BUSCANDO RESPUESTAS. Entrevista a Liliana Torres
Llevamos dos semanas con estrenos de dos películas muy pequeñas en cuanto a dinero de producción, pero enormes en cuanto a su realización e historia que nos quieren contar. Ambas dirigidas por mujeres jóvenes, de la misma generación y que llaman a la puerta cinematográfica para enviar mensajes que nos puedan hacer reflexionar. La primera de ellas es SEIS DÍAS CORRIENTES (SIS DIES CORRENTS) de Neus Ballús; la segunda es ¿QUÉ HICIMOS MAL? de Liliana Torres que con motivo de su estreno, hemos tenido la oportunidad de hablar con ella.
-¿Qué hicimos mal? ¿Cómo nace este proyecto?
Liliana Torres: El proyecto nace un poco de constatar que en mi vida yo he tenido parejas en las que he tenido una relación larga, con las que he creado vínculos familiares profundos, lazos sociales, he construido hogares y que estas personas que han ocupado un lugar importante durante varios años de mi vida, se iban y daban paso a otras personas que ocupaban ese sitio. Al darme cuenta de que eso era una cosa que ocurría recurrentemente, y que me generaba una frustración personal que deriva en la pregunta ¿Qué hicimos mal?, eso generaba una situación de culpa hacia qué es lo que yo estoy haciendo mal. ¿Por qué esto no me sale bien? ¿Qué hago mal? ¿Por qué esto no está funcionando como aquellas parejas que yo observé cuando era pequeña? Desde constatar esto es lo que surge el germen de ¿qué hicimos mal? y es curioso porque aunque estruje esta sensación personal de culpabilidad, lo que a mi me ha ayudado a entender la película y la explicación que hemos llevado a cabo en todo este tiempo y comparándolo que este es un fenómeno que no me sucede sólo a mi, si no que es un fenómeno generalizado en la gente de mi generación, es el poder constatar que no es un patrón que se sucede, si no que es un cambio de modelo que se está sucediendo en cuanto a las relaciones de pareja.
-¿Cuánto te llevó hacer este maravilloso trabajo? ¿Cuántos años? ¿Cuántas horas de rodaje en un trabajo donde todo está cuidado y muy bien?
Liliana Torres: Bueno gracias. Nosotros tuvimos un rodaje especialmente largo y peculiar, ya que íbamos enlazando rodaje y financiamiento, algo que no es habitual en las producciones, normalmente empiezas a rodar cuando tienes asegurado casi todo el financiamiento de la película. En nuestro caso como la película era muy viva y que dependía de mis exparejas, de su disposición, de su tiempo, también de mis amigos que también están en este trabajo; pero es que además es una película que está rodada en tres países y donde cada país requería su propio equipo de producción y preproducción entonces decidimos ir financiando y rodando, financiando y rodando porque también requeríamos el financiamiento de México para ser un coproducción, entonces hicimos un proceso especialmente largo. Desde su génesis en la escritura hasta el proceso final en el que estamos ahora, han pasado seis años. Es un proyecto que cuantificarlo en horas, me es absolutamente imposible como comprenderás, pero que si ha marcado una época en mi vida, con un proyecto que se ha realizado en tanto tiempo y al ralentí, donde las personas que han formado parte de este proyecto, ya forman parte de mi vida, porque seis años juntos es muchísimo tiempo.
-La historia que cuentas, es muy cercana. No te andas con rodeos y todos nos sentimos identificados en algún momento en las relaciones no sólo de pareja, sino también en las relaciones incluso de familia. ¿Era eso lo que realmente querías mostrar en este trabajo?
Liliana Torres: Sí. Yo sabia que tocábamos un tema que era algo que generaba y despertaba mucho espejo en las otras personas, incluso cuando presentábamos el proyecto en pitcher, laboratorios, etc. para buscar financiación, nos dimos cuenta que la gente se sentía identificada e incluso nos contaban sus propias relaciones de pareja, entonces vimos de que el proyecto tenía esa suerte o maravilla que era que la gente se sintiera involucrada, pero yo quería además mostrar este fenómeno de cambio que es mucho más amplio y que tiene un trasfondo que tiene mucho que ver con un cuestionamiento existencial de las mujeres de hoy en día y lo quería hacer desde un punto de vista muy humano, donde cuando tu estás en un proceso de cambio donde eres una generación bisagra entre lo que han vivido tus padres y lo que son los nuevos modelos de relación, tu no tienes un conciencia súper clara de lo que está pasando, tu estás experimentando muchas cosas, pero en ese momento no sabes que está pasando y ella hace esa investigación precisamente porque se encuentra en ese momento y era eso precisamente lo que yo quería mostrar, ese momento de confusión cuando estás así, donde están pasando muchas cosas, pero que aún no sé que es.
