reciban ninguna, pero quién sabe si quién las reciba aprecie su detalle y quiera hacer lo mismo en su próximo viaje. 

Sea como sea, a ellas les ha encantado la propuesta y están deseando que sus destinatarios las reciban con sorpresa y les haga tanta ilusión como a ellas haberlas enviado. 

¡Y mientras esperamos a que nos digan que han recibido sus postales los destinatarios, sentiremos esa intriga, esas cosquillas y esa emoción de imaginar cuándo llegará y qué sorpresa se llevará quien la reciba! 

Sin duda, han sido la novedad de nuestro viaje y, junto con el diario de nuestras vacaciones, son una actividad que recomendamos y queremos poner en valor, pues ambos son medios de comunicación escritos para contar experiencias o anécdotas de un viaje y están llenos de beneficios para nuestrxs peques. 

Principalmente, se trabajan la escritura y la lectura de una manera más funcional,significativa y motivadora y concretamente una tipología textual diferente a la que están acostumbradas, pero también se trabajan la espera, la atención y la paciencia.

Imaginamos el viaje de la postal, por barco o avión, ya que estábamos en una isla y conversamos sobre la función de una postal y sobre el bonito trabajo del cartero cuando lo que entrega son muestras de afecto enviadas en forma de palabras. 

Y nos preguntamos quién y cuándo envió por primera vez una postal, de dónde era, qué pondría y cuánto tardaría en llegar. 

¡Comentamos las diferencias entre una postal de viaje y una postal de Navidad, así como con una carta convencional, que de esas sí que han escrito y recibido unas cuantas ya! 

Recordamos libros en los que el elemento principal es una carta o una postal y descubrimos que todas tienen la misma función, hacer sonreír a quien la envía y a quien la recibe. Y como en muchas ocasiones complementamos nuestro escrito con alguna recomendación de literatura infantil sobre el tema, os recomendamos varios álbumes ilustrados que son una preciosidad y que tienen unos mensajes que llegan al alma. 

El carter Joliu o unes cartes especials 

Narra el día a día de un cartero en su recorrido va enviando cartas a personajes de cuentos tradicionales. Todo un clásico y acierto seguro. 

Autores: Janet y Alan Ahlberg 

Editorial: Destino 

Una carta 

La historia de un gato malhumorado y de una carta perdida. Y como las palabras más bonitas pueden cambiar una vida. 

Autoras: Irene Verdú y Verónica Aranda 

Editorial: Bromera (en Español), Animallibres (en Català) 

Oso blanco, oso marrón 

Dos osos que viven en lugares opuestos, pero que se sienten igual de solos y se hacen amigos por correspondencia. Autores: Cristina Oleby i David G. Forés 

Editorial: Gamusetes.

Si vais de viaje y tenéis peques, esta puede ser una buena actividad que seguro que van a disfrutar. 

¡Que no se pierda esta bonita forma de comunicación! 

¡Felices vacaciones! 

Laura González @lecturas_paraelalma_kids

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4 comentarios en «POSTALES TURÍSTICAS»

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