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TRÁTATE BONITO, TRÁTATE BIEN

“El poder necesita tristeza porque puede dominarla. 

La alegría, por lo tanto, es resistencia, porque no se rinde. 

La alegría como potencia de vida nos lleva a lugares donde la tristeza nunca nos llevaría” Gilles Deleuze 

Vivimos en un mundo absolutamente incierto y convulsionado. 

La amenaza latente de una nueva guerra mundial que nadie desea, el colapso de las economías regionales post pandemia y la posible aparición de nuevas y exóticas enfermedades parecieran obstinados a afectar severamente nuestro buen ánimo y anhelo de buen vivir. 

Nuestro inconsciente bombardeado por estas catástrofes posibles amenazando. 

Si me lees sabes, ya que repito dos frases ad Infinitum 

“la libertad la tienes alojada entre tus dos orejas” y 

“como creas adentro se refleja afuera”. 

¿Entonces la clave para atrincherarse y crear ese micro universo pacífico en el que se anhela habitar cuál es? 

¿Cómo se opera sobre la realidad del propio entorno? 

Tengo auspiciosas noticias para ti. 

Eres único responsable de la vida que generas. 

Puede caerse literalmente el mundo circundante, si has sido capaz de generar en tu interior una gestión emocional saludable, movimiento y conciencia corporal (mens sana in corpore sano), la férrea decisión que tus tribus se formen exclusivamente (casi… Siempre hay un buey corneto en los mejores lugares) con personas vitamina (voluntad de bienestar, inteligencia, proactividad, motivación, conciencia de escucha y ayuda) te mantendrás en la tormentahadta que amaine, sembrando esperanza y en eje. 

La resiliencia es esa cualidad que nos permite salir fortalecidos de un desafío estresante. 

Me permite tener una visión más allá del muro que se presenta como insaltable. 

Solo resilientes verán el pedazo de tierra fértil detrás de él para seguir sembrando. 

La verdadera y genuina resiliencia es posible si has sido capaz de edificar tu persona en cualquier momento de tu vida, siempre estarás a tiempo más, no te demores, en, 

Autorrespeto (base para respetar a un otro), 

Autoaceptación (sin resignación), 

Autocuidado (puedo cuidar tanto como me cuide) y 

Autoprotección (tomar riesgos responsables y evaluados. Cobardía excluida). 

Serlo implica una enorme y profunda honra a la vida en bienestar y conciencia y requiere como condición “sine qua non” haberse enamorado de uno mismo. 

Sin esas premisas no es veraz en mi visión afirmar que una persona es resiliente. 

Alejandro Jodorowsky decreta “cada supuesto fracaso me ha llevado a un mejor lugar». 

El convencimiento que cada mal llamado fracaso es en realidad aprendizaje y escalón para lo exitoso que llega. 

Te sé ávido de recetas y atajos je, je, je. 

¡A cocinar entonces! 

Ingredientes: 

— Creatividad 

— Independencia de criterio 

— Capacidad de escucha 

— Proactividad 

— Automotivación 

— Actitud positiva 

— Garra, mucha garra 

Sazonar cada ingrediente con abundante sentido del humor. 

Alojarlo a fuego lento en el horno de la pasión y en compañía familiar. 

El resiliente en definitiva es un decisor solitario orientado al SI. 

Tiene el coraje de confrontar y aceptar su adversidad sin terquedades. 

Elige imitar a las cañas de bamboo en la confianza que ninguna intensidad de vientos va a quebrarlo si se flexibiliza. 

Esto también pasará, es su mantra recitado en acción. 

Distinguimos cuatro tipos: 

● Psicológica: permite superar traumas sin caer en depresión ni desesperación (ej. tránsito, duelo) 

● Emocional: complementa a la anterior, ya que desarrolla una saludable gestión emocional 

● Física: Incluye tanto la memoria celular como la capacidad de recuperación luego de enfermedades o accidentes 

● Comunitaria: la capacidad de un grupo para ser capaz de adaptarse a situaciones con impacto negativo (ej. explosión, volcán, conducta inadecuada integrante, etc.). 

La persona resiliente se distingue aun sin revelar que lo es, emana algo que atrae: 

sabiduría, neutralidad y amor. 

Ha decidido cambiar la dicotomía miedo-oscuridad y decide aceptarse “combo completo” en sus luces y sombras, trabajando para crecer en conciencia como elección prioritaria. 

Requiere un fuerte trabajo introspectivo y la decisión de vivir en armonía, libertad y belleza. 

El resiliente es un artista.

En cada circunstancia toma tiempo para evaluar la mejor actitud posible y la efectividad. 

Moraleja: Trátate amorosamente y vas a desterrar el miedo de tu vida. 

Tratarte bonito, tratarte “bien”.

¿Por dónde empiezas la tarea? 

Un buen inicio es estar atento a tus conversaciones, 

¿qué palabras te decís? 

¿Qué sale de tu boca en conversaciones? 

La palabra como puente conector o puente que se levanta y corta caminos. 

Proponte crear belleza, en sus infinitas variantes y en forma permanente. 

Nos vemos en mayo. 

Sácate los guantes de box y tiramos, deja de pelear, es tiempo de Paz… 

Protagonista siempre, que las víctimas opacan y tú estás para vivir Brillantes Sensaciones. 

Abrazo luminoso a la chispa divina que eres. 

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