¡Hablemos sobre el vicio y no la virtud de estudiar y trabajar!

O si lo prefieres, te haré la siguiente pregunta ��

¿Eres adicto o adicta al estudio, o al trabajo?

Ojo, que la pregunta tiene trampa y la respuesta miga.

Así es, existe una adicción al trabajo y al estudio, al igual que otra muy relacionada con ellas, la adicción al aprendizaje y a la productividad, a ese “busy being busy”, estar ocupado por estar ocupado.

Y ya que estamos, ¿por qué no también incluir un síndrome que está muy de moda, aunque para nada fundamentado, ni reconocido, o sí?

Aunque lo del síndrome del impostor en realidad es un “engañabobos”, si, lo es, por mucho que te lo hayan vendido y se lo hayas comprado, no es más que una inseguridad común, una cierta falta de confianza y autoestima, pero eso es otro tema y prefiero no entrar en polémica y estropearle el negocio a quienes hacen su agosto con ello, y menos en estas fechas.

Volviendo a lo anterior, si, lo de las adicciones y ya de paso a los hábitos y patrones de conducta.

Estudiar, trabajar, producir y aprender van de la mano, aunque eso a veces lo dudo, especialmente en redes sociales.

Y si, al ser mi último post en relación con muchas cosas, y siendo el penúltimo día del año, te puedo tranquilizar, o alarmar, según lo quieras interpretar., he decido escribir un artículo, aunque casi nadie los suele leer enteros.

La adicción al estudio, al trabajo, a la productividad y al aprendizaje cumplen todas, es decir las mismas, características que la adicción al trabajo que ya se ha estudiado en profundidad y es por ello que me permito complementar la palabra “trabajo” con “estudio” en las siguientes descripciones breves sacadas de trabajos científicos serios y el “estado de arte”, ya sabes ese conjunto de saberes o desarrollo conseguido hasta ahora sobre la adicción al trabajo a petición de una persona a quien aprecio mucho y que suele asistir a muchos de los encuentros semanales en Innovia Behavioral Health..

A pesar de la falta de consenso en las definiciones, la adicción al “trabajo o estudio” es un “síndrome”, que hace que la persona adicta carezca de interés por todo lo que no pertenezca a su mundo de “trabajo o estudio”. Sus pensamientos siempre están girando en torno al “trabajo o estudio” y no saben disfrutar realmente de otras actividades.

También se podría definir la adicción al “trabajo o estudio” como la dedicación permanente, no solo a nivel personal o profesional, sino también mental, dejando de lado todo lo demás. Esta definición, comparada a otras en la literatura científica, tiene varias ventajas:

En primer lugar, el adicto al “trabajo o estudio” centra todas sus funciones cognitivas y conductuales en el “trabajo o estudio” sin definir si esto puede generar efectos positivos, negativos o mixtos en la vida personal, familiar y laboral.

En segundo lugar, esta inversión sustancial conductual y cognoscitiva con el “trabajo o estudio” tiene que ser estable. A saber, esto no debería ser resultado de una carga de “trabajo o estudio” temporal.

Además, esta definición también considera las cosas necesarias externas que podrían promover la adicción al “trabajo o estudio”, al igual que motivaciones internas vinculadas al aprendizaje y con ello una doble dependencia o adicción.

Algunos autores definen la adicción al “trabajo o estudio” sobre la base de la tríada “work or study triad”, que está compuesta por tres categorías: Implicación en el “estudio”, impulsividad, y satisfacción en el “trabajo o estudio”.

También toca aclarar que esta tríada surge de la identificación que hicieron los autores de seis subtipos de adictos y no adictos al “trabajo o estudio” como: “trabajador o estudiante” adicto, adictos al “trabajo o estudio” entusiastas, entusiastas al “trabajo o estudio”, “trabajador o estudiante” desencantados, “trabajador o estudiante” relajados y “trabajador o estudiante” no comprometidos.

Esta tríada está ahora arraigada en la literatura académica y en las propiedades psicométricas, y la estructura factorial de medida ha sido empíricamente probada en varios países y sectores.

La adicción al “trabajo o estudio” también ha sido definida en dos dimensiones, de impulsividad por “trabajar o estudiar” y disfrute por el “trabajo o estudio”.

También podemos identificar tres tipos de patrones de adicción al “trabajo o estudio”: compulsivo dependiente, perfeccionista y el orientado al logro.

Ahora bien, es importante considerar que la adicción según el diccionario etimológico de Oxford está asociada a la palabra “entregado o devoto a algo” (sustancia, persona o cosa).

Los trastornos adictivos (químicos y psicológicos) cuentan con dos componentes fundamentales: falta de control y dependencia. Existen hábitos de conducta en apariencia inofensivos que se convierten en adictivos. Ciertas conductas problemáticas pueden considerarse psicopatologías similares a las que sufren los farmacodependientes. Es decir, los síntomas de adicción psicológica son similares a los de las adicciones químicas.

El ser humano necesita una satisfacción global repartida en diversas actividades.

