Retrato de una tragedia.

En Venezuela existe una ciudad que lleva por nombre Valencia, capital de la región de Carabobo. En esta Valencia existe el barrio de Las Brisas, uno de los más pobres y peligrosos del país sudamericano. Pero como en todo barrio pobre, hay brotes de jóvenes que no quieren formar parte de esa vida violenta y drogadicción.

Esto es lo que nos plantea Niños de las brisas, de Marianela Maldonado, un documental magnifico y poético sobre la vida de tres jóvenes adolescentes que sueñan con formar parte de la joven orquesta Simón Bolívar, la más importante de Venezuela.

A través del viaje de diez años de los jóvenes Edixon, Dissandra y Wuilly, que encuentran en la viola y el violín el sendero para poder dejar atrás su barrio y salir hacia un futuro mejor, por ellos y por sus familias.

Los tres ingresan en las filas del Sistema nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, un sueño del maestro José Antonio Abreu, explicando desde lo más básico, ganando experiencia y depositando esperanzas e ilusiones en la música, embelesados por los grandes maestros que triunfan en el exterior.

Pero durante estos diez años, los cambios físicos de ellos son también los cambios de un País, que debido a la pérdida de su líder, Venezuela cae económicamente como un castillo de naipes y con ello todos los estamentos culturales del Estado.

Su directora Marianela Maldonado logra un excepcional nivel de intimidad en cada uno de los hogares de los tres protagonistas. El documental no se queda en el salón de clases o en la sala de los conciertos, viaja más allá y se mete en las cocinas y habitaciones de sus protagonistas, sin limitar las conversaciones entre ellos, donde hay Chavistas y antichavistas, pero que todos dicen que son ante todo venezolanos.

Sus tres protagonistas son muchachos que asumen responsabilidades muy grandes para sus edades, ya que comprenden su entorno y no tiene tiempo que perder, ya que forman parte de una sociedad que lleva una dinámica de supervivencia intensa. Niños que crecieron con una narrativa de enfrentamiento y de cambios radicales.

La lucha de ellos se siente como la lluvia que cae sobre los techos, estruendosa y amenazante.

En hora y media Niños de las brisas es una gama de vivencias y de decisiones transcendentales para cada uno de los protagonistas, con el éxodo migratorio de Venezuela como fondo, que explica sin tapujos la tragedia de un país.

Aunque parezca un documental trágico, en el fondo es un documental lleno de optimismo y luz de futuro, que emociona al espectador, aunque no sea venezolano/venezolana.

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