Thriller erótico ochentero.

La directora holandesa Halina Reijn, que tiene películas tan interesantes como “Muerte, muerte, muerte” (2022), “El libro negro” (2006) o “Valkiria” (2008), presentó en el pasado festival de cine de Venecia su nuevo trabajo titulado “Babygirl”, un entretenido y calculado (falso) escándalo.

La historia es sencilla, algo manida e idolatrada en otras películas de los años ochenta y noventa, de la alta ejecutiva (el poder) que se enreda con el becario que desea llegar a sustentar poder.

El film, protagonizado por una excelente Nicole Kidman que ganó la copa Volpi a la mejor interpretación femenina en el festival veneciano, transita en el alambre de caer hacia lo chabacano o hacia lo elegante y la directora sabe darle el equilibrio para no perder el dominio del largometraje, sin llegar a ser incauta es arriesgada.

Casada (en la ficción) con Antonio Banderas, la ejecutiva se pierde por el becario Harris Dickinson, el protagonista de “El triángulo de la tristeza”, en una calentura más o menos machista con una alegría y persistencia que muchos confunden con libertad de expresión en su desorientación.

La gracia de la película no está en su novedad, está en su originalidad y rigor a la hora de retomar esos argumentos que aparecían en películas como “Acoso”(1994), “Una proposición indecente”(1993), “Instinto Básico”(1992), “Fuego en el cuerpo”(1981) o “Atracción fatal”(1987) entre otras, en una película que no sólo trata de sexo, también trata de deseo y ambición cómo si de una fiebre invernal se tratara.

Babygirl es un digno film adaptado a esta época, mostrando un erotismo respondón y díscolo, que hace suyo lo aprendido tras el Metoo, que se niega a renunciar a algo tan primario como el ardor.

En una entrevista realizada por su directora a otro medio, comenta que le pediría a los hombres que tomaran nota de la “enorme brecha orgásmica” que existe entre ellos y las mujeres. Un servidor es aplicado y toma nota después de esto, una vez vista la película.

Facebook
Twitter
LinkedIn

Deja un comentario