YOGA & BELLEZA

Como hace 48 ediciones, llega el momento del mes, que dedico tiempo a escribir el artículo para la revista.

En esta oportunidad acabo de regresar de un Retiro espiritual que me conectó mucho con mi ser, lo que me motivó a entrevistar a mi Instructora de Yoga y accedió con mucho gusto.

Se presenta así: Mi nombre es María de los Ángeles Alfaro, aunque desde que tengo uso de razón me dicen Pepi. Tengo 39 años, estoy casada con Juan, con quien tengo dos hijos: Benjamín de 6 y Oliva de 1 año. Soy argentina, Instructora de Yoga y Meditación desde hace 16 años. Vivimos en Uruguay desde hace 4 años.

María Inés — ¿Por qué decidiste formarte como Instructora de Yoga?

Pepi — Mi primer amor en realidad fue la meditación. En el año 2009 aprendí a meditar. Tomé un curso, en el que aprendí una técnica de respiración muy poderosa, que me permitía entrar en un estado meditativo muy profundo; y como disfrutaba tanto de esta práctica comencé a hacerla diariamente. Todos los días al finalizar la técnica de respiración que había aprendido, meditaba a veces 15 minutos, otras 45. Me enamoré de esa sensación de volver a la realidad sin entender cuanto tiempo había pasado, pero sintiendo un descanso y disfrute profundo. Me invadía un sentimiento de amor desbordante, me sentía FELIZ. Decidí hacer mi primera formación, para poder compartir esta herramienta, que sentía había cambiado mi forma de apreciar el mundo, ampliando mi capacidad de disfrute, calidad del sueño, mi amor por la vida y mi salud general, algo que comprendería un tiempo después. Fue ahí cuando descubrí mi segundo amor, el YOGA. Entendí la importancia de movernos en coherencia, con el amor que sentimos por nuestro cuerpo y del movimiento en sí con intención, para que nuestra práctica sea aún más profunda y tenga más sentido. Y que para entrar en meditación es fundamental primero, movilizar nuestro cuerpo y trabajar sobre nuestra energía a través de la respiración. La forma más amable que encontré es con YOGA. Comencé a formarme como Instructora y pronto quise explorar distintos instructorados de distintas escuelas, con abordajes muy diferentes, porque siento que mi propósito, mi razón de ser, es acompañar a otros en su propio despertar, e integrar mucha de la información que fui descubriendo en mi búsqueda, porque no todos logramos meditar de la misma forma, ni disfrutamos del mismo tipo de yoga. Algunos somos más mentales, otros más físicos o sensibles. Fui desarrollando un método para que mis alumnos exploren y experimenten muchas formas de practicar yoga y estados meditativos, para que conecten con el que más les resuene y puedan adoptarlo como práctica diaria y parte de su rutina.

M Inés — ¿Qué es lo que más te atrajo de la disciplina?

Pepi — Todos venimos a hacer el mismo camino, bajar de la cabeza al corazón. Las rutas que encontramos para hacerlo son infinitas y lo que llevamos con nosotros en ese viaje dependerá de, nuestra historia, mirada, karma, como quieras llamarlo. Pero es divino explorar esas rutas juntos, desde la curiosidad y el asombro en unidad. YOGA quiere decir UNIÓN, del cuerpo, mente y espíritu y a su vez unión de nuestro mundo interno y externo. Cuando logramos percibir esa unión, sensación que no hay dos, cuando logramos abordar la práctica desde ese lugar y pedimos una intención antes de comenzar, no importa cuál es la intención particular por la que el alumno elige moverse, todos nos sostenemos y apoyamos la intención de los otros, sin hacer juicios, dejando de lado todas las diferencias, solo hay amor y respeto. Y desde ahí, que el mat se convierte en una plaza de juegos, donde el movimiento, sana y cuando uno sana, todos sanamos.

M. Inés — ¿Cuáles son los beneficios de yoga para la salud?

Pepi — Los beneficios son muchísimos, tanto física como mentalmente. Las técnicas de respiración y meditación ayudan a reducir el estrés, reducen la presión arterial y la frecuencia cardíaca, mejoran el sueño, ayudan a dormir mejor, mejoran la concentración y digestión, reducen la ansiedad, mejoran la flexibilidad, fuerza y al sistema inmunitario, de eso doy fe. A mis 21 años me diagnosticaron ESCLEROSIS MÚLTIPLE, enfermedad autoinmune degenerativa que afecta al sistema nervioso central (cerebro y médula espinal). El sistema inmunitario ataca la mielina, causando daño y lesiones que ralentizan o bloquean las señales nerviosas. Estos daños pueden provocar una gran variedad de síntomas, que incluyen, problemas de visión, debilidad, falta de coordinación y equilibrio, así como dificultades para la memoria y el pensamiento, en otros. Durante los dos primeros años la enfermedad avanzó, asintomática. Se veían lesiones nuevas en las resonancias semestrales, hasta que aprendí a meditar a mis 23 años. Después de practicar el primer año de forma regular, ya dando clases, la primera resonancia para sorpresa de todos (médicos incluidos) dio mejores resultados, algunas lesiones habían disminuido y otras desaparecido. Año a año siguió mejorando. Hace 16 años que solo tengo resonancias “buenas”. Continúo enamorada de meditación y yoga.

M. Inés — ¿Cuál es para ti el papel del yoga en la belleza y el cuerpo humano?

Pepi — Creo que la belleza que trae yoga a nivel físico, no tiene que ver con cuerpo perfecto, delgados o con buena figura, que se van modificando también. Sino que la belleza radica en la LUZ que emana quien se siente feliz, en armonía, cómodo en su propia piel, amándose, así como es, sosteniéndose en todos sus procesos y transformaciones, dueño de su cuerpo, confiado a la hora de moverse, siendo su mejor versión. Con su mirada puesta en el amor, a sí mismo y a los demás, en la amabilidad y en lo que tiene para dar y `para ofrecer a otros, para hacer un mundo mejor.

Muchas gracias, Pepi cariñosamente.

Evidentemente, la inclinación que siempre he tenido en mi especialidad dentro de Cosmetología y Estética me ha permitido sentir y comprobar la belleza de las personas en su integridad desde la paz y la armonía interior.

Me despido hasta el próximo mes recordándote, la importancia de limpiar la piel detenidamente del rostro, cada noche al regreso a tu casa o simplemente culminando la jornada. Con amor aplicar los productos, acariciando tus párpados, cara y cuello.

Cerrar los ojos, inspirar y exhalar mínimo 5 veces por la nariz y así ya más tranquila culminas tu jornada.

María Inés Daudet Bertani

Cosmetóloga Esteticista – Maestra Ed. Primaria

Carmelo – Uruguay

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2 comentarios en «YOGA & BELLEZA»

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