El comienzo de un nuevo año es una invitación a renacer. Nos dejamos llevar por la sensación de nuevos comienzos, nos llenamos de intenciones y resoluciones, muchas veces centradas en mejorar nuestra vida desde un punto de vista externo: cambiar hábitos, mejorar nuestra alimentación, movernos más, etc. Pero, ¿y si este año comenzamos desde dentro? ¿Y si en lugar de enfocarnos únicamente en lo visible, exploramos una renovación más profunda, más íntima, conectando con nuestra energía sexual y nuestra relación con el cuerpo desde el primer mes del año?

Enero es un momento perfecto para mirar hacia adentro, para recalibrar nuestra energía desde la raíz, y, cuando hablo de raíz, me refiero también a nuestro centro sexual, ese lugar de poder que a menudo olvidamos o ignoramos en nuestro día a día. ¿Por qué no empezar el año conectando con este espacio? No se trata solo de sexualidad en el sentido tradicional, sino de reactivar nuestra energía vital.

El Tantra nos enseña que la energía sexual no es solo para el placer físico, sino que es la fuente de nuestra creatividad, de nuestra vitalidad, de nuestra capacidad para manifestar lo que deseamos en la vida. Esta energía es la misma que usamos cuando creamos proyectos, cuando tomamos decisiones, cuando nos movemos por el mundo con confianza. Y, a menudo, está bloqueada por el estrés, las tensiones no resueltas o simplemente porque no le prestamos la atención que merece.

Imagina que tu energía sexual es como una corriente de agua. Si está bloqueada o contenida, se estanca, y todo a su alrededor pierde vitalidad. Sin embargo, cuando fluye libremente, nutre todo lo que toca. Comenzar el año conectando con esta corriente es un acto de renovación profunda. Nos invita a dejar de lado las viejas historias y tensiones que hemos acumulado durante el año anterior y a entrar en un estado de mayor fluidez y receptividad.

Te propongo un ejercicio muy sencillo para comenzar a mover esta energía desde el inicio del año. Es una práctica de visualización y respiración que te ayudará a sentirte más conectada con tu cuerpo y tu centro sexual. Busca un espacio tranquilo y cómodo, siéntate o acuéstate en una posición en la que te sientas relajada. Cierra los ojos y lleva tus manos a tu bajo vientre, justo debajo del ombligo. Comienza a respirar profundamente, inhalando por la nariz y exhalando por la boca. Con cada inhalación, imagina que estás llevando energía fresca y renovadora hacia tu vientre. Siente cómo el aire llena tu cuerpo y, especialmente, cómo alimenta tu pelvis.

A medida que sigues respirando, visualiza una luz cálida que se va acumulando en tu bajo vientre. Esta luz es la representación de tu energía sexual, de tu poder creativo. Con cada exhalación, siente cómo esta luz se expande por todo tu cuerpo, llenando cada célula con una sensación de vitalidad y fuerza. Continúa este ejercicio durante al menos cinco minutos, permitiéndote simplemente sentir y conectar con esa energía sin expectativas. Estás despertando tu cuerpo y preparando tu ser para un año de mayor consciencia y poder.

Esta práctica puede parecer simple, pero es profundamente transformadora. No se trata de buscar resultados inmediatos, sino de cultivar una relación consciente con tu cuerpo, tu energía y tu sexualidad. Es un recordatorio de que, antes de poder manifestar grandes cosas en el mundo externo, debemos asegurarnos de que nuestro mundo interno esté alineado y en equilibrio.

Y hablando de renovación, no podemos olvidar que para recibir lo nuevo, también es necesario dejar ir lo viejo. Enero, como un portal de nuevos comienzos, también es el momento perfecto para soltar lo que ya no sirve en nuestra vida íntima (aunque espero que lo hayas hecho ya en diciembre como te expliqué en mi anterior artículo). Si no lo hiciste o incluso si deseas terminar de soltar, piensa en cómo te has relacionado contigo misma y con los demás en términos de sexualidad y placer durante el año pasado. ¿Qué patrones ya no te sirven? ¿Hay viejas creencias, inseguridades o expectativas que puedes dejar atrás para abrirte a una experiencia más plena y auténtica en este nuevo ciclo?

En Tantra, hay un concepto muy bello que es el de «morir para renacer». No se refiere a una muerte física, sino a soltar lo que ya no es útil para poder florecer de nuevo. Cada día, cada mes, cada año, tenemos la oportunidad de dejar morir las partes de nosotras mismas que nos limitan, que nos impiden experimentar nuestra sexualidad y nuestro cuerpo con libertad. Al hacer esto, nos abrimos a la posibilidad de una renovación más profunda, no solo en nuestra vida sexual, sino en nuestra vida en general.

Y para inspirarte en este proceso de renovación, quiero compartir una frase de la escritora Anaïs Nin, una mujer que entendió profundamente el poder de la transformación interna: «Y llegó el día en que el riesgo de permanecer apretada en un capullo fue más doloroso que el riesgo que implicaba florecer.»

Este enero, te invito a florecer, a abrirte a lo nuevo, a dejar de lado las tensiones y bloqueos que han limitado tu capacidad de disfrutar plenamente de tu cuerpo y de tu energía sexual.

Comenzar el año conectando con nuestra sexualidad consciente no es solo un regalo que nos damos a nosotras mismas, sino una inversión en nuestra vitalidad, en nuestra creatividad y en nuestra capacidad de manifestar nuestros deseos más profundos. Cuando estamos en contacto con nuestra energía sexual, todo lo demás en nuestra vida fluye con mayor facilidad. Nos sentimos más vivas, más conectadas, más empoderadas.

Festejo tu capacidad de renovarte, de soltar lo que ya no necesitas y de conectar con la fuerza que reside dentro de ti. Te deseo que este año sea uno de expansión, placer y consciencia, en el que tu relación con tu cuerpo y tu sexualidad se convierta en una fuente inagotable de poder y alegría.

¡Feliz año nuevo y que tu camino esté lleno de luz y energía renovada!

Abhaya Fdez. de Castro 

@laviadeltantra.abhaya

Facebook
Twitter
LinkedIn

Deja un comentario