Un espacio para la tristeza
No tomes prestadas las emociones que no te corresponden.
Devuélvelas a sus dueños.
No tomes tan a personal las palabras que gratis se pronuncian,
Cuida de tus sueños.
Siéntelos en el alma y ve a por ellos.
En el camino de la tristeza, el alma se encuentra dividida
sintiendo la abundancia de las lágrimas,
que alguna vez fueron reprimidas.
Ha llegado tu momento,
El momento de brillar sin mirar atrás
No es fuerza de voluntad
Es intención, fe y amor incondicional.
Dar un espacio a la tristeza,
Es hacer un regalo al corazón,
Agradecer a la vida y acariciar lo esencial.
En un vacío inmenso se encuentran las respuestas,
allí te está esperando una nueva oportunidad,
Deja que habite tu corazón en sus latidos,
y que la luna plateada dibuje en ti sus besos.
Sonríe sin causa, sin avisos, sin formas correctas.
Encuentra ese espacio para la tristeza,
para hacer homenaje a un adiós que no volverá,
a una herida que se quedó sin sanar,
a un amor del cual no hubo despedida,
cansada, te levantarás, ha llegado el momento de brillar.
Enciende tu alma,
Déjate estremecer por el despertar de tus sentidos,
vuela con la imaginación,
Camina con el poder de la libertad,
y siente que has vuelto a la autenticidad
sin temores, sin miedos, solo al amor y la paz.
Un espacio para reconocerte humana,
regar en ti el silencio y la calma,
ser el bálsamo que alivia,
con tu voz que sale desde el alma,
¡Libertad bendita!, que emanas.