-La película no tiene momentos profundos, es cercana, has rodado en tres países, que eso es muy complicado, pero ¿Tienes alguna anécdota divertida durante esos seis años de rodaje?
Liliana Torres: ¿Anécdotas divertidas? Durante tanto tiempo seguro que pasaron cosas divertidas, pero por ejemplo una anécdota que recuerdo, no sé si divertida o no, es que estábamos rodando en Torino al norte de Italia justo cuando el Covi-19 estaba llegando a Europa, donde rodamos en un sitio cerrado con muchos extras y donde aún no éramos conscientes de lo que se nos venía encima. Allí hicimos un Street casting, casting directamente en la calle donde buscamos jóvenes que fueran de verdad a una fiesta rave de verdad, en esa escena de la fiesta rave, son jóvenes de verdad que van a una fiesta rave, fue un casting muy divertido donde conocimos a gente muy divertida y donde Manuela, que es modelo y que tiene una cierta importancia en ese tramo de la película, con un espíritu muy joven y libre, y nos desapareció durante tres días, los tres días antes de la escena de rodaje. Manuela se perdió las pruebas de vestuario, ensayos, etc. Pensábamos que la habíamos perdido, pero cuando la recuperamos nos dijo que ella estaba en una fiesta, con lo que la realidad se mezclaba con la ficción.
Otra de las anécdotas, en este caso mágica, fue durante el rodaje de mi primera pareja, donde hacíamos tomas largas de 40 minutos y cuando acababas, ver al acabar que había gente emocionada y llorando. Eso sólo puede suceder en la auto ficción. Esto me pareció muy gratificante.
-¿Queda mucho camino por recorrer en el sector audiovisual para que las mujeres tengan el mismo trato que el hombre en dicho sector?
Liliana Torres: Las mujeres en puestos directivos y como cabezas de departamento han aumentado en los últimos años en el cine español. Esto se debe a una conjunción de factores, me parece a mí. Por un lado asociaciones como CIMA, DONES AUDIOVISUALS o MUJERES DE CINE que han empujado e insistido a las instituciones para que regularizaran de forma especifica para que la mujer pudiera incorporarse a esos puestos del sector y generalizar su presencia en toda la cadena. Gracias a esas nuevas políticas estamos ahora viviendo el fruto en forma de películas maravillosas y el trabajo de técnicas impresionantes como por ejemplo en la fotografía. Pero todavía nos queda camino para llegar a la paridad y sobre todo para que las mujeres productoras ejecutivas y directoras tengan los mismos presupuestos que sus compañeros hombres quienes se llevan, prácticamente siempre, los grandes presupuestos.
-Cómo mujer, ¿cómo ves el papel de la mujer en el cine en general y del documental en particular?
Liliana Torres: El documental es el gran olvidado en los presupuestos, en general. Los circuitos de financiación también son distintos y más diversificados, menos mal. Creo que en general aplicaría todo lo dicho en la pregunta anterior, con el añadido de que el documental no goza ya de por sí de buenos números presupuestarios y que además no hay una forma de financiamiento estatal que contemple su naturaleza particular; la necesidad que tiene el documental de financiarse de manera más rápida, ya sea por tramos o en varias convocatorias anuales, ya que los personajes reales no esperan a los tiempos de las instituciones.
-Este es tu tercer trabajo, uno de ellos es codirigido con Sofi Escudé, ¿qué próximos proyectos tiene Liliana Torres, si se pueden saber?
-Liliana Torres: Sí claro, lo próximo es un cortometraje que ya tenemos financiación que rodaremos en primavera-verano y estoy en proceso de escritura de una largometraje que se llama “La mujer invisible”, donde ya estamos moviéndonos para buscar financiación y que hablará de esas mujeres que no queremos ser madres y como esto se encaja en la sociedad en la que vivimos.
-Gracias por atender a Brillantes Sensaciones.
-Liliana Torres: Gracias a vosotros.
La entrevista se realizó en la cafetería El sabio Infante del barrio barcelonés de Gràcia.
Jordi Izquierdo Berbel