Si es incapaz de repartir su tiempo en diversas actividades, puede centrarse en una sola. Cualquier conducta, ya sea normal o placentera, es susceptible de adicción y más aún cuando se ejerce de manera habitual.

Las conductas adictivas están controladas en un principio por refuerzos positivos, pero después terminan por ser controladas por refuerzos negativos.

La adicción está determinada en función del grado de interferencia de relaciones. Seguido a esto, las adicciones psicológicas como por ejemplo el estudio o aprendizaje patológico, es entonces, una conducta repetitiva que resulta placentera y que generan una pérdida de control en la persona.

En relación con la adicción al estudio, al trabajo, al aprendizaje y a la productividad, la sintomatología se puede dar en todos los niveles:

En el fisiológico, hay estrés y cansancio crónico, trastornos sexuales, insomnio y trastornos psicosomáticos, como las molestias gastrointestinales o la hipertensión arterial.

En el nivel cognitivo-emocional, puede manifestarse con ansiedad, depresión, problemas y necesidad de control, carencia o pérdida del sentido del humor, rigidez de pensamiento, miedo al fracaso, perfeccionismo, intolerancia, impaciencia e irritabilidad, pérdidas parciales de memoria, baja autoestima, necesidad de logro.

A nivel comportamental, la adicción al “trabajo o estudio” se refleja principalmente en disminución del rendimiento en el “trabajo o estudio”, debido al cansancio tanto físico como emocional, desarrollo de otras conductas adictivas, ya sea al alcohol, el sexo, el consumo de fármacos y otras drogas. Se puede manifestar también con conductas como prisa constante y obsesión por “trabajar o estudiar más”, urgencia de tiempo, necesidad de “trabajar o estudiar” varias tareas o temas simultáneamente, dificultad para “estudiar en orden o delegar”, dificultad para relajarse, mayor incapacidad para solucionar problemas de forma efectiva, desinterés por las relaciones interpersonales consideradas por la persona como “no productivas”, aislamiento social y deterioro del núcleo familiar.

Y es justo aquí dónde cobra especial importancia el aprendizaje a parte del “hábito de estudio o trabajo”, o el “trabajo o estudio habitual” ya que la necesidad de producir, crear o aprender se vuelven adictivas: cuánto más las practicas más las necesitas y más dependerás de ellas.

Así es, una cualidad altamente demandada hoy en día, esa capacidad o facilidad de aprendizaje, la “learnability” también tiene su precio y sus consecuencias.

La sensación placentera del logro, la satisfacción personal del reto complejo en crecimiento, el reconocimiento propio al esfuerzo y ajeno son motivaciones muy poderosas que hacen que algunas personas se conviertan en “aprende-adictos”.

Es curioso que, “las adicciones suelen estar mal consideradas”, y sin embargo la adicción al trabajo, al estudio, a la formación continua, ese “life long learning”, al ser productivo, al ocio, al bienestar, aunque ya sea obsesivo, suelen tener muchos refuerzos tanto sociales, como personales y son socialmente ambiguas con sus propias luces y sombras. No es extraño entonces que sean consideradas como “adicciones limpias”.

No en vano en nuestra sociedad actual de información, conocimiento, producción y consumo, una parte importante de nuestra identidad proviene de nuestra capacidad de crear, producir, aprender, conocer, saber, la profesión y el trabajo, mientras la mayor parte de nuestro tiempo se dedica y se consume justo en el estudio y en el trabajo.

Un momento para reflexionar entre el Año Viejo y el Año Nuevo

El final de un año y el comienzo de otro siempre nos invitan a hacer un balance, no solo de lo que hemos logrado, sino también de cómo hemos vivido. Este artículo no pretende demonizar el trabajo, el estudio, el aprendizaje o la productividad, sino plantear preguntas sobre cómo estas actividades, que deberían ser herramientas de crecimiento y satisfacción, pueden convertirse en trampas que nos atrapan si las llevamos al extremo.

¿Dónde estás hoy respecto a estas áreas?

¿Qué lugar ocupan en tu vida?

¿Te generan equilibrio o dependencia?

Estas son preguntas que, en esta época de cierres y comienzos, pueden ayudarnos a trazar un rumbo más consciente para el año que empieza.

La invitación está abierta: pausa, reflexiona y elige.

Si sientes que estas reflexiones resuenan contigo y deseas profundizar en cómo lograr un equilibrio más saludable en tu vida personal y profesional, te invito a que me contactes. En mis encuentros grupales semanales y programas personalizados trabajamos juntos para identificar y transformar patrones que puedan estar limitando tu bienestar.

«La clave no está en cuánto hacemos, sino en cómo lo hacemos y por qué lo hacemos. Crear un equilibrio no es un lujo, es una necesidad para vivir con plenitud.»

Semper vigilio, fortis, paratus et fidelis,


Ber

Será un placer y un honor acompañarte a liberar y desplegar todo tu potencial para que puedas experimentar mayor claridad, confianza, propósito y equilibrio en este nuevo año. Te espero en mis encuentros grupales o en mis programas personalizados 1 a 1.

Más información por mensaje privado.

Un fuerte abrazo, que tengas un excelente cierre de año y nos vemos “dentro” en 2025.

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