Sostenibilidad humana: cultivando bienestar en un mundo, en cambio
Octubre es el mes mundial de la salud mental, tema de suma importancia, ya que el bienestar emocional es parte esencial de la sostenibilidad humana. Gracias a la creciente conciencia de la salud mental en el contexto de un mundo, en cambio, sabemos que la sostenibilidad no solo se refiere al medioambiente, sino también al cuidado de nuestro entorno interno.
Día mundial de la salud mental (10 de octubre). Las prácticas sostenibles, como la conexión con la naturaleza y la reducción del estrés a través de hábitos saludables, pueden apoyar la salud mental.
*Atención plena (mindfulness) y la meditación, son una herramienta poderosa para mejorar la salud mental, reducir el estrés, fortalecer la resiliencia emocional y la sostenibilidad mental, al cultivar la capacidad de estar presentes y conscientes, las personas pueden responder mejor a los desafíos del mundo cambiante. Esta práctica favorece una mentalidad sostenible al prevenir el agotamiento mental.
Ejercicio: dedicar unos minutos al día a la meditación consciente, respiración profunda o simplemente estar presente en el momento puede reducir la ansiedad y el estrés.
*Reducir la exposición a las noticias negativas y el ruido digital, lo cual trae muchos beneficios, en un mundo lleno de estímulos constantes, la sobreexposición a las noticias negativas y las redes sociales puede aumentar el estrés, la ansiedad y la fatiga mental. Practicar la sostenibilidad mental incluye limitar el tiempo de pantalla, practicar “días digitales, détox” y elegir conscientemente cuándo y cómo consumir medios digitales.
Ejercicio: crear bloques de tiempo sin dispositivos, dedicar una hora antes de dormir a leer o actividades que no involucren tecnología, y seleccionar fuentes de noticias positivas o inspiradoras.
*Crea comunidades sostenibles de apoyo, ya que el apoyo social es fundamental para la salud mental. Tener redes de apoyo en la familia, amigos o grupos comunitarios ofrece una sensación de pertenencia y soporte emocional, donde las personas se apoyan mutuamente y colaboran por el bienestar común y fortalecer la resiliencia colectiva. En tiempos de incertidumbre, desarrollar la capacidad de adaptarse y mantenerse flexible ante el cambio es vital para la sostenibilidad humana.
Ejercicio: Participa en iniciativas locales, como voluntariado, grupos de apoyo o actividades comunitarias, para crear redes de ayuda y fomentar relaciones humanas significativas.
*Desarrollar la gratitud y la resiliencia emocional, la gratitud es una práctica simple que puede tener efectos profundos en la salud mental. Centrarse en lo positivo y lo que ya se tiene ayuda a contrarrestar la negatividad y el estrés de los cambios.
Ejercicio: llevar un diario de gratitud (journaling) en el que anotes tres cosas por las que te sientes agradecido cada día. Reflexionar sobre los momentos positivos ayuda a reforzar una mentalidad de abundancia y bienestar.
*Respeto por los ciclos naturales y ritmos biológicos, reconocer y respetar los ciclos naturales, como los ritmos circadianos y los cambios estacionales, puede mejorar la salud mental al alinear las actividades diarias con los ciclos de descanso y vigilia.
Ejercicio: crea una rutina de sueño saludable, limitando el uso de pantallas antes de dormir y asegurándose de obtener entre 7 y 9 horas de descanso. Dormir lo suficiente, descansar y adaptarse a los ritmos naturales del día y las estaciones mejora el bienestar general y reduce el agotamiento emocional.
*Fomenta la creatividad y el tiempo de ocio, las actividades creativas como la escritura, el dibujo, la jardinería o cualquier hobby placentero pueden reducir el estrés y mejorar la salud mental. El tiempo de ocio, lejos de ser improductivo, es esencial para la sostenibilidad emocional y permiten la renovación de energía y creatividad.
Ejercicio: reserva tiempo para actividades que disfrutes y que te permitan expresarte sin presión. Crear espacios regulares para desconectar y nutrir tu creatividad también apoya tu bienestar emocional.
Implementar estas prácticas sostenibles no solo mejora la salud mental, sino que también promueve un equilibrio personal y comunitario, necesario en un mundo lleno de incertidumbres. La clave está en pequeñas acciones diarias que nutran tanto el bienestar individual como el colectivo.
Día mundial de la alimentación (16 de octubre). Conecta con la importancia de la alimentación saludable y sostenible, con la supervivencia y bienestar humano. El acceso a alimentos nutritivos y sostenibles es clave para un futuro saludable, unido a las prácticas de agricultura sostenible pueden ayudar a asegurar la seguridad alimentaria global.
*Alimentación consciente y sostenible, una dieta equilibrada, rica en nutrientes, puede mejorar el estado de ánimo y la salud mental, mientras que una mala nutrición puede contribuir a problemas como la depresión y la ansiedad. Opta por alimentos frescos, integrales y locales no solo es bueno para el cuerpo, sino también para el planeta. La agricultura sostenible y el consumo responsable ayudan a reducir el impacto ambiental.
Ejercicio: adopta la alimentación consciente (mindful eating), es decir, estar presente al comer, saborear los alimentos y escuchar las señales del cuerpo para comer cuando se tiene hambre y detenerse cuando se está satisfecho.
*Crea una rutina de ejercicio física sostenible, el ejercicio físico regular es fundamental para la salud mental, ya que libera endorfinas que combaten la depresión y el estrés. También mejora la autoestima y el bienestar general. Al incorporar formas de ejercicio que sean agradables y realistas a largo plazo, como caminar, andar en bicicleta o yoga, las personas no solo cuidan de su cuerpo, sino que también previenen la fatiga mental.
Ejercicio: dedica al menos 30 minutos al día a una actividad física que disfrutes. Combinar ejercicio con entornos naturales, como correr al aire libre o hacer yoga en un parque, maximiza los beneficios.
Día internacional para la reducción de los desastres naturales (13 de octubre). Resaltamos la importancia de la resiliencia comunitaria y la educación sobre el cambio climático, reflexionando sobre cómo la relación de la humanidad con la naturaleza impacta directamente en nuestra sostenibilidad a largo plazo. Utilizando la prevención y preparación ante desastres es una parte vital de proteger a las comunidades y asegurar un futuro sostenible.
*Conexión regular con la naturaleza, estudios han demostrado que estar en contacto con la naturaleza reduce los niveles de cortisol (la hormona del estrés), mejora el estado de ánimo y promueve una mayor sensación de bienestar. Salir al aire libre regularmente, ya sea en un parque, la terraza, el bosque, la playa o jardín, y tomarse un tiempo para observar la naturaleza, escuchar sonidos naturales y respirar aire fresco.
Ejercicio: practica actividades como senderismo, caminar descalzo en el césped (earthing, grounding) o simplemente pasar tiempo en espacios verdes aumenta la sensación de paz mental y reconexión.
Quiero finalizar este artículo resaltando la interconexión entre la salud humana, el bienestar emocional, la seguridad alimentaria y el entorno natural, Te invito en este mes de octubre, a considerar cómo tus elecciones diarias pueden contribuir a una sostenibilidad integral que abarque tanto el bienestar individual como colectivo.
@susi_velasco_