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QUE LA NAVIDAD DURE TODO EL AÑO Y ¡QUE LOS ABUELOS SEAN ETERNOS!

QUE LA NAVIDAD DURE TODO EL AÑO Y ¡QUE LOS ABUELOS SEAN ETERNOS!

¡Si la Navidad es tiempo en familia, que sea Navidad todo el año! 

Esa época del año en que nos reunimos con nuestros familiares para celebrar el nacimiento de Jesús (los creyentes) y la vida en general, todos. Recordamos más que nunca a los que ya no están ocupando una silla en nuestras mesas y reuniones, pero están presentes siempre en nuestros corazones y agradecemos lo que tenemos y sobre todo a quienes tenemos.

Es época de alegrías, de compartir, de jugar, de escucharnos, de parar, de desconectar y conectar, de encuentros, risas y de largas sobremesas. 

Ojalá, todo esto nos durase todo el año y celebrásemos día a día lo bueno y bonito que nos ofrece la vida, la suerte de tener sana a nuestra familia, la alegría de dar y recibir, y no me refiero a regalos comprados sino a tiempo compartido, a besos y abrazos que son los verdaderos regalos. 

En estas fechas y en los días de vacaciones escolares, muchos niños y niñas pasan el día con los abuelos, pues los padres-madres no tienen tantos días libres como sus hijas-hijos. 

Son momentos en los que se estrechan y fortalecen aún más los vínculos. 

Los abuelos y abuelas se vuelcan por completo en sus nietos y nietas, pues tienen todo el tiempo para ellos y no hay nada, nada, comparable a eso. 

Y es que abuelos y nietos, suelen conectar y entenderse, además de quererse

¿Hay algo más sincero y genuino que el amor de los nietos y abuelos?

Poder disfrutar de la compañía de los abuelos y de los nietos es un maravilloso regalo que nos ofrece la vida. En muchos casos son compañeros de juego (sobre todo si están jóvenes y sanos), cómplices y compinches. Las abuelas y los abuelos son unas de las personas más importantes y queridas en la vida de las y los peques y un referente afectivo en la familia. 

Dan amor de manera incondicional y piden muy poco a cambio. 

La mayoría son felices con que, a menudo, vayamos a visitarlos y les dediquemos parte de nuestro tiempo. 

Los abuelos y nietos que comparten tiempo y vivencias, sin duda, son más felices. 

Están comprobados diferentes beneficios de esta relación tan especial entre nuestros padres y madres y nuestras hijas e hijos. 

— Los abuelos y las abuelas jóvenes y/o con energía pueden ser grandes amigos de juego, en realidad se pueden buscar juegos para cualquier edad. 

— Las personas mayores han vivido muchas experiencias y tienen mucho que contar, son buenos narradores: sus historias de cuando eran pequeños, anécdotas de sus hijos, cuentos tradicionales o cómo era la vida cuando tenían la edad de sus nietas y nietos es algo que normalmente capta la atención de los pequeños. 

¡Cuántas anécdotas y recuerdos tienen ya mis hijas en sus mochilas de los buenos momentos! 

Sus historias, sus charlas, consejos y sus acciones y gestos están impregnados en valores que llegarán a los pequeños. 

— Suelen ser buenos referentes y confidentes, pues suelen ganarse la confianza de sus nietas y nietos, haciéndoles sentirse seguros y queridos. 

— Pueden ser mediadores, suelen traer calma en momentos de tensión entre padres e hijos ante discusiones y/o enfados. Y acostumbran a tener esa paciencia con los más pequeños y ofrecer esos consejos que, seguramente, les lleguen más que los de los padres. 

— Son el mayor ejemplo de amor verdadero e infinito. En esto no tengo experiencia, pero he oído en más de una ocasión que se quiere aún más a las nietas y nietos que a las propias hijas e hijos, cosa que, sinceramente, me parece casi imposible, pero si es así, es un amor infinito. 

Aunque esta relación es maravillosa, no siempre puede ser la deseada pues, a veces, pueden surgir conflictos y desavenencias entre padres y abuelos, principalmente por la educación. 

O lo que es peor, problemas entre los adultos y consecuencias que acaban pagando los pequeños. 

Y es que, a menudo, se confunden roles y se otorgan responsabilidades que no tocan y eso es totalmente un error. 

Ellos ya hicieron de padres y madres, ya educaron, ya tomaron las riendas de la crianza de sus hijos y ya estuvieron junto a los pequeños y pequeñas en primera línea de juego. Ahora les toca vivir esta relación desde la calma y la experiencia y decidiendo, voluntariamente, si quieren o no hacer de canguros de sus nietas y nietos. 

Porque no hay obligación ninguna, porque los abuelos y las abuelas también necesitan su espacio, su tiempo y sus entretenimientos. 

Nunca, jamás, debería afectar una mala relación entre padres e hijos a la relación de abuelas y abuelos y nietas-nietos. Estos tienen derecho a verse, a estar juntos y a compartir momentos mientras se pueda. 

¿Quién no ha adorado a sus abuelos?

¡Y es que no hay amor más bueno y sincero!

Como siempre os completo mi artículo con algún libro relacionado con el tema, esta vez os voy a recomendar unos álbumes para guardar la historia y los recuerdos de nuestras abuelas y abuelos. Además de ser un bonito recuerdo para toda la vida, es un buen recurso para escuchar y dedicar un rato a nuestros mayores que tanto se lo merecen. 

Así que, si vais tarde con sus regalos de Reyes, esta nos parece una muy buena opción. 

ABUELA/ABUELO, HÁBLAME DE TI 

Editado por: Familiam 

Que disfrutéis de vuestros peques y mayores y tengáis un precioso año nuevo lleno de bonitos momentos. 

¡Feliz 2024! 

@lecturas_paraelalma_kids

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